Esta es nuestra carta editorial de septiembre de 2021 sobre el contenido de nuestro número 364. Los Centrales son sobre la discriminación, exclusión e intolerancia en México. En Cultura, revisamos la transformación del lenguaje. En Ambiente, abordamos el tema de los incendios forestales. Finalmente, en Sociedad nueva hablamos sobre el estigma de las enfermedades sexuales.
Editorial: septiembre 2021
Esta es nuestra carta editorial de septiembre de 2021 sobre el contenido de nuestro número 364. Los Centrales son sobre la discriminación, exclusión e intolerancia en México. En Cultura, revisamos la transformación del lenguaje. En Ambiente, abordamos el tema de los incendios forestales. Finalmente, en Sociedad nueva hablamos sobre el estigma de las enfermedades sexuales.
Texto de Julieta García González 01/09/21
Este País 364 | Discriminación, exclusión, intolerancia
Parafraseo: todos somos iguales en México, sólo que unos más iguales que otros. En nuestro país, hoy, vivimos una crisis de discriminación, exclusión, xenofobia e intolerancia a lo que juzgamos distinto. Empieza septiembre con una caravana migrante que es agredida por la Guardia Nacional y otros elementos de seguridad en Chiapas. En las redes sociales no se hacen esperar los comentarios xenófobos: que se regresen a donde vinieron, que por fin les ponen un alto, que ya era hora de que los trataran como se merecen. Un país que se ha preciado de sus mezclas y que vende con orgullo un pasado prehispánico, indígena, es también un país de racismo rampante, que excluye y maltrata a la gente de piel morena o de pelo crespo. Es un país en el que se escuchan frases como “mejorar la raza” y “qué bueno que salió güerita” de forma cotidiana.
En esta edición pensamos en revisar distintas formas de intolerancia, de exclusión y racismo. Federico Navarrete escribe sobre el lugar íntimo en el que se da la discriminación: empieza en la casa, en la familia, en el núcleo más cercano que juzga como correctos o incorrectos un color de piel, una textura del cabello. Paris Martínez se adentra a La Montaña, lugar de pobreza extrema, que ha sido borrado del mapa nacional precisamente por su pobreza y por la composición racial de sus habitantes. Olivia Gall pone sobre la mesa las ideas que sobre mestizaje y racismo tenemos en el país, para así desentrañar términos complejos y poder, entonces, tomar medidas que mejoren nuestra situación. Por último, Ollin Islas escribe un hermoso texto personalísimo de su vida como mulata: del estigma que esto representa para ella y para su familia.
Si no asumimos y entendemos que parte de las desigualdades de México surgen de las diferencias en los orígenes, la piel y el cabello de las personas, continuaremos el ciclo de pobreza, discriminación y exclusión, con sus graves y extensas consecuencias, que a todos tocan.
Este mes, las ilustraciones son de Sofía Grivas, quien nació en la Ciudad de México y estudió Publicidad e Historia del Arte. Durante más de 10 años ha trabajado en el área de comunicación en diferentes instituciones culturales (El Colegio Nacional, la Secretaría de Cultura, Foto.mx). Al mismo tiempo, se ha dedicado a crear imágenes digitales y análogas en collage, acuarela y tinta, principalmente, así como collages con historias. Ha publicado artículos e ilustraciones en revistas y plataformas como nuestra revista, Siempre, Lee+ y Al viso.
Cultura 191: La transformación del lenguaje
Una de las cosas más maravillosas de la lengua es que está viva. Es delicioso y alucinante pensarlo y sentirlo: algo que es intangible es también una fuerza viva y vívida. Somos las personas que hablamos quienes construimos, todos los días, ese lenguaje. Somos quienes le damos forma y dejamos así una huella que es obvia; generación tras generación, hay cambios claros que permiten identificar las fascinaciones y prioridades de quienes vivieron en ese tiempo. Pasa lo mismo con los lugares. Por acá se aspira la ese, por allá se nasaliza la ene, por acullá se tragan la mitad de las vocales al hablar. Y esas particularidades nos hablan del mundo que habitan esas personas y de las transformaciones que le hacen.
Así que hoy, cuando hemos visto y escuchado y leído de los abusos que hay para quienes son diferentes, para los abusos hacia un poco más de la mitad de la población que no es ni quiere designarse como un varón, ¿por qué no le damos un poco la vuelta a las palabras?
¿Qué hay en decir todes que saca tantas ámpulas? ¿Por qué hablar del nosotrxs irrita no únicamente al autocorrector de la computadora, sino a un grupo muy grande de personas? ¿Qué puede pasar que sea más grave que la exclusión y el abuso si usamos una @ para plantear plurales?
Las respuestas no son sencillas, pero sí fascinantes. De eso va nuestra edición en este septiembre de cambios. Con textos imperdibles de colaboradores como nuestra consejera Yásnaya Aguilar —hablante mixe, que ve la realidad primero desde esa lengua—, Rodrigo Flores —lexicógrafo de la Academia Mexicana de la Lengua—, Abril Torres —especialista en el vínculo entre lenguaje y género— y la poeta y editora Carla Faesler. Son cuatro miradas a los ángulos más necesarios que pueden ayudarnos a entender qué pasa con la lengua, por qué nos incomoda y cómo enriqueciendo algo que refleja la realidad podemos, de hecho, transformar esta misma realidad.
Las fotografías del Proyecto Análogo y Gonzalo Amat ilustran los textos y conforman nuestra galería del mes.
Ambiente: Donde hubo fuego, ¿qué planeta queda?
A esto no estamos adaptados: al fuego que consume territorios completos, aniquila a las especies que los habitan y deja yermo el suelo. No tenemos manera de adaptarnos a eso y, si acaso, podrán sobrevivir a las llamas quienes más recursos tengan. Los fuegos que hemos visto recientemente y que han arrasado con extensiones inmensas de los lugares más variados —de Australia a California, pasando por España o el Estado de México— son distintos a los que hubo antes. No se trata de recurrencias naturales, sino de otro efecto del cambio climático provocado por la acción humana. Estos incendios dejan un rastro negro, un suelo lleno de cenizas y calcinado, que no podemos predecir si reverdecerá. Pensamos habernos habituado a las temperaturas que año con año aumentan, pero esto es falso. Y sí, el cambio climático lo quema todo, de forma muy literal.
Hay distintos tipos de fuego y en esta edición hablaremos de ellos. Algunos son naturales, otros son provocados para expandir zonas de cultivo (tala, quema, roza) y, muchos otros, son causados por las temperaturas que vive el planeta, las sequías, los malos manejos hídricos. Diego Pérez Salicrup, director del Instituto de Investigaciones en Ecosistemas y Sustentabilidad, detalla cuáles son los tipos de fuegos forestales y cómo manejarlos; Yanine Quiroz indaga acerca de la posibilidad de reverdecer y Astrid Rivera nos muestra qué ha pasado con los recursos públicos para este tipo de siniestros y qué alternativas existen. El fuego es parte de nuestro planeta, pero cuando este se vuelve incontrolable, son llamas de un planeta que no quiere ser sólo ceniza.
Sociedad nueva: Enfermedad sexual y estigma
Para cuando “la enfermedad de cupido” hizo estragos en un buen número de soldados durante la Primera Guerra Mundial, la sífilis ya tenía un pésimo nombre. Se la asociaba a la disolución moral, a la falta de calidad del alma, a la incapacidad para restringir los propios deseos. En pocas palabras: los sifilíticos eran gentes inferiores. Por lo mismo, los tratamientos se les escatimaban y muchos murieron no sólo sumidos en el dolor causado por el virus, sino en el causado por el rechazo social. Algo similar sucedió en el último cuarto del siglo XX con el VIH y su manifestación, el sida, de forma extendida hasta nuestros días. Durante siglos, las enfermedades de transmisión sexual han sido una causa de discriminación y maltrato, traducidos en malas políticas públicas (los países no se han unido para encontrar una vacuna contra el sida, por ejemplo, aunque sí contra el covid), un trato indigno y un camino fácil para el estigma. La doble moral no se hace esperar, tampoco.
Pero las enfermedades de transmisión sexual no son distintas a las demás. Son mecanismos fisiológicos en los que compiten bichos y los sistemas inmunes de personas, nada más. No sólo no es deseable coartar la actividad sexual, sino que es algo imposible de lograr porque forma parte intrínseca de nuestra naturaleza. Por eso quisimos hablar ahora de la enfermedad sexual y el estigma que conlleva. Un reportaje y dos análisis de especialistas ayudan a dar una mejor perspectiva sobre el tema y pueden aportar a una discusión que mejore las posibilidades de ejercer una vida sexual plena y una sociedad menos injusta.
Luciana Wainer comparte testimonios de personas que viven con una infección de transmisión sexual (ITS). César Galicia reflexiona sobre la moralina que impide el acceso a una educación sexual integral. Paulina Millán nos cuenta más sobre el persistente estigma de las ITS y la vida sexual de las personas.
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