El PRI se desmorona, pero no podemos sacarnos al PRI de encima.

Una mirada rapidita para tener una pintura de lo que fuimos y somos: Ambrosio Figueroa Mata, gobernador de Morelos. Francisco Figueroa Mata, gobernador de Guerrero. Rubén Figueroa Figueroa, gobernador de Guerrero. Rubén Figueroa Alcocer, gobernador de Guerrero.

Viajemos a Puebla: Rafael Moreno Valle, gobernador. Rafael Moreno Valle Rosas, gobernador y Martha Alonso de Moreno Valle, gobernadora (ambos del PAN). Momento de ir a Oaxaca: José Murat Casab, gobernador. Alejandro Murat Hinojosa, gobernador. Eduardo Murat, senador.

Y podríamos seguir un buen rato, con herencias, acaso no del mismo cargo: Gustavo Díaz Ordaz, presidente. Su hijo Alfredo Díaz Ordaz, embajador en España. José López Portillo, presidente. José Ramón López Portillo, “el orgullo de su nepotismo”, su hijo, subsecretario de Programación y Presupuesto.

Los hijos, los nietos, los bisnietos, los hermanos, todos con la misma sangre, tejedores de dinastías.

En defensa del PRI, podríamos decir que la sucesión de cargos familiares se dio no de sopetón, sino despacito. En un sexenio, una familia; en otro sexenio, otra familia. Muy a lo PRI, cuidando las formas. Corrupción elegante.

Pasaron los años, las décadas, y el PRI se fue inmolando, pero no sus tradiciones, sus estrategias, que se heredaron y catapultaron con MORENA. Ya se disolvieron los Figueroa o Moreno Valle tricolores, pero ahora tenemos a los Batres. Martí, director del ISSSTE; Valentina, diputada; Lenia, ministra de la Suprema Corte. Y vamos con los Taddei: Guadalupe en la cabeza del INE; su hija Celeste, diputada; su hijo Pablo, director de LitioMx; su hijo Jorge Carlos, director en la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas. Debajo de ellos, cinco familiares más con cargos en el gobierno.

Y continuamos con el matriarcado Godoy: Ernestina, consejera jurídica de la presidenta, y sus hijas Mariana y Claudia con cargos en SEGOB y CONAGUA. Su hermana Alma, coordinadora de unidad en CONAFOR. Y cerramos con los casos más conocidos —que ni hacen falta precisar: los Monreal en Zacatecas, los Alcalde Luján, el gobernador Ricardo Gallardo en San Luis Potosí y su esposa Ruth, aspirante a gobernadora. Félix Salgado Macedonio y la gobernadora de Guerrero, su hija Evelyn.

La presidenta Claudia Sheinbaum pensó: se están avorazando. Consciente de que ese abuso será catastrófico para la democracia, mandó a los legisladores una iniciativa de Ley contra el Nepotismo para frenar ese delito que se ha convertido en una orgía política que no traerá nada bueno al país ni a su debilísima democracia. ¿Por qué? El nepotismo, a diferencia del incesto, no causa microcefalia o ataxia espinocerebelosa, pero sí 7 males:

1.- Corrupción, porque mi familiar me legó su complicidades con varios personajes.

2.- Competencia desleal, porque los elegidos heredan el cargo solo por su sangre y desplazan a personas capaces pero sin dinastía.

3.- Derrumbe de las instituciones democráticas, porque estas sirven no al ciudadano, sino a los intereses de una familia.

4.- Concentración del poder, porque los disidentes no tienen capacidad para combatir a una estirpe de poderosos.

5.- Encubrimiento, porque si una familia se distribuye cargos en distintas áreas, protege sin dificultad al pariente que cometió un ilícito.

6.- Gobiernos sin diversidad de pensamiento, porque las voces disonantes no pueden acceder a un poder blindado por una familia, y a veces ni siquiera a la discusión pública.

7.- Falta de legitimidad, porque la población, por su sentido común, advierte que quien la gobierna no lo hace por mérito sino por sangre.

El nepotismo será catastrófico para México. La decencia de la presidenta la hizo alzar la voz, poner un alto y pedir recato a los legisladores. Sus senadores le dijeron: “No, señora. Si la nueva ley aplica, será en el 2030, una vez que hayan ejercido los orgullos de nuestro nepotismo”.

Terrible, pero Claudia bajó la cabeza. Estamos en manos de familias que cometen incesto. EP

Este País se fundó en 1991 con el propósito de analizar la realidad política, económica, social y cultural de México, desde un punto de vista plural e independiente. Entonces el país se abría a la democracia y a la libertad en los medios.

Con el inicio de la pandemia, Este País se volvió un medio 100% digital: todos nuestros contenidos se volvieron libres y abiertos.

Actualmente, México enfrenta retos urgentes que necesitan abordarse en un marco de libertades y respeto. Por ello, te pedimos apoyar nuestro trabajo para seguir abriendo espacios que fomenten el análisis y la crítica. Tu aportación nos permitirá seguir compartiendo contenido independiente y de calidad.