
Carlos Heredia Zubieta, miembro del grupo México en el Mundo, analiza el inesperado ascenso de Mark Carney al liderazgo del Partido Liberal y su llegada al poder en Canadá.
Carlos Heredia Zubieta, miembro del grupo México en el Mundo, analiza el inesperado ascenso de Mark Carney al liderazgo del Partido Liberal y su llegada al poder en Canadá.
Texto de Carlos Heredia Zubieta 14/05/25
Carlos Heredia Zubieta, miembro del grupo México en el Mundo, analiza el inesperado ascenso de Mark Carney al liderazgo del Partido Liberal y su llegada al poder en Canadá.
Si alguna vez fue certera la frase “La persona correcta, en el momento necesario”, se aplica totalmente al hoy Primer Ministro de Canadá.
Apenas al inicio de 2025, el Partido Liberal enfrentaba un contexto muy complicado en el camino hacia la renovación del poder. Tras casi diez años del gobierno liberal de Justin Trudeau había hartazgo. Muchos ciudadanos se quejaban de una economía estancada, de una inflación más elevada y una mayor deuda pública; parecían listos para relevarlo por el candidato conservador.
Trudeau se dijo listo para renunciar. Surgió entonces en el escenario Mark Joseph Carney (Fort Smith, Territorios del Noroeste, 16 de marzo de 1965), quien se convertiría el 9 de marzo en el nuevo líder del partido. Trudeau hizo efectiva su renuncia el 14 de marzo y convocó a elecciones federales para el 28 de abril de 2025. Una mayoría de los electores canadienses hizo entonces un triple acto de fe votando por Carney:
Aunque parezca absurdo, quizá ninguna de las dos. Una abrumadora mayoría de los canadienses afirma que el factor decisivo fue ¿quién puede defender mejor los intereses de Canadá frente a Donald Trump?
Poilievre quedó descolocado: inicialmente diseñó una campaña contra Trudeau como rival y ostentando como un activo la pretendida cercanía suya y de su partido respecto a Trump. Esos dos factores resultaron erróneos. Entonces Trump le estropeó la fiesta al candidato conservador.
El presidente de Estados Unidos le ha dicho al mundo una y mil veces que quiere anexionar Canadá para convertirla en el estado 51 de la unión americana, comprar Groenlandia y “recuperar” el Canal de Panamá.
Las declaraciones de Trump fueron letales para Poilievre, quien tomó distancia del discurso trumpista, pero ya no se pudo levantar; era demasiado tarde. En contraste, Carney asumió a fondo el rol del nacionalista que defiende los valores y reafirma el sentido de pertenencia: lo que significa hoy ser canadiense.
El título de este artículo, “¡Los codos arriba!”, viene precisamente de un legendario jugador canadiense de hockey sobre hielo, Gordie Howe, sugiriendo un enfoque combativo y asertivo ideado para defenderse en las esquinas de la pista de hielo. En la política, transmite resiliencia y determinación de los canadienses para defenderse frente a los ataques del bully estadounidense.
Carney grabó un video donde toca estas fibras sensibles. Aparece platicando con Mike Myers, actor canadiense y estrella de Hollywood, viendo un juego de hockey sobre hielo. Ambos reafirman un mensaje clave: las señas de identidad canadiense conforman un patrimonio entrañable e imperdible.
Se puede haber vivido muchos años fuera de Canadá, pero la identidad canadiense se lleva consigo en cualquier lugar y en todo momento. Por encima de todo, prevalece la determinación y certeza de que Canadá seguirá existiendo para siempre (There will always be a Canada / Il y aura toujours un Canada) y que el país está más allá del capricho expansionista de Trump.
Durante la campaña, la pulida formación de Carney en Harvard y Oxford y su experiencia en negocios y finanzas internacionales fueron vistas como la preparación óptima para enfrentarse en su nombre al matón estadounidense. Él generó una narrativa valiente y atractiva para los canadienses:
El Partido Liberal con Carney como abanderado ganó la elección federal con 43.7 % de los votos y 49.3 % de los asientos, mientras que los conservadores alcanzaron 41.3 % de los votos y 42.0 % de los asientos. La suma de los asientos de ambos partidos supera el 90 % de los asientos en el Parlamento.
La tasa de participación fue de 68.7 %, con 19.6 millones de votos válidos de un total de 28.5 millones de electores registrados. El líder conservador perdió su asiento en la región de Ottawa, pero gracias a la renuncia de un miembro del parlamento electo en una circunscripción conservadora en Alberta, contenderá en una elección especial de modo que Poilievre tenga un asiento en el Parlamento para renovar su liderazgo.
El gran derrotado es el Nuevo Partido Democrático (NDP / NPD), que con 6.3 % de la votación sólo obtuvo el 2 % de los asientos y perdió su estatus oficial de partido político por no conseguir el mínimo de 12 escaños.
Algunos analistas han hecho ver que la mayor parte del electorado canadiense se ubica en el espectro del centro a la centroizquierda moderada. Los liberales han estado en el gobierno un poco más de 22 años de los últimos 32. En esta elección, la suma de los escaños del tercero y cuarto lugar, el Bloque Quebequense y el NDP, fue de 30. Los conservadores sólo han conseguido ganar cuando la suma del tercero y cuarto lugar exceden los 80 escaños y le restan muchos votos al Partido Liberal.
Los liberales deberán conseguir 3 votos para alcanzar los 172 que necesitan para formar mayoría, con el NDP o con el Bloque Quebequense. Ninguno de ellos tiene interés en desestabilizar al gobierno de Carney, así que eso garantiza un mínimo de estabilidad. Pero ese no es el único problema que enfrenta el Primer Ministro.
Continúa la estrategia de control de daños. En su visita a la Casa Blanca, el 6 de mayo, Carney le soltó a Trump: “Usted como desarrollador inmobiliario sabe que hay edificios que no están en venta, como la Casa Blanca… pues Canadá tampoco está en venta”. Lo que resulta crucial es la agenda para Canadá: construir soluciones a la recesión, el elevado desempleo, la inflación creciente y las múltiples puertas cerradas para los jóvenes, incluyendo el alquiler y la compra de vivienda.
Asimismo, el 27 de marzo, Carney colocó sus activos privados en un fideicomiso ciego, para evitar posibles conflictos de interés o beneficios indebidos para las compañías donde se desempeñó previamente, pero los cuestionamientos en este tema seguramente continuarán.
Carney será el anfitrión de la Cumbre de Líderes del Grupo de los 7, que se celebrará del 15 al 17 de junio de 2025. Circula información no confirmada de que tendría entre los líderes invitados a la presidenta Claudia Sheinbaum. Ello sería un mejor augurio que las declaraciones previas a la elección del 28 de abril, por parte de los primeros ministros provinciales de Alberta y de Ontario, ambos conservadores, en el sentido de establecer un nuevo pacto entre Canadá y EUA, sin la participación de México. EP