Tardé mucho en entender la conversación entre Lupita, visitante regular de la cárcel, y uno de sus reclusos. —Te felicito, Lennon, por tu novia. Es una muchacha guapísima. El Lennon, cuyo rostro no podía esconder su orgullo, degustaba, como si fueran paletas, cada palabra de su visitante, como queriendo alargarlas. Cerraba los ojos esforzándose por […]