Todo el mundo tiene un pódcast. O, al menos, escucha uno. El periodista Luis Mendoza reflexiona sobre uno de los productos culturales más consumidos durante el confinamiento en América Latina: Spotify agregó 150,000 pódcasts tan solo en mayo de este año.
Todo un mundo por oír
Todo el mundo tiene un pódcast. O, al menos, escucha uno. El periodista Luis Mendoza reflexiona sobre uno de los productos culturales más consumidos durante el confinamiento en América Latina: Spotify agregó 150,000 pódcasts tan solo en mayo de este año.
Texto de Luis Mendoza Ovando 18/12/20
El presente texto es resultado de una colaboración entre Contextual MX, que desde Monterrey se suma a la descentralización con una perspectiva local, atípica y contextual, y Este País.
El mundo se colapsó con la pandemia y los sucesos de afuera —what a concept— se (nos) llenaron de incertidumbre, de indecisiones gubernamentales, de semáforos de colores misteriosos, de muertos que se cuentan y se cuentan y nos volvimos sólo testigos de ese relato de la curva de nunca aplanar.
Todo esa angustia acumulada por meses, con la esperanza cada vez más real de una vacuna, aprendió a vivir con el anhelo de que esto iba a pasar y que la normalidad encontraría nuevamente su rumbo con la misma magia que los platos sucios aparecen en el fregadero.
Pero todas esas cavilaciones que se sienten tan cuerdas en los adentros aterrizan y toman su justa dimensión al momento de picar cebolla para hacer la comida o doblar la ropa. En lo cotidiano se nos aparecen ausencias y necesidades. Ausencia de intimidad para quienes hemos estirado los límites de la convivencia con quienes compartimos casa y necesidad —ahí sí que para todos— de otras voces que nos acompañen porque las que conviven en el universo confinado de cuatro paredes ya no alcanza. Lograr distraerse o concentrarse en “otra cosa” es un acto de resistencia. Más porque no hay manera de ver a otro lado y los sonidos de la pandemia están siempre al acecho, desde la ventana o dentro de nuestra cabeza. Mala hora en que descubrimos que los oídos no parpadean.
Así fue como muchos empezamos a escuchar más podcasts que nunca durante esta pandemia. De acuerdo con el reporte anual de noticias digitales del Reuters Institute los pódcasts fueron de los formatos ganadores. No sólo los medios de comunicación en todo el mundo empezaron a aprovechar más este formato, sino que también se ha escuchado más.
Tres de cada diez personas en todo el mundo escuchan pódcasts por lo menos una vez al mes. Sin embargo, aunque la tendencia a crecer los escuchas se mantiene en todos los países, hay zonas del mundo donde el audio ha logrado una mayor penetración. En España, por ejemplo, el porcentaje de escuchas mensuales de podcast es del 41 por ciento, mientras que en el Reino Unido es apenas del 21 por ciento.
Resulta curioso, también, que en el mundo nos gusta consumir las noticias de forma distinta. En todo el mundo, el texto es el campeón. Pareciera que leer las noticias nos permite administrar a nuestro ritmo el miedo o la indignación, pero la región que más disfruta leer lo que está pasando es el norte de Europa.
Por otro lado, la región que cuenta con más personas que prefieren escuchar las noticias es la de América Central y Sudamérica, pero esta forma de escuchar no es igual tampoco entre generaciones. Los más viejos se decantan por el uso de la radio y los más jóvenes por el uso del streaming.
Algo de razón le da la historia a Marshall McLuhan que en la Galaxia Gutenberg cuando explica el proceso de escuchar como algo comunitario. ¿Son los pódcasts el paso lógico del sueño colectivista del Internet? Quién sabe, lo que sí es claro es que su preferencia en las generaciones más jóvenes sí indica que los alcances de esa persona tipográfica, lineal, estructurada, individual, se han agotado para quienes poseen más futuro en sus manos.
Aislarse en el aislamiento
“Todas las apuestas digitales crecieron muchísimo durante la pandemia. Tiene una lógica impecable: la gente estaba metida en sus casas, sin oportunidad de desplazarse, y eso les ahorró tiempo que pudieron usar para informarse, entretenerse y comprar de otra manera. Le fue bien a quienes supieron reaccionar rápido a una necesidad que se generó de una semana para la otra”, responde María Scherer sobre el crecimiento de los pódcasts durante este año.
Scherer es socia fundadora de Así Como Suena, una productora de pódcasts que tiene productos propios y también ha trabajado en conjunto con otros medios, como el periódico El País. Fue también una de las primeras apuestas por este tipo de contenidos en México.
Para el Reuters Institute, sin embargo, sí son los pódcasts, junto con los newsletters, los formatos ganadores de la pandemia. Así lo dejan ver entre las conclusiones de su reporte.
La explicación es, también, de “lógica impecable”, estos formatos nos devuelven algo que se volvió un bien escaso en estos tiempos: la intimidad.
“El pódcast da una experiencia íntima, no tanto el que puedas estar haciendo otras cosas al mismo tiempo. Tanto la radio como el podcast permiten hacer otra cosa simultáneamente, pero la radio casi todo mundo la oye son audífonos, en un espacio abierto, le pone menos atención y el podcast no”, explica María Scherer y atina en que a veces las respuestas obvias son las más difíciles: los audífonos hacen toda la diferencia.
Y es que ese rompimiento sonoro con el “afuera” permite la construcción de un mundo alterno. No se añade realidad a lo que ya estamos viendo y escuchando, sino que nos transportamos a una realidad en la que no estamos presentes. Después de todo, en un contexto de pandemia, ¿quién no querría escapar por un momento?
“Es una forma de aislarte dentro del aislamiento”, sintetiza María cuando le comparto esta reflexión.
El que nazca buscando construir un mundo aparte, es lo que provoca que no cualquier producto en audio sea un pódcast. María Scherer explica que un audiotexto o un programa de radio no son pódcasts porque no están elaborados buscando generar intimidad desde el sonido.
“Un pódcast es un pódcast porque tiene sus particularidades. Genera intimidad no sólo porque lo oyes con audífonos, sino porque tiene un tono, historia, música, diseño sonoro. Empaquetar contenido en audio no es hacer un pódcast”, remata.
Para empezar a escuchar
Cierto es que parece que ahora todo mundo tiene un pódcast, pero al final para quienes apenas comenzamos a involucrarnos en esta selva auditiva es una invitación a escuchar y escuchar hasta que encontremos los programas que a nosotros nos gustan.
Pienso que una ventaja de la cultura de los podcasts sobre la de las series en streaming es, nuevamente, la intimidad. Acá en el mundo de los sonidos no existe esa presión por ir a la par de los contenidos en boga, se vuelve más una suerte de viaje personal. Es por ello que esta lista no pretende ser una serie de imperdibles, sino que se trata de contenidos que a mí –y a la estimada editora Villeda– nos han gustado más y nos han hecho viajar en estos meses de confinamiento. Denles una oportunidad y si no sienten la magia de perderse en la voz narradora, cambien inmediatamente al que sigue. Estoy seguro que así, a prueba y error, encontrarán el pódcast que es para ustedes.
Radio Ambulante de National Public Radio (NPR)
Uno de los pódcasts clásicos por su trayectoria en este mundo auditivo. Sus producciones son impecables, las investigaciones sólidas y además la mezcla de acentos latinoamericanos le agregan una musicalidad única. “Un ateo milagroso”, ha sido de mis capítulos favoritos.
Así Como Suena
Los reportajes de Así Como Suena son también boletos de avión a distintos mundos y situaciones. Pasa con ellos que la gama de temas que abordan es tan amplia que me ocurre que no siempre me interesan, pero cuando atino a uno que me atrapa no lo puedo soltar. Sin duda una gran opción para iniciarse en esto de escuchar historias y una de las que más me gustan es “El viento no se vende”.
Leyendas Legendarias
Este pódcast es una aventura. Imaginen a un grupo de bros hablando así al chile sobre alguna leyenda bien documentada y agregando sus impresiones en el proceso. La verdad es que el formato no es de mis favoritos, pero le di una oportunidad y me divertí mucho en el proceso de oirlos. Mi capítulo favorito es el de la leyenda de Santa Teresa Urrea.
Periodic Explica
Este pódcast lo descubrí hace poco y de verdad que es una joya. Tienen una capacidad para explicar temas complejos de forma muy didáctica al grado que terminé por entenderle –por fin– a la trama de Odebrecht.
Serial
Serial es un clásico de las series policiacas en audio. El elenco de voces y el guion inteligente hacen de Serial una experiencia. Confieso que no es de mis favoritos, pero la gente que disfruta de este pódcast lo ama con pasión y locura. Vale la pena darle una oportunidad.
Dr. Death
Este pódcast me voló la cabeza. Negligencia médica, misterio y mis propios traumas con los doctores me tuvieron escuchándolo por horas y horas. Además, está traducido al español en una edición bastante buena. Si como yo le temen a los doctores, este pódcast les dejará el alma en un hilo.
This American Life
No sólo es interesante, sino que su manejo del audio ambiental y las entrevistas es una cosa de otro mundo. En lo personal creo que lo que logra This American Life es dejar atrás la tentación del audiotexto y construir mundos aparte.
The Daily
El Daily del New York Times pienso que es un must para quienes nos gustan las noticias. En lo personal disfruté muchísimo los capítulos más largos durante las elecciones en los que Michael Barbaro viajó a estos estados que fueron decisivos y entrevistó a las personas. El formato tradicional del este Daily recae mucho en entrevistas y no me parece tan ameno, pero sin duda un formato interesante.
Urbagos
Esta es una joyita de mi añorado Monterrey donde diferentes personas hablan de espacios emblemáticos de la ciudad y sus significados. En esta chorcha lo que pienso que es más bonito es cuando la o el invitado logra construir una especie de ensayo y le pone palabras a una serie de sentimientos cotidianos. Eso en una ciudad que se resiste a abrazar su cultura es cuando menos un acto de resistencia.
No se dice Provincia
Este pódcast es un dominguero y por eso me gusta. Las pláticas amenas te permiten conocer sobre diferentes estados de la república y en mi caso soñar con planear viajes para cuando tenga vacuna. Ahora bien, es formato de chorcha y hay días en que este tipo de pódcasts me abruman, es una advertencia amistosa.
La Lista
Esta producción realizada en conjunto por Así Como Suena y el periódico El País tiene dos atributos que desde mi punto de vista lo vuelven un tesoro: una edición sonora increíble y una investigación periodística profundísima. Si lo de ustedes son los libros de no ficción o las historias de narco, pienso que este pódcast les hará enloquecer.
De eso no se habla
Es a partir de los silencios que nace este pódcast. ¿Qué hay detrás de esa frase que nos repitieron tanto durante nuestra infancia? ¿Cómo rompemos con ese silencio? Un episodio imperdible es “Jadiya”, donde ella misma se graba sobre la vida en un campamentos de refugiados saharauis.
Las raras
Es un pódcast independiente documental que, en clave feminista, cubren “temas como medioambiente, arte, educación, género, amor, familia, maternidad, migración, derechos humanos y más”. Bajo la premisa de que “lo personal es político”, luchan por el cambio social. Han sido patrocinados por la International Women’s Media Foundation. Recomiendable es “Ana y el sexting”, la historia de la mexicana Ana Baquedano que impulsó una ley contra la pornovenganza.
Inventario
Este pódcast comenzó durante la cuarentena. Es una conversación íntima entre dos amigas cercanas, Sylvia Aguilar-Zéleny e Isabel Díaz Alanís que, confinadas en sus respectivos departamentos, hablan de los libros que conforman su biblioteca personal y, así, entre relecturas y descubrimientos, nos acercan a las mejores escritoras. EP
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