Entrevista exclusiva con el doctor Soberón, quien fue el primer secretario ejecutivo de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio) de 1992 a 2005.
Exclusivo en línea Entrevista con Jorge Soberón: “Conabio se ha dedicado a servir al país y a canalizar recursos a otros que sirven al país.”
Entrevista exclusiva con el doctor Soberón, quien fue el primer secretario ejecutivo de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio) de 1992 a 2005.
Texto de Eugenio Fernández Vázquez 05/11/19
La elección de una palabra puede cambiar destinos. En el caso de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), de la decisión entre hacerla “desconcentrado” o “descentralizado” dependen una antena de satélite, una red de cámaras trampa y de micrófonos de monitoreo de fauna, un cuerpo técnico muy sólido, un edificio y una infraestructura de análisis y recopilación de datos que han tomado un cuarto de siglo, la dedicación de cientos de personas y algunos miles de millones de pesos construir.
El andamiaje institucional de Conabio, la entidad de referencia en el país en materia de biodiversidad, está basado en dos de las bestias negras de esta administración: un fideicomiso y una comisión intersecretarial. El titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Víctor Toledo, explicó hace semanas que esa estructura no podía mantenerse, pero descartó que la institución fuera a desaparecer. Más bien, afirmó entonces, se convertiría en “un organismo público desconcentrado” de la dependencia que él dirige. Eso, según afirman quienes entienden del tema, sería disolverla en los hechos, ya que los desconcentrados no tienen patrimonio propio, pero nadie se preocupó demasiado en ese momento.
Los involucrados en el proceso y quienes lo han seguido de cerca lo consideraron una imprecisión, no una decisión tomada. En realidad, sostienen fuentes que conocen de primera mano esas discusiones, la opción que se había dado por segura era que se trataría de un organismo público descentralizado, una figura que la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal ubica dentro de la administración pública paraestatal y que sí tiene autonomía jurídica y patrimonio propio.
Esas mismas fuentes afirman que entre lunes y martes se avisó verbalmente a la Comisión –sin que hubiera nada por escrito- que se había echado marcha atrás en esa decisión, y que Conabio se convertiría en un organismo desconcentrado. Entre quienes supieron muy rápidamente esa información estaba Jorge Soberón, que fue secretario ejecutivo de Conabio entre 1992 y 2005, y que es hoy investigador en la Universidad de Kansas, en Estados Unidos.
Soberón reaccionó publicando un párrafo en la página de un grupo en Facebook que fue compartido cientos de veces (las publicaciones del Biodiversity Informatics Training Curriculum suelen tener apenas una docena de likes) e iniciando una petición en línea que juntó cerca de mil firmas por hora durante su primer día en línea. Semarnat reaccionó emitiendo un comunicado firmado por Víctor Toledo en el que afirma que siguen sobre la mesa las dos opciones –que sea un desconcentrado o un descentralizado-, y con eso la tormenta se apaciguó hasta cierto grado.
Para entender un poco qué fue lo que ocurrió y qué es lo que implica, Este País entrevistó al doctor Soberón. En entrevista, explicó que ve salidas posibles y sencillas para garantizar el futuro de Conabio, y pidió fortalecerla en el futuro, no disolverla en la secretaría.
Eugenio Fernández Vázquez (EFV): ¿Para qué sirve Conabio?
Jorge Soberón (JS): Conabio sirve para darle a nuestro país, a los tomadores de decisiones y cada vez más a la sociedad, información sobre la biodiversidad del país, sobre qué y cuál es, dónde está, cómo cambia, qué factores la afectan, etcétera. Se creó como dependencia gubernamental en 1992 con el mandato específico de inventariar y monitorear la biodiversidad. Por ejemplo, tiene una antena de satélite propia que sirve para monitorear la actividad fotosintética en el mar, el estado de los bosques, los incendios forestales y cosas similares. También ha tejido alianzas con otros actores, y tiene cámaras y micrófonos que le permiten monitorear a la fauna en el territorio nacional.
La Conabio diariamente le da al gobierno información para evaluar los estudios de impacto ambiental, especies invasoras, y otras. Tiene relación con las secretarías de Medio Ambiente, Salud y Agricultura, y es Conabio quien lleva la agenda internacional de México sobre biodiversidad, por lo que también tiene mucha relación con la Secretaría de Relaciones Exteriores. Tiene páginas para niños y una red ciudadana de monitoreo de aves, además de Naturalista, que es otra red de observación ciudadana. Es decir, los ciudadanos las hacen, y es Conabio quien tiene los servidores y las páginas web y quien las anima.
Además, Conabio es uno de las dos principales agencias que dan fondos a la investigación científica de México. En algún tiempo, de hecho, Conabio dio más dinero a los científicos del área de biología sistemática que el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
Tiene una forma un poco excepcional, porque combina un organismo estrictamente gubernamental, que es la Comisión Intersecretarial para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad, presidida por el presidente e integrada por diez secretarios de Estado y un coordinador nacional, con un fideicomiso privado, que es el fideicomiso Fondo para la Biodiversidad.
El fideicomisario del Fondo es Nacional Financiera, y tiene un comité con ONG y en el que está representado el gobierno. Además, se hacen auditorías anuales. Siempre ha sido objeto de la vigilancia de la Secretaría de Hacienda y de la Oficialía Mayor de Semarnat, precisamente por esa estructura sui generis, pero en los hechos Conabio es más transparente que el grueso del gasto público en México.
EFV: ¿Por qué es un problema o una ventaja este esquema?
JS: La razón de fondo que hace este esquema incómodo es que Conabio se sale del control del gobierno. Conabio recibe dinero privado nacional e internacional en cantidades sustantivas, pero el gobierno aporta el grueso de los recursos para ese fideicomiso. Estos recursos salen de la partida de donativos del presupuesto federal y una vez egresados ya no son tratados como fondos públicos.
Ahora, quien quiera ver los resultados, ahí están. Son muy importantes, y han permitido desde permitir comerciar con legalidad bienes como pieles de cocodrilo, que son muy monitoreadas a nivel internacional, gracias a CITES, hasta trabajos sobre salud, agricultura, control de incendios, manejo de especies invasoras, y multitud de cosas más.
Con todo y esos resultados, a mucha gente no le gusta que haya dinero gubernamental que no está bajo control gubernamental. Está bajo control del comité técnico del fideicomiso, que está formado por la directora del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático, el Procurador de Medio Ambiente, un representante de la UNAM (acude el director del Instituto de Ecología de esa institución) y una ONG, que casi siempre ha sido Pronatura.
EFV: ¿Por qué está bien que el gobierno tenga una dependencia que no controla?
JS: La controla en cierta medida, porque ahí está el comité técnico del fideicomiso, pero en todo caso la prueba del volumen y calidad del pastel está en el pastel mismo: Conabio se ha dedicado a servir al país y a canalizar recursos a otros que sirven al país.
Le ha canalizado cientos de millones de pesos a las instituciones de investigación de México, que se ha destinado a trabajo de campo, a conservación, a monitoreo, a proyectos con comunidades. Tiene un proyecto grande sobre especies silvestres parientes de especies agrícolas, otro sobre cómo funcionan los métodos tradicionales de agricultura que suelen ser más sustentables que lo industrial.
Hay quien ve mal esa independencia, pero yo creo que la independencia no está mal, que ha permitido tener resultados muy importantes. En México estamos muy dados a trabajar bajo tlatoanis o reyes, pero en cuanto a alguien se le da un poco de independencia, salen cosas padres.
EFV: ¿Qué está pasando entre Semarnat y Conabio?
JS: Está pasando que cambió el gobierno y este gobierno decidió que ya no va a haber comisiones intersecretariales ni fideicomisos privados. Yo creo que es una mala decisión, pero ellos tienen la legitimidad para hacerlo.
Se abren tres posibilidades: convertir a Conabio en un órgano desconcentrado, que no tiene patrimonio propio ni personalidad jurídica. La otra opción es un organismo descentralizado, que sí tiene patrimonio propio y personalidad jurídica propia. Ese descentralizado es lo que Conabio dijo que era la mejor opción. Ya se había aceptado por Semarnat que ésa iba a ser la salida. La tercera posibilidad es muy teórica y nadie la ha tomado en serio. Las dos que se han tomado en cuenta son esas dos.
Todo lo que estoy diciendo yo lo sé por gente que ha estado en las reuniones, pero he buscado documentos y no los he encontrado, y me han afirmado muchas veces que no hay documentos sobre esto.
El lunes o martes, Semarnat le dijo a la Conabio que ya no iba a ser un descentralizado, que iba a ser desconcentrado. Yo por eso decidí que no podían las cosas seguir así y quise hablar yo por mi parte.
Con las cosas como se plantean, Conabio va a desaparecer. El secretario ha prometido que el patrimonio que cede Conabio con el cambio lo va a reasignar. Pero, ¿qué pasa cuando cambie el secretario? Conabio perdió su patrimonio y se quedó sin personalidad jurídica, y en cambio queda a merced de lo que Semarnat quiera. Eso es un error grave que va a acabar con una institución que ha funcionado muy bien.
Sin ir más lejos, cuando Obama consideró crear una Agencia de Biodiversidad el ejemplo que iba a seguir era Conabio. México es ejemplo en América Latina y en África por la estructura de Conabio, y en cambio ahora lo vamos a convertir en una partecita del gobierno. No hay razón alguna de romper algo que funciona bien para sustituirlo con quién sabe qué cosa.
EFV: Una respuesta a eso es que el gobierno tiene un mandato de las urnas y necesita que todas sus instituciones respondan a ese mandato
JS: Sí, y yo entiendo que hay un nuevo gobierno y la gente votó por ellos, pero hay alternativas que son menos malas, que permiten mantener la fortaleza de la institución. La ley orgánica de la administración pública permite convertirla en un órgano descentralizado, lo que le daría autonomía y presupuesto propio.
El secretario Toledo ha hablado de ambas posibilidades –de un órgano desconcentrado o de un descentralizado- con la conjunción “o” en medio, como si fueran equivalentes. No lo son, pero si los considera equivalentes, intercambiables, pues que escoja descentralizado y se acabó el problema.
EFV: Si es una entidad dedicada al conocimiento, ¿por qué no hacerla centro Conacyt?
JS: Esa opción se le presentó a la secretaría, que fuera un descentralizado a Conacyt, no a Semarnat, pero Semarnat la descartó.
EFV: Hay diez secretarías en Conabio. ¿Por qué sólo Semarnat está metida?
JS: En teoría están todas, y al inicio de Conabio las diez secretarías participaban, pero después dejaron de hacerlo. En 93 o 94, y Hacienda decidió que la única que iba a aportar presupuesto era Semarnat y tal vez ésa sea la razón. Pero formalmente son los diez, y los diez y el presidente tendrán que firmar lo que pase con Conabio. Con todo, aunque se convoca a todos los secretarios, muchas veces no participan.
Con las secretarías con las que Conabio tiene realmente relación son Semarnat, en primer lugar; en segundo lugar Sader, por los transgénicos y las especies invasoras; esporádicamente Salud, porque tiene información sobre especies que son reservorios de enfermedades, como ratones o murciélagos, y Relaciones Exteriores, porque la cancillería decidió de manera casi implícita que iba a soltarle a Conabio la agenda internacional vinculada con la biodiversidad, que es mucha. Eso fue un proceso, no les gustaba, pero poco a poco fueron soltando cuando vieron que Conabio lo hacía bien, y ha funcionado.
EFV: l tono de la discusión ha sido muy ríspido. Parecieran adversarios que no están en el mismo barco.
JS: En primer lugar, yo respeto mucho a Víctor Toledo como etnoecólogo. Es el mejor etnoecólogo de México. Yo por él como científico tengo mucho respeto y mucha admiración, y uso y cito su trabajo. Desafortunadamente se salió de la academia para aceptar ser secretario. Me parece que se sacó la rifa del tigre y no se dio cuenta del tamaño que tenía el animalito que se ganó. Ser secretario de Medio Ambiente en un gobierno como éste, al que el medio ambiente no le interesa en lo más mínimo, con megaproyectos no consensuados pero que requieren la aprobación del titular de Medio Ambiente, no lo debe de tener feliz. Pero él es la cara de la institución. Las decisiones son su responsabilidad.
Yo no digo que sea él quien toma las decisiones, pero él es quien da la cara. En lo que toca a Conabio, él se echó para atrás de una decisión consensuada, aceptada, y dijo que no al descentralizado y sí al desconcentrado. Eso es una falta de seriedad. Y como él es un funcionario público que está sujeto a la crítica de otros ciudadanos, pues ni modo. Así son las cosas.
Yo ahora soy profesor universitario y soy muy libre de hablar como y con quien yo quiera. Yo he suavizado las cosas porque me dijeron que me pasé de tono, pero hablo como un privado y a nombre mío. Toledo contesta con un comunicado en el que dice que hay la opción entre desconcentrado o descentralizado, pero que elige la primera opción se lo dijo a La Jornada, en una entrevista con Angélica Enciso. Yo no sé si revisó la ley y vio la diferencia entre ambas, pero claro que hay diferencia, y la ley hay que tomarla en serio. Y luego encima le pide a Sarukhán que le conteste, cuando el que ha sacado desplegados y lanzado peticiones fui yo. Yo por eso le respondí a él.
Yo considero esto una cosa personal. Yo le di trece años de mi vida a la Conabio y por poco me cuesta mi familia. Trabajaba jornadas de doce, trece horas diarias, junto con tantos otros, colegas y amigos, docenas de mexicanas y mexicanos comprometidos que han dedicado su vida a la Conabio. ¡Y de repente la desconcentran, que es equivalente a destruirla! Y así es, aunque Semarnat aparente que no. No se puede uno quedar impávido.
EFV: Se habla de que es un problema entre grupos políticos
JS: No es un problema entre grupos políticos. En México nos gusta siempre sospechar que todo es una bronca política. Yo no veo tal. Si quieren preguntarle al coordinador nacional de Conabio, tal vez sería buena idea, pero yo estoy seguro que no es un asunto político. Es una simpleza administrativa y una incapacidad de hacer las cosas de manera amistosa, leal y transparente.
Optaron por el desconcentrado, y creo que la verdadera razón es que quieren la antena de satélite, el cluster, etcétera; quieren que esté en Semarnat y controlar a la institución y su patrimonio. Prefieren tener el control que no tenerlo. Para un burócrata eso es mil veces preferible.
EFV: ¿Qué salida queda?
JS: Yo creo que es muy simple: Semarnat puede decir sin demasiada cosa y manejándolo de manera que no queden mal, que van a hacer un descentralizado. Éste es un tema de técnica jurídica de la administración pública, ¿a quién le interesa? Toledo puede decir que lo correcto es que se haga según el artículo 45 de la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal. En ese momento se acaba la bronca. ¿Qué más? Mira, por lo que me toca, yo pido disculpas por haber sido tan irrespetuoso. Lo que les toca a ellos es sencillísimo. No tienen ni que decir que consideraron lo otro.
En el tiempo que trabajé en el gobierno vi esto muchas veces. Cositas convertidas en problemones porque alguien consideraba que perdía su dignidad si reconsideraba una decisión. Si además ya se puso que están las dos opciones sobre la mesa, que escoja descentralizado. EP
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