Desde hace años, cuando escribo poemas, intento seguir una idea de John Ashbery, aquella que propone distintos niveles de densidad en el poema. Es decir, escribir por capas; escribir a través de distintas transparencias, a veces una más delineada que otra. Pasa lo mismo cuando pinto, dibujo, hago collages o intervengo fotografías: trabajo con distintos niveles de transparencias para crear diversas capas y tonalidades. Me gusta guiarme por el azar, lo imprevisto, los accidentes, lo no visible. En realidad, lo pienso así, no encuentro ninguna diferencia entre mis diversas actividades: lo único que hago es cambiar de respiración pero los mecanismos a los que me enfrento son, de alguna manera, los mismos. Siempre, en las obras visuales o los poemas o los textos narrativos busco que haya un elemento discordante, un elemento que genere tensión, que sea distinto a la aparente monotonía de las transparencias. Que funcione como sorpresa, como tensión. Quisiera verme como un creador que utiliza diversos soportes para intentar llegar al mismo punto. Parto siempre de una imagen o un paisaje, es decir, de una serie de ritmos insistentes. Lo que busco ahí es un diálogo con la poesía, así, en minúsculas. Con el trazo, la visualidad, el gesto. EP
Estas piezas pertenecen a distintas series: Stone, Historia de la descomposición y Reja del lenguaje (homenaje a Paul Celan)