Boca de lobo: Zurdos que arruinan vidas

Aníbal Santiago hace un recuento de algunos personajes históricos vinculados con la izquierda política que han abusado de su autoridad y cometido graves crímenes contra la humanidad.

Texto de 13/10/25

Zurdos

Aníbal Santiago hace un recuento de algunos personajes históricos vinculados con la izquierda política que han abusado de su autoridad y cometido graves crímenes contra la humanidad.

Cuando en la mañana del viernes supe que la derechista venezolana María Corina Machado fue nombrada Premio Nobel de la Paz percibí una espantosa voz, tan nauseabunda como la del presidente argentino Javier Milei. Taladraba mi mente con tres palabras que venimos escuchando desde hace meses: “zurdos de mierda”.

A los 8 años, mi mamá me llevaba de la mano en las marchas que el Partido Socialista Unificado de México (PSUM) encabezaba en Paseo de la Reforma, donde la multitud gritaba algo que hoy me perturba: “Fidel, Fidel, ¿qué tiene Fidel, que todos los yanquis no pueden con él?”. Igual que mi madre, levantaba el puño con el ingenuo entendimiento de un chamaco que debuta en la vida. Fidel Castro (o eso creía, ja) encarnaba a la izquierda, es decir, una posición ante el mundo que glorifica la igualdad. La igualdad era la matriz de la que nacen la equidad social, la justicia económica y la defensa de los derechos colectivos. Cuestionaba los privilegios, creía en la distribución del poder y priorizaba el bienestar común.

¿Qué podía estar mal en ello? Si Superman, La Mujer Maravilla, Batman y todos los demás superhéroes de los 80 se hubieran definido políticamente, seguro hubieran dicho: “Soy zurdo, zurda”. La izquierda quería el bien, y la derecha, el mal.

Pero pasaron los años, y ese niño, como la humanidad entera, se fue enterando de que Fidel y otros “superhéroes” de verdad, todos zurdos que no eran invención de Marvel y sí existían —tan de carne y hueso como nosotros— habían sido dictadores, sumían a sus países en el abandono y la miseria, a la vez que se daban vidas de reyes (lo eran). Aquí doy apenas unos nombres y sus legados:

1) José Stalin (URSS) – Responsable de purgas humanas, hambrunas y campos forzados que podrían haber dejado hasta 20 millones de muertos.

2) Mao Zedong (China) – Su “Revolución Cultural” causó otros tantos millones de muertes. La hambruna fue masiva y ejerció una política asesina de supresión de opositores.

3) Pol Pot (Camboya) – Líder del Khmer Rouge; exterminó a la cuarta parte de la población, aquella que consideró “enemigo del pueblo” (intelectuales, minorías étnicas y religiosas).

4) Fidel Castro (Cuba) –Mantuvo durante décadas un sistema sin libertades políticas y una violencia criminal contra la disidencia que se sostiene desde hace 66 años.

5) Nicolae Ceaușescu (Rumania) – Creó una policía secreta que asesinó y desapareció a cantidades ingentes de opositores y se opuso con rabia a derechos humanos elementales.

Y ya, dejemos ahí la enumeración, aunque podríamos llenar varios tomos, y suspendamos el repaso histórico para ver a la izquierda de hoy:

1) En Nicaragua, Daniel Ortega detiene y asesina a los opositores. Controla los medios y manipula elecciones para perpetuarse en la presidencia, en la que lleva, junto a la nombrada oficialmente “copresidenta” (su esposa Rosario Murillo), 18 años.

2) En Venezuela, el régimen de Hugo Chávez legado a Nicolás Maduro suma 26 años y ha causado un colapso económico que obliga a la migración de millones de personas (visible en México). Represores ambos, el segundo sigue en el poder con elecciones fraudulentas, violencia y muerte.

3) En Bolivia, Evo Morales logró infames reformas constitucionales que lo sostuvieron en el poder 13 años. En 2019 incurrió en la violencia armada para silenciar un levantamiento popular. Pesan en Evo siete denuncias y dos órdenes de arresto por estupro y tráfico de menores. Sigue libre.

Cerremos viéndonos el ombligo. En México, políticos de izquierda —de MORENA en particular— que pregonan austeridad están vinculados a la delincuencia organizada, se pasean en Europa a todo lujo, viajan en aviones privados, adquieren mansiones, usan relojes millonarios, ven futbol en sus tabletas durante sesiones del Congreso, desfalcan instituciones que deberían ser sagradas como Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex), callan y persiguen a medios críticos. Y por si faltara algo, Andy, el hijo del expresidente impulsado como su heredero, compra arte en fortunas, adquiere su ropa en Prada, turistea como jeque en Asia. Pese a su falta de méritos, nada impide que sea el segundo dirigente en importancia del partido oficial.  

Entonces, no nos extrañe que el planeta engendre vergonzosos Mileis, Melonis, Trumps, Netanyahus. Ni nos asustemos de que María Corina Machado, de derecha en sus 33 vértebras, gane el Premio Nobel de la Paz. Su lucha es, nos guste o no, contra una dictadura sin piedad.

Mejor alarmémonos de que, valiéndose del disfraz de la igualdad, la justicia y solidaridad, la izquierda (o una gran parte) sea este monstruo impune que goza la existencia mientras arruina vidas. EP

El análisis independiente necesita apoyo independiente.

Desde hace más de 30 años, en Este País ofrecemos contenido libre y riguroso.

Ayúdanos a sostenerlo.

DOPSA, S.A. DE C.V