Como ocurre con todas las lenguas
romances, en la nuestra la inmensa mayoría de las palabras son de origen
latino.1El
inventario completo constituye el Diccionario de la Real Academia Española
(DRAE). Lo que interesa aquí son los latinismos que se conservan en su versión
original, sin modificaciones, desde curriculum hasta per capita, pasando por ad hoc, sic, ipso facto, tandem o ad nauseam.2
En el mundo académico abundan
expresiones como mutatis
mutandis, corpus, dixit, ex libris, et alii (et al.), cf. y supra, ex profeso, et cetera (españolizado como
etcétera: ‘y lo demás’), ad
hominem, verbigracia (v.g.), lapsus linguae. En la literatura y
las artes se habla de opera
prima, mímesis (es decir ‘imitación’ [mímica], que se opone a
diégesis [‘desarrollo narrativo’] y alterna con ella), alter ego, prefacio, in medias res,3 nota bene (N.B.), incipit.4
Los juristas gustan de los latinajos
in fraganti, post mortem, ex abrupto, statu quo, paterfamilias, a fortiori, memorándum,
intríngulis, interim, manu militari, ultimátum; alias es sobrenombre de
delincuente, pero también significa ‘apodo’. En la economía y las finanzas se
usan: superávit, déficit, per cápita, plusvalía/minusvalía.
El ademán “Ave, Caesar” fue recuperado
por los fascismos europeos de los años treinta. En México se estila en las
“tomas de protesta”. Muchos siglos antes, la falta de información científica
dio lugar al locativo Finisterre (finis
terrae), es decir ‘el final de la Tierra’, después del cual, en un
planeta plano, se abría un abismo infinito. Vía Láctea también proviene de una
candidez astronómica.
Quienes tuvimos el privilegio de
estudiar latín en el bachillerato recordamos el comienzo de las Catilinarias, de Cicerón:
“Quousque tandem abutere, Catilina, patientia nostra?”, pregunta de actualidad,
si las hay.5 Hace
poco más de un siglo, la misa era en latín, y el sacerdote volvía la espalda a
la feligresía. El hecho de no entender nada de lo que se decía durante esos
sesenta minutos domingueros profundizaba el misterio.6 Ex voto se
encuentra a caballo entre la religión y la pintura.7 Perviven viacrucis,
R.I.P., vade retro, el “ora
pro nobis” del rosario, mea
culpa, in
memoriam, oremus,
INRI, ecce homo.8
La práctica médica, dique frente a la
Iglesia desde siempre, no podía quedarse atrás (fórceps, neonato, delirium tremens). Lo genital
también cuenta: cunnilingus, fellatio, vulva, membrum virile, vagina, clítoris.
Los prefijos latinos infra-, extra-, sub-(o so-), ultra-, super– nos han permitido afinar
conceptos para realidades contemporáneas (infrahumano, extragrande, submarino,
soterrado, ultraconservadores, supermercado). Existen también otros
sustantivos, adjetivos, preposiciones y adverbios: viceversa, non plusultra, sui generis, versus, motu proprio, quid, sine qua non, grosso modo, ex aequo. A lo temporal
pertenecen sine die, a priori/posteriori, ad aeternam; a lo espacial, in situ y ad infinitum.
En
Estados Unidos llaman latinos a los hispanohablantes, como si fuéramos
descendientes de los romanos. Por acá, para bien o para mal, “veni, vidi, vici”
y “alea iacta est” tienen nuevos significados.
“Timeo hominem unius libri”, máxima de
san Agustín (“temo a la gente de un solo libro”) es de una brevedad y una
sapiencia notables y sigue siendo pertinente en la situación presente. EP
1
Si bien en mucha menor medida, su presencia es significativa en otras familias
lingüísticas, como la germánica, que incluye al inglés, e inexistente en las
asiáticas.
2
Es reciente la acentuación española de los términos del latín clásico (que van
en cursivas en el presente texto). Aclaremos que en este apunte no se
transcribe la tipografía de su puntuación, a fin de aligerar la lectura.
3
Modalidad literaria en la cual el relato empieza sin introducción, como si la
escena hubiese comenzado en ausencia del lector.
4
Los primeros enunciados de una narración. Sólo los grandes escritores dan
pistas acerca de toda la obra desde el íncipit.
5
“¿Hasta cuándo, Catilina, abusarás de nuestra paciencia”.
6
“In nomine Patris et Filii et Spiritus Sancti”.
7 A ex cathedra la comparten religión (de ahí
catedral) y academia. En ambos casos era un asiento elevado para marcar,
espacialmente, jerarquías.
8 Una confusión muy extendida consiste en considerar que en la palabra homosexual el prefijo significaría hombre en latín (como en la palabra homo sapiens), o sea la relación entre dos varones, cuando en realidad proviene del griego y quiere decir ‘igual’. Homosexual se refiere, entonces, al erotismo entre personas del mismo sexo, sean hombres o mujeres. Lesbiana parecería un adjetivo innecesario. EP