Editorial: mayo 2021

Esta es nuestra carta editorial de mayo de 2021 sobre el contenido de nuestro número 360. Los Centrales son sobre desigualdad educativa. En Cultura recorremos el país de norte a sur. En Ambiente exploramos las energías renovables. Y en Sociedad nueva contamos con testimonios de mujeres exitosas que están redefiniendo el concepto del “techo de cristal”.

Texto de 03/05/21

Esta es nuestra carta editorial de mayo de 2021 sobre el contenido de nuestro número 360. Los Centrales son sobre desigualdad educativa. En Cultura recorremos el país de norte a sur. En Ambiente exploramos las energías renovables. Y en Sociedad nueva contamos con testimonios de mujeres exitosas que están redefiniendo el concepto del “techo de cristal”.

Tiempo de lectura: 6 minutos

Este País 360 | Desigualdad educativa

Dice Manuel Gil Antón: “Los niños mexicanos son igualmente inteligentes que los niños finlandeses, pero el 50% de los mexicanos vive en la pobreza y otros más en la pobreza extrema, y esas condiciones no abonan a una mejor educación”. Mejorar en educación supondría, para México, mejorar en muchas otras cosas: avanzar en innovación, tecnología, en las artes y el cuidado del ambiente y, sobre todo, en combatir la desigualdad. Pero es precisamente la desigualdad la que hace de la educación en nuestro país algo problemático, enredado y caótico. La desigualdad entre los hogares más ricos y los más pobres es brutal a la hora de la escuela. La fantasía del echaleganismo —la idea perversa de que, echándole ganas, lograrás alcanzar tus metas— no hace más que abonar a esa misma desigualdad que tiene siempre a los más pobres en las peores condiciones. Sumemos a eso otras dos variantes: ¿cuáles son las plataformas para la enseñanza y el aprendizaje? En los libros de texto encontramos el reflejo de años de cambiar el rumbo y experimentar con la educación. En las pantallas, otro tanto: los niños siguen encerrados en casa, sin más interacciones que las que ofrece un televisor y, en el mejor de los casos, un Zoom.

Tal vez no hemos entendido, como sociedad, lo importante que resulta para todos nosotros que quienes menos tienen puedan acceder a la misma educación que tienen los más ricos: si fuera el caso, saldríamos ganando de forma conjunta. Tampoco hemos entendido las desigualdades de género: la deserción escolar de las niñas es muy superior a la de los niños. Además, no hemos visto el espacio físico de la escuela como algo necesario para que el aprendizaje exista y para que el conocimiento se genere: el edificio y el entorno tienen que ser más amables y crear la posibilidad de interacciones saludables, que a todos enriquezcan. De eso hablamos ahora con un equipo de colaboradores de primera: Olinka Valdez hizo el reportaje; Máximo Ernesto Jaramillo tomó a la desigualdad por los cuernos; Mario Medrano se echó un clavado, casi literalmente, a los libros de texto; Jimena de Gortari y Juan José Kochen pensaron y discutieron el espacio arquitectónico de las escuelas y Ana Lucía Guerrero se enfrentó a la adultocracia. No es un panorama feliz, pero sí hay soluciones a la mano.

Nuestra ilustradora es Camdelafu, y pueden conocer más de su trabajo en su cuenta de Instagram.

Cultura 187: Nuestro Norte, nuestro Sur

Se ha dicho con frecuencia que este país es muchos países. A pesar de ese conocimiento, seguimos encajonando sus regiones, partiéndolo en dos, quizá para entenderlo mejor. La división cultural parece asociada a las diferencias climáticas: la aridez, de un lado; la exuberancia, del otro. El norte y el sur son así dos polos en los que se cocinan dos identidades nacionales casi opuestas —o eso imaginamos desde el centro, las costas, eso imaginamos en los discursos —. En el norte árido, la cultura es magra y sin mucha historia; en el sur selvático, la historia es antigua y predomina el lenguaje artístico. Es obvio que estas apreciaciones son falsas, esquemáticas, que le roban a los espacios imaginarios y a sus pobladores reales la posibilidad de expresarse de formas más libres, con menos asociaciones impuestas. Por eso hablamos ahora del Norte y el Sur —con mayúsculas, porque son los nombres de un espacio figurado—, de su potencial y su realidad. Más que dos áreas discernibles, hay gradientes culturales que abrevan lo mismo de su entorno real y concreto (nevadas, desierto, selva, cenotes) que del pasado que gestó ahí una tradición. Luis Mendoza Ovando analiza los muchos nortes, su relación con el sur y su cualidad permeable y fronteriza, de tránsito constante. Katia Rejón habla desde su experiencia personal para abundar en una península rodeada del misterioso halo de lo maya y su prestigio que está en la lengua y parece estar en la calma de las ciudades, en comunidades que podrían fundirse con la naturaleza. Antonio Moreno cronica momentos de relevancia cultural en el norte, con música de Juan Gabriel como fondo. Hay botas picudas, honestidad y margaritas. Mónica Nepote habla de las geografías, topografías y orografías como factores determinantes de un espacio y el otro, de lo que puede absorber la mente y el lenguaje si se encuentra rodeado de arena, de monte, de llanura, de cenotes, de sol. Las representaciones culturales surgen también del entorno. El paquete está ilustrado por Fermín Gutiérrez, pintor chihuahuense con una trayectoria importante y con un pincel alucinante, que convierte en figurativas las sensaciones del norte y los imaginarios de una comunidad. La invitación al recorrido está abierta.

Noche, Fermín Gutiérrez.

Ambiente: Sobre las energías renovables

México estuvo en un lugar relevante en sustitución energética y parecía a la vanguardia en las energías renovables. Hoy, la cosa ha cambiado radicalmente. El problema es que estaremos ahí en algún momento: tenemos que cambiar, pase lo que pase, porque el tiempo de las energías fósiles ha llegado ya a su fin. ¿Por qué no elegir ahora, este momento, para que en México haya energías menos contaminantes? En este paquete hablamos con los especialistas en la materia. Agustín Ávila-Casanueva y María Eugenia Monroy buscaron los vericuetos de las energías renovables para dar un panorama no sólo del lugar que ocupa México en ese tema, sino del lugar que podría ocupar. Además, Adrián Fernández —conocido ambientalista especializado en renovables, fundador de la Iniciativa Climática de México— ofrece una visión clara de qué significa una energía renovable y de por qué es el camino por el que debemos apostar. Para resolver el futuro y darle más y mejor vida a los habitantes del planeta, tenemos que actuar ahora.

Shutterstock

Sociedad nueva: Romper el techo de cristal

Se le dice “techo de cristal” aludiendo a algo que está por encima de lo demás, que es a la vez inefable y frágil, aunque presente; se le dice así, en parte, para disfrazar una realidad dura, que nos daña a todos: es imposible que las mujeres se midan con los hombres en igualdad. Los parámetros no son los mismos, las reglas cambian, los estímulos también. El éxito, para las mujeres, incluye que alcancen las mismas metas que los hombres y que lo hagan sin perder su “feminidad”. Que sean ricas, poderosas, talentosas, capaces, pero que lo sean hagan con una sonrisa en la boca y un cuerpo delgado, suave, sexy; que no desatiendan su labor de madres, de esposas; que sean generosas y dadivosas a la vez que hábiles para cerrar el mejor negocio o defender con entereza y claridad lo que desean. Se exige a las mujeres más que a los hombres y cualquier descalabro en el ámbito laboral, en las medidas del “éxito”, es mucho más costoso para ellas que para ellos. Tres mujeres explican con lucidez, cada una desde un terreno distinto, qué es este famoso techo de cristal y cómo es necesario empezar a medir las cosas de otra manera. Alejandra Ibarra Chaoul narra, a partir de la experiencia personal, el surgimiento del término y las consideraciones necesarias para mirar y entender lo que sucede en los ámbitos personal y profesional de las mujeres; la periodista deportiva Marion Reimers pone el dedo en la llaga al hablar del foco que solemos darle al discurso de género y demuestra que la puerta de entrada para las mujeres puede ensancharse; Irene Tello Arista, con cuidado filosófico, cuenta también sus experiencias propias y las de personas conocidas para analizar los problemas de percepción que afectan a las mujeres y que, a la larga, afectan a la sociedad, restándole voz a las mujeres; Viviana Kuri, desde el mundo del arte, revisa con cuidado lo que significan ese techo y ese cristal, esa presencia masculina y la imposibilidad de cumplir con todo. Las ilustraciones son de la extraordinaria Sofía Grivas: pequeñas historias de techos de cristal. Si queremos una transformación real para tener una sociedad más equitativa, en la que la mitad de la población pueda participar sin miedo, será importante replantearnos las reglas, modificarlas y pensar en las mujeres para construir el futuro. 

Sofía Grivas
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