Otro año que termina y los sucesos internacionales no paran. Desde el comienzo de la pandemia de covid-19, en este su tercer año, se esperaba que el problema terminara. No sólo no fue así, sino que el mundo se encuentra frente a un escenario de crisis múltiples: crisis sanitaria, económica, energética, alimentaria, ambiental, a la democracia y, por si fuera poco, una guerra en Europa por la invasión de Rusia a Ucrania desde el pasado 24 de febrero.

El año 2022 comenzó con un millón de contagios diarios por covid-19. La pandemia cambió la dinámica de las relaciones personales y laborales en todo el mundo. Con el uso de nuevas tecnologías nos acostumbraron a trabajar en forma remota y para muchas personas, este año en que se buscó regresar a laborar y estudiar en forma presencial, les ha ocasionado problemas y mayores contagios.

Cerramos diciembre en medio de una sexta ola de la pandemia a la que se le suman muchos casos de influenza y sinusitis. Muchos de los contagios son menos graves gracias a las vacunas, pero las mutaciones de covid-19 son tales que el número de contagios se ha incrementado fuertemente en estos dos últimos meses. Salvo en el caso de China donde se sigue la política de cero tolerancia a la pandemia, en la mayoría de los países la población está cansada del encierro y del uso del cubrebocas. Se confían y creen que el problema terminó, lo que no ayuda a que se ataque por otros medios.

La invasión de Rusia a Ucrania cambió las relaciones internacionales de múltiples maneras. En primer lugar, obligó a Estados Unidos y al gobierno de Biden a tener un mucho mayor activismo internacional que no se había dado el primer año de su administración. La alianza que se dio entre EUA y los países europeos para defender a Ucrania es un escenario que Vladimir Putin no calculó. Él pensaba que muy fácilmente y en muy poco tiempo se anexarían los territorios ucranianos, pero no contaba con la fortaleza del presidente Zelenski ni con la de su población. Con el apoyo internacional en lo económico y con armamento, los ucranianos han hecho una fuerte defensa de su territorio, aislando cada vez más a los rusos. Putin amenazó con utilizar armas nucleares y los países Occidente respondieron con sanciones que no sólo han afectado a los rusos. Las sanciones han tenido repercusiones en muchos otros países. En este conflicto, China ha desempeñado un papel de prudencia. A pesar de apoyar a Putin en algunas cosas, no ha lastimado sus relaciones con Occidente.

La amenaza de Putin hizo que un número importante de países de Europa del Este  solicitaran su entrada a la OTAN y la Alianza Atlántica que había sido cuestionada, por el contrario se ha fortalecido mucho más. Como una de las consecuencias, se ha vivido una enorme migración de los ucranianos afectados, particularmente a los países europeos en los que han recibido facilidades de estancia y trabajo. Algunos han optado también por migrar a Estados Unidos y Canadá.

La invasión rusa ocasionó también una crisis energética dado que los europeos importan el gas mayoritariamente de Rusia. Con la llegada del invierno, han tenido que buscar otras alternativas para no depender de Putin. Los precios tanto del gas como de la electricidad se dispararon como otra consecuencia. Además, se ha creado una crisis alimentaria dado que tanto Ucrania como Rusia son los grandes productores de granos como lo son el  arroz y el trigo que exportan a todo el mundo. Si ya como resultado de la pandemia se vivía una crisis económica global, con la invasión rusa se generaron también este año, altas tasas de inflación como no se habían tenido en los últimos 10 años, alcanzando niveles de 8 y 10 por ciento.

En este 2022 los efectos del cambio climático fueron mayúsculos, particularmente en el verano, como fueron los casos de las inundaciones en Pakistán y los terribles incendios en Estados Unidos y en Europa. Por la crisis ambiental y por intereses de países y empresas, no se ha logrado contener las emisiones de gases de efecto invernadero. Del 6 al 20 de noviembre tuvo lugar la COP-27 en Egipto, que tuvo un resultado positivo: la creación de un fondo para apoyar a los países pobres; aunque tampoco logró acuerdos para reducir las emisiones de gases.

En junio, la Suprema Corte de Justicia de Estados Unidos da un revés en el tema del aborto, enterrando su fallo de 1973, el caso Roe vs. Wade con lo que 14 estados republicanos prohiben ahora el aborto. Esto, sin duda, tuvo un efecto en las elecciones intermedias de noviembre a favor de los demócratas. El gobierno de Biden mantiene el Senado, lo que no se anticipaba en las encuestas de las principales casas encuestadoras.

Durante el mes de septiembre, Inglaterra vivió dos acontecimientos inesperados: la muerte de la Reina Isabel después de un reinado de 70 años y la caída de la primera ministra, Liz Truss, quien duró tan solo 45 días en su puesto, ocasionado graves daños a la economía británica. 

También, en septiembre, Irán vio por primera ocasión las manifestaciones y revueltas de las mujeres por la muerte de Mahsa Amini de 22 años. Murió a manos de policías que la encarcelaron y acusaron de violar la vestimenta de las mujeres por no traer velo. Estas manifestaciones no habían existido antes y hasta la fecha han empoderado fuertemente a las mujeres en ese país. 

En octubre, América Latina vivió un giro al Lula ganar las elecciones de Brasil. Regresa, después de haber estado encarcelado, como la mejor opción frente al expresidente Bolsonaro. Además de él, con Boric en Chile y Petro en Colombia, la región da un giro hacia la izquierda democrática que se diferencia de los países como Nicaragua, Venezuela y Cuba con regímenes autoritarios y dictatoriales. En este mes también, en China el presidente Xi Jinping, obtuvo su tercer mandato consecutivo al frente del Partido Comunista chino.

En noviembre se abrió una esperanza de paz para Etiopía: se firmó en Pretoria un acuerdo de cese de hostilidades, después de dos años de conflicto entre las autoridades etíopes federales y los rebeldes de la regional del Tigré en el norte del país. Como ya se mencionó, tuvieron lugar las elecciones intermedias en EUA en las que los republicanos ganaron, por un pequeño margen, la Cámara de representantes mientras que los demócratas mantienen el Senado. Por su parte, el latente conflicto entre China y Estados Unidos tuvo un relativo acercamiento tras la reunión entre Joe Biden y Xi Jingping en el marco de la reunión del G-20.

Cerramos diciembre con la destitución y encarcelamiento del presidente Pedro Castillo en Perú, quien después de haber dado un golpe de estado en contra del Congreso y violado la Constitución pierde el poder. El país vive una profunda crisis política desde el mandato de Alberto Fujimori (1990-2000) quien después de destruir las instituciones existentes, hereda una situación de inestabilidad que no logra resolverse hasta la fecha. Finalmente, el mundial de Qatar termina con la final entre Francia y Argentina.

Hasta aquí he señalado los principales eventos internacionales del año, son muchos los otros temas que no toco. Las relaciones internacionales siguen y en otro momento hablaremos de ellos. Adiós al 2022. EP

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