#8M 2024

Estos registros recogen tan solo una pequeña parte de la miscelánea de experiencias que se vivieron en la marcha del 8M de este año. Capturar la rabia, el dolor, el hartazgo, la esperanza u otros tantos sentimientos que coinciden en un evento tan complejo y diverso como este no es una tarea sencilla. De este modo, […]

Galería de  20/03/24

Tiempo de lectura: 3 minutos

Estos registros recogen tan solo una pequeña parte de la miscelánea de experiencias que se vivieron en la marcha del 8M de este año. Capturar la rabia, el dolor, el hartazgo, la esperanza u otros tantos sentimientos que coinciden en un evento tan complejo y diverso como este no es una tarea sencilla. De este modo, no hubo siquiera un intento periodístico de mi parte para lograr la (por algunos deseada) imparcialidad. Por el contrario, estas fotos son un espejo de todo lo que me conmovió. Como mujer, latina y académica que estudia violencias de género, considero que no es posible tener una mirada objetiva.

Más allá de la brillantina —a la que tanto ponen atención y descalifican como si no fuera una expresión válida de la protesta—, el 8M es un momento en que las pluralidades del “ser mujer” se unen para gritar por nuestras muertas, en contra de nuestros violadores, por vidas dignas en medio al caos mundial que está instalado. No solo de México, sino también de Palestina, de Colombia, de Brasil y de otros tantos lugares que nos tratan con desigualdad y desdén. Es un grito colectivo desesperado por el fin de la guerra contra las mujeres.1 EP

  1. Una referencia al trabajo de Rita Laura Segato en su libro La guerra contra las mujeres (2019, Traficantes de Sueños) []

DOPSA, S.A. DE C.V