China: una época de definiciones para la política exterior de México

El grupo México en el Mundo presenta una serie de textos que abordan los desafíos para la política exterior de México al inicio de la nueva era Trump.

Texto de 19/02/25

El grupo México en el Mundo presenta una serie de textos que abordan los desafíos para la política exterior de México al inicio de la nueva era Trump.

Array

El gobierno estadounidense, con el retorno de Donald Trump, promete seguir una política de contención de China, que cuenta con un amplio respaldo bipartidista en Estados Unidos. Es una prolongación de la guerra comercial desatada por el mismo Trump en 2018, con una tregua acordada con Beijing en enero de 2020, la que continuó durante el gobierno del presidente Joseph R. Biden, pero que ya no se daría en la forma de aranceles punitivos contra China y su respuesta con la misma moneda, sino mediante la prohibición selectiva de empresas chinas para que operen en Estados Unidos. El conflicto comercial de hace 6 años ha dado paso a una lucha por la hegemonía tecnológica entre las dos economías más grandes del mundo.

Independientemente de que, a partir de enero de 2025, Washington imponga realmente o no los aranceles punitivos prometidos por Trump durante su campaña electoral, puede asegurarse que continuará la rivalidad geopolítica sinoestadounidense. Esto puede afectar negativamente el robusto dinamismo de los intercambios económicos ⸺comerciales y de inversiones⸺ existentes entre China y México en los últimos años. En caso de que la política exterior de nuestro país tuviera que plegarse a las exigencias de Estados Unidos para que contenga a China, como ocurrió por 22 años a partir de octubre de 1949, la posibilidad de que se logre un viejo sueño mexicano de diversificar sus vínculos económicos, financieros, turísticos y culturales con la región de Asia Oriental, podría terminar en un mero espejismo. 

Triángulo China-Estados Unidos-México

Los intercambios trilaterales de comercio entre estos tres países han registrado las siguientes tendencias a partir de los aranceles de importación que Estados Unidos impuso a China en 2018. La participación de China en el total de las importaciones estadounidenses ha decrecido de manera significativa, en tanto que la de México ha aumentado hasta el grado de que ya desplazó a Beijing como el proveedor número uno del mercado estadounidense. Por otro lado, las exportaciones chinas a México han crecido, aunque apenas representan alrededor del 8 % del total de las ventas chinas al mundo. 

Esos cambios podrían indicar que China está canalizando las exportaciones mediante terceros países para evitar las sanciones que Washington le impone, y que uno de ellos sería México, convertido así en “país conector”. Este tipo de interpretaciones se basa en un análisis de cifras demasiado agregado; los flujos comerciales trilaterales deberían analizarse a un alto nivel de desagregación para determinar con certeza cuánto, por ejemplo, han aumentado las exportaciones mexicanas a Estados Unidos como resultado de una tendencia inercial y cuánto por un fenómeno de desviación. Obviamente, en las cadenas de valor del comercio entre Estados Unidos y México, ambas partes adquieren insumos provenientes de terceros países a precios bajos con el fin de reducir sus costos internos de producción. Probablemente, este tipo de fenómenos está detrás de la amenaza del próximo gobierno estadounidense de imponer aranceles de 25 % a todos los productos que procedan de México.

El trípode Beijing-Seúl-Tokio 

Más allá de hasta dónde puedan ejecutarse las amenazas del Presidente electo de Estados Unidos contra nuestro país, es necesario que desde ahora se planteen acciones para resistir tales presiones. La propuesta de una estrategia político-diplomática que a continuación se presenta, tiene como hipótesis inicial la de que conviene a los intereses nacionales fomentar un creciente acercamiento económico con China, sin menoscabo de la fuerte y la variada interdependencia económica y social habida entre Estados Unidos y México.

Se trata de la adopción de un enfoque de política exterior que cubra a China, Corea del Sur y Japón, países con los que México tiene relaciones de larga data, y cuyo dinamismo económico ha sido motor para el comportamiento de la economía mundial. Por otro lado, tanto Saúl como Tokio tienen tratados de seguridad con Washington y una intensa interdependencia comercial, financiera y tecnológica.

México tiene embajadas en esos tres países, tres consulados generales en China y en Hong Kong, y una oficina de intereses en Taipéi. Por tanto, por medio de la Secretaría de Relaciones Exteriores, podría trabajarse un entramado de información y de acción diplomática tripartita que sirva a los numerosos órganos estatales y privados involucrados en intercambios de toda índole con el trípode de países señalado. 

Asia Oriental

Ese primer círculo subregional se expande en Asia-Pacífico mediante la Asociación Económica Integral Regional (RCEP), que entró en vigor en junio de 2023 y cuya meta es la formación de una zona de libre comercio de nueva generación. La forman las diez economías de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ANSEA), más China, Corea del Sur y Japón, de Asia, y Australia y Nueva Zelanda, de Oceanía. 

México tiene seis embajadas en los diez países miembro de la ANSEA, más dos en Oceanía. Es necesario que nuestro gobierno desarrolle una diplomacia coordinada hacia esos quince países, con la triada Beijing-Seúl-Tokio como el núcleo de nuestros intereses en Asia. En lo multilateral, está el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), al que pertenece México, aunque lo ha descuidado en los últimos 6 años, y en el que también está Estados Unidos. La cooperación económica de Asia-Pacífico es muy amplia, pero no formalizada en algún tipo de bloque; su importancia estriba en el diálogo político interestatal al más alto nivel entre veintiún economías (dos no son estrictamente países).

Conclusión 

El desarrollo de México exige diversificar geográficamente sus intereses y hacerlo en espacios económicos y políticos que ejerzan liderazgo. El nacionalismo extremo que parece adquirirá el próximo gobierno estadounidense representa serios peligros para la estabilidad de nuestro país. Una manera de amortiguarlos es ampliando su radio de acción a un conjunto de países donde estén involucrados geopolíticamente potencias como China y Estados Unidos, que además de emergente es una potencia tecnológica, más otras economías avanzadas, como Australia, Corea del Sur, Japón y Nueva Zelanda. EP

Lee y descarga el documento Desafíos para la política exterior de México al inicio de la nueva era Trump.

Este País se fundó en 1991 con el propósito de analizar la realidad política, económica, social y cultural de México, desde un punto de vista plural e independiente. Entonces el país se abría a la democracia y a la libertad en los medios.

Con el inicio de la pandemia, Este País se volvió un medio 100% digital: todos nuestros contenidos se volvieron libres y abiertos.

Actualmente, México enfrenta retos urgentes que necesitan abordarse en un marco de libertades y respeto. Por ello, te pedimos apoyar nuestro trabajo para seguir abriendo espacios que fomenten el análisis y la crítica. Tu aportación nos permitirá seguir compartiendo contenido independiente y de calidad.

DOPSA, S.A. DE C.V