A partir del Acuerdo de París en noviembre de 2016, enfocado en reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, los países firmantes se comprometieron a transitar, paulatinamente, de la generación de energía por medio de combustibles fósiles a la generada por energías renovables. México, aunque ha logrado avances en esta materia, parece retroceder en busca de una muy particular “soberanía energética”. En este artículo Adrián Fernández detalla nuestra situación, así como las alternativas para remontarla.