La frontera entre Estados Unidos y México en la era Trump-Sheinbaum

El grupo México en el Mundo presenta una serie de textos sobre el entorno internacional contemporáneo y los ajustes estratégicos que México debe emprender para fortalecer su posición exterior.

Texto de 29/10/25

El grupo México en el Mundo presenta una serie de textos sobre el entorno internacional contemporáneo y los ajustes estratégicos que México debe emprender para fortalecer su posición exterior.

El tema de la frontera entre Estados Unidos y México, de 3210 kilómetros, como ejemplo de convivencia e interacción y, en específico, de la cooperación fronteriza, ha desaparecido de la agenda bilateral. Ha sido sustituido por una narrativa en la que la frontera es sinónimo de caos, ilegalidad y criminalidad que propicia la adopción de medidas extraordinarias y, en ocasiones, violatorias de la ley.

La tendencia actual de visión y medidas en la zona fronteriza, va en sentido contrario a los esfuerzos realizados en los últimos años para contar con una frontera no solo más segura, sino más eficiente y moderna que incremente la convivencia entre las ciudades gemelas a lo largo de la misma, respete el medio ambiente, agilice los intercambios comerciales y sea ejemplo para el mundo de lo que debe ser el diseño y la operación de un límite fronterizo. 

Esta tendencia a enfocar el tema de la seguridad en el análisis y la adopción de medidas en la frontera, si bien importante, parece ir en detrimento de una visión positiva de la misma y subsumir varios de los temas relevantes. Por ejemplo, casi ha desaparecido el tema de la preservación del medio ambiente con la construcción del muro fronterizo y el énfasis en el importante saneamiento del río Tijuana, pero sin trabajar en el tema de aguas subterráneas compartidas, contaminación del aire y tráfico ilícito de especies en vías de extinción. Los asuntos relevantes relacionados con la frontera se pueden agrupar de la siguiente manera: 

Infraestructura

Es absolutamente indispensable la mejora de la infraestructura fronteriza en diversos aspectos. El primero de ellos es el mejoramiento en los cruces y puertos fronterizos. Hay 57 de ellos con diversas funciones: unos privilegian el cruce de personas, otros el de mercancías, y algunos más están especializados en el comercio agrícola y ganadero. Desde 1983 se estableció el grupo de trabajo sobre cruces y puentes fronterizos que incluye no solo a las autoridades federales, sino también a las locales y a los grupos o stakeholders en este tema. La última reunión del grupo se llevó a cabo el 10 y 11 de junio de 2025. Hay poca información al respecto, pero muchas fotografías, y siguió en la agenda la apertura de la garita Mesa de Otay Este o II. 

Otro aspecto importante es la posibilidad de desarrollar infraestructura compartida. El ejemplo más exitoso ha sido Cross Border Xpress. Ante la imposibilidad física de la ampliación del aeropuerto de San Diego, Tijuana se ha convertido en la alternativa para operar un mayor número de vuelos, con un mecanismo de cruce ágil y eficiente entre las dos ciudades. Para el futuro, es indispensable desarrollar el proyecto de un tren, posiblemente eléctrico, que conecte a ambas ciudades, cuyo nivel de integración es muy alto. 

Es absolutamente indispensable coordinar la ampliación de los sistemas de saneamiento de aguas para evitar la repetición del caso del río Tijuana que estuvo a punto de evitar la ratificación del Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Pero la contaminación de las aguas no se produce solo entre Tijuana y San Diego, pues el problema se presenta también en los dos Laredos, en Ciudad Juárez/El Paso, y en otras ciudades vecinas y gemelas. 

Otro tema en materia de infraestructura es la interconexión eléctrica para el apoyo mutuo en caso de crisis energética en alguno de los lados de la frontera. 

Además, un reto enorme es la actualización y la compatibilidad de la tecnología en los puertos y cruces fronterizos, en especial en las aduanas de ambos países. 

Medio ambiente y agua

El marco jurídico para la cooperación fronteriza en estos temas es el Tratado de Aguas de 1944 para distribuir las aguas de los ríos Bravos y Colorado, y crear la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA), así como el capítulo medioambiental del T-MEC. Dicho Tratado establece las cantidades de agua a recibir y a entregar por parte de ambos países, tanto del río Colorado como del Bravo, en periodos quinquenales. En los últimos años, Estados Unidos no ha entregado a México el agua acordada del río Colorado. México también se ha rezagado en la entrega de las cantidades acordadas. El actual periodo quinquenal inició en octubre de 2020 a concluirá en octubre de 2025. Ante la amenaza del gobierno de Donald Trump de imponer aranceles adicionales a México por el incumplimiento de la entrega de los faltantes de agua, en abril de 2025 se acordó un mecanismo para entregar entre 400 y 518 millones de metros cúbicos de agua a Estados Unidos, una vez satisfechas las necesidades de consumo humano y agrícolas. 

Las reiteradas crisis por incumplimientos en la entrega de aguas por la sequía y la falta de seguimiento oportuno del cumplimiento de los compromisos, hace necesario un monitoreo más estricto y una mayor coordinación entre autoridades federales y locales, así como con los agricultores y ganaderos para alcanzar el cumplimiento del Tratado de Aguas. De otra manera, su incumplimiento llevaría a una renegociación del mismo que, en estos momentos, no es conveniente. 

Por otra parte, México ha sido omiso en denunciar el impacto que la construcción del muro fronterizo de Trump ha tenido sobre el medio ambiente, en particular sobre áreas delicadas, como el Desierto Sonora-Arizona, ya que ha afectado negativamente, sobre todo a especies endémicas. Lo mismo se puede afirmar sobre la zona del Valle del Río Grande. 

Diálogo político

La Conferencia de Gobernadores Fronterizos, establecida en 1980, no se ha reunido en los últimos años, lo que ha afectado la visión de un área común compartida. Las que funcionan con bastante eficiencia son la Comisión Sonora-Arizona y la Comisión de las Californias. Sin embargo, es mucho más complejo el diálogo entre Texas y los cuatro estados mexicanos con lo que comparte frontera: Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas. La revitalización de la Conferencia de Gobernadores, sumando a los senadores fronterizos de ambos países, facilitaría el diálogo y la adopción de decisiones que atiendan las prioridades locales que, la mayoría de las veces, no son las mismas que las de Ciudad de México y Washington. EP

El análisis independiente necesita apoyo independiente.

Desde hace más de 30 años, en Este País ofrecemos contenido libre y riguroso.

Ayúdanos a sostenerlo.

Relacionadas

DOPSA, S.A. DE C.V