El aumento de personas empleadas a través del trabajo freelance significa, entre varias cosas, un peligroso aumento de la desigualdad en México. En este texto, Máximo Jaramillo analiza lo que hay detrás de esta “nueva” modalidad de empleo.
El trabajo freelance: ¿libertad o precariedad?
El aumento de personas empleadas a través del trabajo freelance significa, entre varias cosas, un peligroso aumento de la desigualdad en México. En este texto, Máximo Jaramillo analiza lo que hay detrás de esta “nueva” modalidad de empleo.
Texto de Máximo Ernesto Jaramillo-Molina 02/05/22
De entre las múltiples transformaciones del mercado laboral en los últimos años, el aumento del trabajo “freelance” es una de las más destacables por sus profundas implicaciones y consecuencias, positivas y negativas, sobre el trabajo como lo hemos conceptualizado tradicionalmente.
De acuerdo con distintos sitios que promueven y analizan el aumento de esta tendencia de empleo en México y Latinoamérica1, los freelancers son trabajadores independientes, autoempleados o que no necesariamente están comprometidos con un sólo empleador en el largo plazo (aunque algunas veces son representados o intermediados por alguna otra empresa o agente). Es un término que comúnmente se usa para ciertas áreas de profesiones, como las relacionadas con tecnologías de información, arte, diseño, entre otras.
Según la narrativa que defiende y promueve el aumento del empleo freelance, existen distintas ventajas para los trabajadores, que coexisten bien con los cambios sociales de las últimas décadas: autonomía, flexibilidad de horarios, comodidad y la posibilidad de obtener múltiples ingresos de acuerdo con los distintos proyectos para los que se esté trabajando al mismo tiempo. En pocas palabras, según el discurso en pro del trabajo freelance, la ventaja más importante es, sencillamente, mayor libertad. Ser “tu propio jefe” bajo “tus propias reglas”, es la promesa.
La narrativa sobre las ventajas del empleo freelance es particularmente usada para tratar de explicar los cambios observados en las formas de empleo a las que acceden las personas más jóvenes. “El millennial prefiere laborar como freelance para administrar su tiempo y equilibrar su vida” y “el nuevo estándar es la felicidad y tener la libertad de elegir”2, son argumentos que se pueden leer frecuentemente al hablar de la población joven y la supuesta preferencia por este tipo de empleos. La plataforma freelancer.es asegura que de entre las personas jóvenes, el “50% prefiere no tener empleo a estar en un trabajo que odie”. Incluso, en estas narrativas sobre el freelanceo se habla del supuesto miedo al compromiso a largo plazo de las nuevas generaciones, incluido el ámbito laboral. Pero, ¿qué tan reales son las ventajas del freelance destacadas por una narrativa que lo promueve como una alternativa laboral positiva para las nuevas generaciones?
Las implicaciones del trabajo freelance
Hay ventajas que son innegables respecto del trabajo freelance, pero provenientes del punto de vista de los empleadores. Entre las más importantes se encuentra la reducción de costos para las empresas. Al no incluir en la nómina a estos trabajadores, las empresas se ahorran el pago de prestaciones laborales (como las aportaciones a la seguridad social, a la Afore y al Infonavit), capacitación, el espacio físico de trabajo, los servicios necesarios para realizarlo (luz eléctrica, acceso a internet, etc.) y hasta el equipo de trabajo. Todos estos costos se trasladan del empleador al trabajador freelance. Además, los trabajadores freelance tienen que hacerse cargo del pago de sus impuestos, algo que normalmente, como empleado3, sería informado al SAT por los empleadores.
Pero hay un aspecto especialmente importante en este mercado laboral. Según este artículo, otra de las razones por las cuales la opción del trabajo freelance es preferida cada vez más frecuentemente por las empresas, es que “el mercado laboral freelance es altamente competitivo, lo cual se traduce en tarifas más accesibles para los empleadores”. Tal afirmación merece leerse con cuidado. Se menciona que el freelance es una opción ventajosa para empleadores, dado que hay una alta oferta laboral de personas dispuestas a emplearse (a pesar del traslado de costos que cargan) y que, al competir entre ellas, terminan ofreciendo precios bajos por sus servicios. Visto desde el punto de vista de los trabajadores, estaríamos hablando de que el trabajo freelance no sólo implica renunciar a prestaciones laborales y cargar con gran parte de los costos del trabajo, sino que también implicaría menores ingresos percibidos. A pesar de eso, ¿realmente las nuevas generaciones eligen o prefieren esta forma de trabajo?
Y no es que antes no existiera el trabajo independiente. Siempre ha existido, en determinadas profesiones y oficios en particular. Lo que ha acompañado al crecimiento del uso del término trabajo freelance, es que diversas profesiones que solían ser contratadas en una relación obrero-patronal tradicional, cada vez más son convertidas en trabajos independientes, con todas las implicaciones anteriormente mencionadas.
¿Cuántas personas trabajadoras realmente habrán terminado trabajando en modalidad freelance por mera elección? ¿Cuántas de estas buscan trabajar en distintos proyectos, generando diversos ingresos, no porque eviten depender sólo de un patrón, sino por los bajos precios que el mercado laboral paga por sus servicios?
Es difícil creer que sea positivo el balance final para las personas trabajadoras respecto al intercambio de libertad y flexibilidad de horarios a cambio de la pérdida de prestaciones laborales, el aumento de los costos del trabajo y la disminución de los ingresos. Además, cuando se toca el tema de la flexibilidad de horarios, es difícil ignorar que tal búsqueda de libertad en los tiempos se debe mayoritariamente a que estamos hablando de una sociedad donde los trabajos de cuidados son principalmente cargados a la familia y, dentro de esta, a las mujeres.
Así pues, los ahorros mencionados para las empresas y los empleadores, en muchos casos tratan realmente de derechos laborales negados a los trabajadores freelance (ya sea bajo el cobijo de la legislación laboral actual o fuera de ella). Puede que, para muchas microempresas, ésta sea la única opción para que alcancen a pagar servicios y trabajo que de otra manera no lo harían; pero seguro no es el caso de las grandes empresas con altos porcentajes de utilidad anual. Sin duda, las condiciones del trabajo freelance derivan en el aumento generalizado del nivel de precariedad laboral y de la falta de acceso a derechos laborales. Veamos un poco de la información disponible al respecto.
Precariedad en el trabajo freelance
En general, es muy conocido que las condiciones laborales son sumamente precarias en México. A pesar de eso, y como fue argumentado en el apartado anterior, el sector freelance deja de acceder a ciertas prestaciones laborales por el mismo diseño de esta modalidad de empleo. Revisemos algunos indicadores al respecto, con base en la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del Inegi, utilizando como proxy del trabajo freelance a los trabajos por cuenta propia4.
El primer dato que resalta es aquel respecto de la formalidad de los empleos. Mientras que 44% de la población subordinada (es decir, aquella que tiene una relación obrero-patronal con un empleador) labora en el sector informal, este dato sube hasta 85% en el caso de los trabajadores por cuenta propia, prácticamente el doble de prevalencia.
Por su parte, 63% del sector de trabajo subordinado en México recibe aguinaldo, 56% accede a seguridad social, 55% tiene vacaciones pagadas como prestación, 47% tiene la prestación de crédito para la vivienda, 20% recibe reparto de las utilidades de forma anual, y 15% tiene acceso a guardería (además de la que pueda posibilitar la institución de seguridad social). En todos los casos anteriores, la encuesta ni siquiera pregunta dichas prestaciones a los trabajadores por cuenta propia. Es decir, por diseño, se supone que estos trabajadores no acceden a tales prestaciones.
Vale la pena insistir sobre esta comparación: si bien se sabe que las condiciones de empleo en México son precarias, sería un alivio que el sector de trabajadores por cuenta propia —y el freelance— accediera a las prestaciones laborales al menos en el mismo grado que lo logran los trabajadores subordinados del país.
Además del tema de prestaciones laborales, hay diferencias importantes en términos de ingresos laborales generados y en horas de trabajo. Mientras que el ingreso laboral mensual medio en 2021 era de 5,463 pesos para los trabajadores subordinados, para aquellos por cuenta propia era sólo de 3,633 (excluyendo a trabajadores sin remuneración), es decir, prácticamente un ingreso 50% menor. Cuando la comparación se hace en ingresos por hora, se reduce la diferencia: 32 pesos por hora en el caso de subordinados, 30 pesos por hora en cuanto a los de cuenta propia. Esto se debe a que los subordinados trabajan más horas por semana.
Por último, vale la pena resaltar un tema importante respecto al sexo de las personas trabajadoras y su prevalencia en los trabajos por cuenta propia y/o freelance. El porcentaje de mujeres es ligeramente menor en el sector de empleo subordinado respecto del de cuenta propia. De hecho, si hacemos un acercamiento a las variables demográficas de las mujeres trabajadoras, encontramos que las mujeres sin hijos son las que más frecuentemente laboran como trabajadoras subordinadas, mientras que aquellas que tienen dos hijos o más participan en mayor medida en los trabajos por cuenta propia. De ahí que, según la narrativa que promueve el trabajo freelance, la principal razón para trabajar de los hombres para trabajar en esta modalidad es su desarrollo profesional, mientras que para las mujeres es la compatibilidad entre su vida familiar y laboral.
El futuro del trabajo ante el aumento del freelance
La crisis económica de los últimos años se asoció a un fuerte incremento en los trabajos freelance. Algunos portales digitales de empleo registraron hasta 42% de aumento en la actividad freelance. En gran medida, esto se ha relacionado con el alto número de empleos perdidos durante los meses más duros de las restricciones sanitarias por la pandemia, lo que generó un número muy alto de personas sin ingresos laborales dispuestas a aceptar condiciones más precarias, con tal de poder llevar el mínimo sustento a sus hogares. Como se mencionaba anteriormente, ante condiciones de precariedad y desempleo generalizados, la “competitividad” entre freelancers crece, sus ingresos disminuyen, y quienes salen ganando son las empresas.
Dentro de este sector precarizado de autoempleo, se encuentra también lo que se conoce como gig workers, quienes laboran en la gig economy: conductores de transporte privado (Uber, Didi, etc.), repartidores (Rappi, UberEats, etc.) y otros trabajos que —al igual que se mencionó antes con profesiones como diseñadores o programadores— han aumentado en su transición al empleo freelance, tendencia acelerada durante la pandemia. En ese contexto, estudios como los que hemos lanzado desde el Instituto de Estudios sobre Desigualdad (Indesig) para conocer las condiciones laborales de dichos trabajadores, son importantes pero aún insuficientes, pues parece que no hemos magnificado totalmente las consecuencias de largo plazo que tendrán las pérdidas de ingresos y prestaciones laborales del sector freelance o autoempleado.
No olvidemos que uno de los principales causantes de la reproducción de la desigualdad es el mercado laboral y la distribución de ingresos —conocidos por los economistas como el pago a los factores productivos— entre capital y trabajo. Mientras siga creciendo el trabajo freelance, y mientras eso siga representando sólo menores costos y mayores utilidades para las empresas, al tiempo que disminuye los ingresos y aumenta la precariedad del sector trabajador, sólo seguiremos aumentando la desigualdad en el país. EP
- Por ejemplo, este artículo llamado “¿Qué significa ser freelance en México?”. [↩]
- Citas tomadas del artículo “¿Por qué cada vez menos millennials buscan estabilidad laboral?”. [↩]
- Y reuniendo algunos otros criterios. [↩]
- Como se mencionaba en el primer apartado, si bien conceptualmente un trabajador freelance es un trabajador independiente, el freelance está más comúnmente relacionado con ciertos sectores de empleo en específico. En este caso, los indicadores mostrados son relativos a todos los trabajadores por cuenta propia. [↩]
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