
España y México: una historia compartida que va más allá de la leyenda negra. Francisco Suárez Dávila presenta un análisis para reflexionar sobre el pasado y el futuro de ambos países.
España y México: una historia compartida que va más allá de la leyenda negra. Francisco Suárez Dávila presenta un análisis para reflexionar sobre el pasado y el futuro de ambos países.
Texto de Francisco Suárez Dávila 14/01/25
España y México: una historia compartida que va más allá de la leyenda negra. Francisco Suárez Dávila presenta un análisis para reflexionar sobre el pasado y el futuro de ambos países.
La leyenda negra de España y México es un tema que ha vuelto a surgir con las recientes recriminaciones contra lo ocurrido hace 500 años, durante los 3 siglos de dominación española de las Américas. Un hecho reciente evidencia aún más la ignorancia y la falta de visión en términos del verdadero interés nacional de nuestros gobernantes. Recientemente se ha reconocido el auge económico de España como el más exitoso entre los países más ricos del mundo, 3% de crecimiento para 2024, ¡ligeramente por encima de Estados Unidos y el triple del promedio europeo! Este país ha sido tradicionalmente uno de nuestros mayores socios y aliados económicos, fuera de América del Norte: nuestra “puerta de entrada” a la Unión Europea. Ahora que está en ciernes la renovación del Tratado Comercial, nuestro gobierno ha preferido “la pausa con España”, la absurda petición de la “carta del perdón”, acto insensato y retrógrado: anteponer al futuro lo qué pasó hace 500 años y no se puede corregir. ¿Por qué no pedir una carta igual al presidente de Estados Unidos por robarnos la mitad del territorio y a la gobernadora de Tlaxcala por la traición de los tlaxcaltecas que hicieron posible la toma de Tenochtitlán? En cambio, hay la oportunidad de la presidenta de dar vuelta a la página del pasado y retomar el futuro.
Recientemente, historiadores destacados de España e hispanistas de México, Estados Unidos e Inglaterra han realizado una elocuente crítica de la leyenda, reivindicando la cultura hispánica y sus aportaciones. Un caso es el libro reciente, coordinado por el profesor Lamo de Espinosa, presidente del prestigioso Instituto Elcano y antes del Instituto Ortega y Gasset: La disputa del pasado: España, México y la leyenda negra (Turner, 2021), del que he tomado algunos conceptos, y S. Payne: “En defensa de España: desmontando mitos y leyendas negras (Espasa, 2017). El “avispero” se agitó desde el quinto centenario del “descubrimiento” de América en 1992; ¡esto dio lugar a la destrucción de estatuas de Colón y la eliminación de la efeméride en algunos países!
Es evidente que no se puede juzgar el pasado aplicando criterios y valores del presente. ¿Pedir perdón? “La historia es lo que es, no se puede cambiar”. Es válida la pregunta, ¿por qué una persona se siente agraviada por lo que ocurrió hace 500 años? ¡Con frecuencia se hace con fines de propaganda y distracción política, y para desahogar frustraciones presentes!
La “leyenda negra” se empezó a tejer desde el siglo XVI, durante el Siglo de Oro español, precisamente la época de mayor auge económico y cultural, y de la mayor expansión de su Imperio. La configuran y difunden sus principales enemigos: Inglaterra, Holanda, Alemania, y su eterno rival Francia, en plenas guerras de reforma y competencia por el poder, evidenciando odio, rivalidad y envidia. El concepto resurge nuevamente con virulencia a finales de siglo, en la controversia sobre 1492 en 1992. Permea de manera especial en los textos escolares de escuelas y universidades de Estados Unidos, no exenta de la lucha civilizatoria entre la raza anglosajona y la hispánica, y el racismo. El politólogo Huntington refleja ese pensamiento, considerando la América hispánica “como una civilización aparte, distinta de la occidental y que amenaza la supremacía e identidad de los estadounidenses”.
La reivindicación de lo hispano, la destrucción de los mitos y las falsedades en torno a “la leyenda negra” se ha concentrado en algunos puntos importantes:
1) España realiza una aportación decisiva a la “primera gran globalización” del siglo XVI. La hace posible la gran hazaña de Magallanes y Elcano, que logran la circunnavegación del Atlántico al Pacífico. De allí se beneficia la posición estratégica de México entre los 2 Océanos. De aquí parte la conquista de Filipinas, la ruta de la famosa Nao de China y el descubrimiento de la azarosa “vía de regreso” –“el tornaviaje”- por el marino vasco Urdaneta. Los navegantes mexicanos Pérez y Narváez y el peruano Bodega y Quadra, zarpando de puertos de la Nueva España, son los primeros en explorar la bahía de Vancouver en 1774, ¡no los ingleses!
2) El controvertido concepto del “descubrimiento de América” debe ser visto más bien con la visión atinada de León Portilla del “encuentro” entre dos mundos, la enriquecedora interacción entre dos culturas y su gran “mestizaje” integrador. España le dio gran realce a esta idea, a través de la gran exposición del Museo del Prado, celebrada durante 2021 y 2022, denominada El Tornaviaje, que documenta brillantemente la influencia del arte iberoamericano sobre España.
3) Se disputa el verdadero significado del término de “Conquista”, ¿cuál, cómo, por quién? Tenochtitlán cae ante 500 soldados españoles y 5 mil aliados tlaxcaltecas, sin los cuales no hubiera sido posible. La Malinche no es la mujer violada y ultrajada de Octavio Paz, sino una importante mediadora, diplomática, consejera, madre del hijo de Cortés, Martín, que alcanza todos los honores.
También se cuestiona que la Nueva España no fue propiamente una “colonia”, sino un virreinato, parte integral de la monarquía española, como puede ser Galicia o Andalucía. Fue realmente uno de los principales ejes del Imperio Español, por su comercio y por alimentarlo y financiarlo, a través de la plata, la parte principal del circulante monetario. ¡Los Estados Unidos sí fueron Colonias!
4) Se habla también de la “barbarie” y el rezago hispánico que se ubica fuera de la cultura occidental. “Europa termina en los Pirineos”. Como contraargumento se destaca que, desde los Reyes católicos y Carlos V, se prohibió la esclavitud en las Américas. Si bien hubo las encomiendas, se dictaron diversas leyes y se crearon diversas instituciones para proteger a los indios: por ejemplo, las Leyes de Burgos (1512) y las nuevas Leyes de Valladolid (1542) que prohíben la esclavitud de los indios, mucho antes que los críticos anglosajones.
En este proceso, desempeñan un papel fundamental las ideas progresistas de algunos personajes preclaros. La escuela de Salamanca con los domínicos, como Francisco de Vitoria a la cabeza y el jesuita Francisco Suárez, que son algunos de los creadores del Derecho de Gentes, representan el inicio de la protección de los derechos humanos y los frenos al poder absolutista. Hay grandes misioneros que dedican su vida a la defensa de los indios (probando que sí tienen alma). Destaca Bartolomé de las Casas que expone las atrocidades con los indios (para algunos exagerada), en su libro Descripción de la Destrucción de las Indias, con el objetivo de lograr leyes para su protección, pero que paradójicamente da municiones a la “leyenda negra”. Igual hace Vasco de Quiroga en Michoacán, creando grandes fuentes de trabajo muy creativas. El gran jesuita mexicano, Clavijero, expulsado de los dominios españoles, se refugia en Italia y con gran amor a su “patria”, sin disponer de las fuentes, escribe en 1780 su gran “Historia Antigua de México” para “defender América” de las imputaciones de sabios europeos anticientíficos”, o Bernardo de Balbuena, con su elocuente testimonio de la “Grandeza Mexicana” en 1603.
Así mismo, los españoles crean importantes instituciones: un sistema embrionario de división de poderes, con las Reales Audiencias (que cubren los aspectos judiciales) y sobre todo las Cortes, antecedentes de los sistemas parlamentarios.
Son importantes las aportaciones hispanas en toda la cultura y las artes. México en la pintura, con Villalpando y Cabrera, entre otros, sumándose a los grandes pintores españoles, como Velázquez; en literatura, la gran poetisa Sor Juana; en teatro, el mexicano Ruíz de Alarcón, además de Cervantes y Lope de Vega. Se dan las grandes aportaciones de la arquitectura barroca. México es la Ciudad de los Palacios, mucho más importante y rica que Madrid, y no digamos los todavía pueblos americanos, como Boston o Filadelfia. Se crean hospitales, inclusive especiales para indios; escuelas, también dedicadas a las mujeres y desde luego nuestra gran Universidad, junto con Lima, las primeras del continente. Las grandes aportaciones a la gastronomía mundial. ¿Qué sería el mundo sin el tomate mexicano?
5) La ofensiva para crear la “leyenda negra” se centró en varios temas principales:
a) La figura de Felipe II, monarca español absolutista y fanático, vestido siempre de negro. Sin embargo, los que han visitado su Palacio del Escorial descubren que creó para su uso personal una de las grandes bibliotecas de Europa y una gran colección de arte y trabajaba incansablemente para microadministrar personalmente su gran Imperio.
b) La Inquisición y sus abusos y crueldad como instrumento para perseguir “herejes” no puede justificarse, pero sí ubicarlo en la época de la intolerancia y de las grandes persecuciones religiosas, durante las guerras de reforma: los “ingleses”, recordando a la Reina Isabel, ejecutando católicos, y a Cromwell, por las atrocidades con los irlandeses; en Francia, la matanza de San Bartolomé.
c) El “genocidio” es otra acusación. Éste, sin embargo, es propiamente el exterminio de razas como actos de voluntad deliberados: los nazis, con los judíos; los turcos, con los armenios; los ingleses y norteamericanos blancos, con el exterminio, casi total, de las tribus indígenas, a través de innumerables matanzas. También es cierto, y no puede disculparse, que la población indígena de la América Española se diezmó en los primeros 50 años de la dominación, pero las causas fueron principalmente las pandemias importadas, como la viruela, el sarampión y por el propio mestizaje. A partir de 1650, la población indígena y española volvió a crecer.
De este breve recorrido, podemos concluir que la hispanidad, incluida España y sus provincias novohispanas, han hecho una importante aportación a la historia y la cultura de la humanidad durante los 300 años de su dominación. A partir de 1821, el Imperio se fue desarticulando por los movimientos independentistas y liberales, que sacudieron a España y también a otros países europeos. España inicia desde entonces un largo periodo de decadencia, que culmina en la Guerra Civil y la caída de la dictadura franquista. Revive entonces con una de las transiciones a la democracia más exitosas, no sin problemas recientes. Ahora, como señalé, destaca por su periodo de auge económico. Es absurdo, pues, que el gobierno mexicano se atrape a sí mismo en un pasado deformado y la petición de la “carta del perdón”. Sería el momento de “crear puentes y no muros” (que la presidenta solicita a Trump). Renovar en el siglo XXI un “reencuentro” enriquecedor entre esa España en auge y México estancado, que cubra todo el ámbito de las relaciones políticas, económicas, culturales y científicas, del cual ambos resultaríamos beneficiados (como ya lo evidenció la reciente Feria del Libro). ¡Es una oportunidad que el gobierno debe aprovechar, dando vuelta a la página con visión de futuro! EP