
El grupo México en el Mundo presenta una serie de textos sobre el entorno internacional contemporáneo y los ajustes estratégicos que México debe emprender para fortalecer su posición exterior.
El grupo México en el Mundo presenta una serie de textos sobre el entorno internacional contemporáneo y los ajustes estratégicos que México debe emprender para fortalecer su posición exterior.
Texto de Antonio Ortiz-Mena & Rocío A. Rivera Barradas 03/11/25

El grupo México en el Mundo presenta una serie de textos sobre el entorno internacional contemporáneo y los ajustes estratégicos que México debe emprender para fortalecer su posición exterior.
Al inicio de su segundo mandato, el presidente Donald Trump estableció sus prioridades de política comercial, las cuales han contribuido a generar un desorden internacional. El mundo vive tiempos de incertidumbre comercial no vista desde la era de la Gran Depresión.
El 20 de enero de 2025, el gobierno de Trump publicó el memorando Política de Comercio Estados Unidos Primero (America First Trade Policy), mediante el cual se instruyó al gabinete a realizar un análisis sobre las causas de los déficits comerciales de Estados Unidos y sus implicaciones económicas y de seguridad nacional; explorar la creación de un Servicio de Ingresos Externos para recaudar ingresos mediante aranceles; iniciar las consultas públicas sobre el Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC); revisar los acuerdos comerciales existentes para garantizar que su país tenga acceso recíproco, y revisar la relación comercial con China.
Un mes después, el presidente Trump publicó su estrategia económica para reforzar la seguridad de Estados Unidos por medio del decreto de política de inversión, la cual contempla la regulación de inversiones extranjeras y nacionales, con el objetivo de restringir la influencia de China en sectores estratégicos, mientras se fomenta la inversión de países aliados.
Finalmente, en agosto de 2025, el Representante Comercial, Jamieson Greer, esbozó en un artículo la posición del gobierno estadounidense en materia comercial. Sostiene que el sistema comercial internacional, existente bajo la Organización Mundial del Comercio (OMC), es inviable; que Estados Unidos ha sufrido pérdidas de empleos industriales e inseguridad económica, y que países como China se han beneficiado al aprovecharse de este sistema. Toda esta agenda de reformas forma parte de un proyecto para reindustrializar a Estados Unidos, atraer inversión extranjera directa, mejorar su acceso a mercados, y con ello restaurar la seguridad económica y nacional. Greer denomina a esta nueva estrategia como el “sistema de Turnberry”.1
La nueva política comercial hace caso omiso de los compromisos de Estados Unidos ante la OMC y en sus tratados de libre comercio, viola el principio multilateral de no discriminación y genera incentivos para la triangulación comercial. Un objetivo que busca Washington es de mejorar los términos de su balanza comercial, lo cual difícilmente va a suceder con las actuales políticas, dada la identidad macroeconómica: ahorro – inversión = exportaciones – importaciones. Para conseguir revertir el déficit comercial, se debe aumentar el ahorro respecto a la inversión, en lugar de imponer aranceles.
Durante lo que va de 2025, México, al igual que otros socios comerciales de Estados Unidos, ha recibido el impacto de los “aranceles recíprocos” que, en realidad, son aranceles impuestos unilateralmente por el gobierno estadounidense. Hasta agosto de 2025, Washington ha impuesto los siguientes aranceles a México:
A pesar de la imposición de dichos aranceles, la economía mexicana ha recibido el menor impacto en el PIB, pues actualmente posee la menor tasa de arancel efectivo comparada con los demás socios comerciales de Estados Unidos.2 Sin embargo, la incertidumbre sobre los aranceles sectoriales y el futuro del T-MEC mantiene a los sectores exportadores del país en una continua vulnerabilidad.
Canadá y México han adoptado una estrategia distinta con respecto a su principal socio comercial. Mientras Canadá respondió inicialmente con la imposición de aranceles de 25% a Estados Unidos —retirándolos después—, México ha decidido privilegiar el diálogo sobre las represalias comerciales. A pesar de que el gobierno mexicano ha sido “técnico” y el canadiense “rudo”, los resultados han sido similares.
El Primer Ministro canadiense, Mark Carney, del Partido Liberal, asumió el cargo el 14 de marzo de 2025. La sinuosa relación entre Canadá y Estados Unidos de los meses recientes, lo ha impulsado a buscar un mayor acercamiento con México. Tanto la Presidenta mexicana como el Primer Ministro canadiense han expresado su interés en preservar el tratado trilateral en lugar de buscar soluciones bilaterales con Estados Unidos.
También han buscado fortalecer la relación bilateral que, por años, ha sido de un potencial no materializado. En términos comerciales, Canadá es el segundo destino de las exportaciones mexicanas, con un valor de 33,000 millones de dólares. Asimismo, México se posiciona como el tercer país para las exportaciones de Canadá, después de Estados Unidos y China. No obstante, el valor de su comercio palidece frente al de sus intercambios con Estados Unidos. Canadá se encuentra entre los principales inversionistas en México, particularmente en los sectores de energía, manufactura, minería y servicios financieros.
Ante la revisión del T-MEC, que se contempla de septiembre de 2025 a julio de 2026, México debe mantener el diálogo con Estados Unidos con el objetivo de reducir o eliminar los aranceles sectoriales; mitigar la incertidumbre sobre el comercio y la inversión durante el periodo de revisión, y buscar mantener un enfoque trilateral, en lugar de que la revisión derive en acuerdos bilaterales con Estados Unidos.
Lo anterior no impide, sino refuerza la necesidad de que México reformule su relación con Canadá. Hay una oportunidad de fomentar mayores inversiones de Canadá en México, de incrementar importaciones agropecuarias canadienses para reducir la vulnerabilidad de las importaciones desde Estados Unidos, y de aumentar tanto la inversión mexicana en Canadá como sus exportaciones.
Hay temas de común interés, como procurar mayor coordinación bilateral para fortalecer los mecanismos de resolución de controversias del T-MEC y limitar las acciones unilaterales de Estados Unidos sobre supuestas amenazas a su seguridad nacional.3 EP