Becarios de la Fundación para las Letras Mexicanas: Temporada de derrumbes: Tijuana y sus pilares

Pamela Ruiz, becaria de la Fundación para las Letras Mexicanas, escribe un ensayo sobre los pilares artísticos que la sostuvieron en su natal Tijuana.

Texto de 27/01/23

Pamela Ruiz, becaria de la Fundación para las Letras Mexicanas, escribe un ensayo sobre los pilares artísticos que la sostuvieron en su natal Tijuana.

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Un pilar es aquello que se considera el soporte o base de algo. Un elemento imprescindible y fundamental en la construcción. Tijuana tenía fuertes y sólidos pilares artísticos, cuya trayectoria fue la base para crear la comunidad teatral en la zona fronteriza. Maestros, creadores, directores y actores se hacen presentes en este escrito para recordar y honrar su memoria. 

Inesperadas, irreparables y dolorosas fueron las muertes de los artistas que sacuden al gremio teatral en el norte del país. Como contadora de historias, tengo un compromiso por compartir la vida de estos maestros, directores, actores y colegas que hoy hacen tanta falta y cuyas historias merecen ser escuchadas.

Tijuana comenzó a flaquear la base de sus pilares teatrales a partir del año 2020, cuando el encierro por la pandemia de Covid-19 todavía venía envuelta en gran desconocimiento y temores. La gente del gremio mantenía la esperanza de volver a verse pronto, para retomar escenarios y calles. Incluso, algunos nos burlábamos diciendo que el bicho no iba a llegar hasta la esquina más transitada del mundo o si lo hacía, no sería de una forma tan devastadora. 

La tarde del 19 de abril se derrumbó nuestro primer pilar de nombre Hebert Axel. Fue actor, director, promotor y maestro nacido en la capital mexicana en los años 60. Estudió derecho en la Universidad Autónoma de Baja California pero dedicó toda su vida al teatro en Tijuana. Su trabajo de formación de actores y director de puestas en escena fue indispensable para la comunidad que tenemos hoy en día. Nos dejó su legado de 35 años y un espacio vacío imposible de llenar.

Su muerte fue el primer golpe de realidad para tomarnos en serio las consecuencias de esta enfermedad. Comenzaron los temores y las dudas, el pánico y las lágrimas. Poco a poco, seguimos adelante con lo mejor que sabíamos hacer: teatro. Pero este comienzo era sólo la preparación para una tempestad que acabaría derribando a muchos otros.

“Para el año siguiente, apenas nos adaptábamos a la nueva normalidad. Los sistemas híbridos entre virtualidad y presencialidad nos ofrecían una tentadora alternativa para seguir trabajando, pero los riesgos seguían presente”.

Para el año siguiente, apenas nos adaptábamos a la nueva normalidad. Los sistemas híbridos entre virtualidad y presencialidad nos ofrecían una tentadora alternativa para seguir trabajando, pero los riesgos seguían presentes. El 27 de septiembre del 2021, falleció la artista Soco Tapia. Destacada actriz y bailarina, fue muy querida por su labor y promoción para las artes escénicas. Al igual que su contemporáneo Hebert Axel, trabajó desde los años 60 en la profesionalización y divulgación del teatro. 

Y como si estos derrumbes a causa de la pandémica enfermedad no hubieran sido suficientes, en tan sólo tres meses después el gremio artístico volvió a derrumbarse ante la pérdida de Ángel Norzagaray. 

Fue uno de los nombres más reconocidos en la escena del teatro mexicano. Afamado y reconocido a nivel internacional, fue dramaturgo, actor y director cuya trayectoria estaba por ser reconocida con un premio del INBAL. Fundador de la Compañía Mexicali A Secas, escribió y dirigió múltiples obras, recibió premios estatales e internacionales, fungió como director de instituciones y escribió prácticamente durante toda su vida. Si algo tenía la calurosa ciudad de Mexicali para presumir, era ser el lugar favorito de este personaje. Pasional, irreverente y cómico, Ángel conservó estas características durante toda su vida hasta el final de su lucha contra el cáncer. 

Ante estas pérdidas, el miedo irracional y las dudas comenzaron a aparecer entre las conversaciones del gremio. ¿Por qué, cómo, hasta cuándo? Aunque la enfermedad del bicho del año pasado parecía estar superada, la muerte seguía encontrando maneras de  tirar nuestros pilares y hacernos temblar a quienes hoy contamos sus historias. Pero el año 2022 fue el verdadero inicio de la tempestad. 

De la misma forma que Norzagaray, el 22 de febrero, la artista Araceli López perdió la batalla. Con formación actoral en el CAEN (Centro de Artes Escénicas del Noroeste) desde 1997, se desempeñó como cuentacuentos y actriz para finalmente dedicar su vida a la narración oral, el teatro y las infancias. 

Después vino el trágico accidente del 16 de junio. Dos grandes actores del gremio se encontraban grabando una serie para Netflix cuando tuvieron un fatal accidente automovilístico. Paco Mufote y Ray Garduño (como se les conocía) perdieron la vida en la carretera de Baja California Sur. Los comunicados y la indignación de la comunidad no se hicieron esperar. La negligencia y la explotación laboral fueron las causantes del accidente. Juan Francisco González (mejor conocido como Paco Mufote) fue un actor y músico apasionado que se desempeñó tanto en la escena como en la televisión. También egresado del CAEN, le regaló a Tijuana sus mejores años como artista y con su amabilidad era capaz de contagiar de risa hasta al más gruñón, como era el caso de Raymundo Garduño. Si bien Ray no era el más simpático, su talento y pasión le otorgaban un lugar privilegiado en el teatro contemporáneo. Aunque nació en la capital, fundó su compañía Inmigrantes Teatro en Tijuana, que abordaba temas sobre la frontera. En el 2009 junto a Michel Guerra, crearon La Semana de Teatro para Niñas y Niños, que hasta el día de hoy reúne a profesionales de la escena para jóvenes audiencias en una gira por toda la Baja California. Se desempeñó como actor y director, entregándose en cuerpo y alma a la escena. 

“La lucha por mejores condiciones de trabajo escénico no debería costarnos la vida”.

Aunque se ha tocado el tema de este fatal accidente con la ANDA (Asociación Nacional de Actores) y la producción de la serie se hizo cargo de los gastos médicos, el vacío que nos dejan es irreparable. La lucha por mejores condiciones de trabajo escénico no debería costarnos la vida.

El siguiente pilar fue Ricardo Gómez, actor, productor y director originario de Mexicali que luchaba desde niño con una complicada enfermedad. Se dedicó a las artes escénicas y los medios audiovisuales durante más de 30 años. Además del CAEN, contó con numerosos estudios de dramaturgia, producción y guión. 

La comunidad artística se encontraba ya muy devastada. Nos encontrábamos levantando escombros cuando cayó el último pilar el día 7 de agosto del presente año. El actor, director y maestro Fernando Lopez Mateos se encontraba en Puebla, celebrando la clausura del ANTI-Festival de Teatros Independientes cuando sufrió un paro cardíaco y tuvo que ser trasladado al hospital. 

Fundador y director del CAEN, Fernando fue decisivo para la profesionalización de actores en Tijuana. Su amplia trayectoria lo llevó a ser maestro en la Licenciatura en Teatro de la Universidad Autónoma de Baja California. En 2012 estableció y gestionó el foro independiente LOFT (Espacio de creación) donde llevó a cabo numerosos talleres y temporadas teatrales. Su visión, pasión y conocimiento escénico lo llevaron a ser uno de los maestros más relevantes e importantes para el teatro en Tijuana. A meses de su partida, todavía es difícil no imaginar que aparecerá en el teatro como un espectador más o los pasillos de la facultad, sonriente, jovial y lleno de vida.

Tijuana sufre, llora, tiembla y se derrumba. Somos zona de desastre. Pero el fin de año —y el inicio de uno nuevo— nos permite compartir y recordar con nostalgia las aportaciones y logros de estos maestros, colegas, amigos. Aunque es imposible ignorar el dolor que causaron sus caídas, también se fortalecen lazos y se crean nuevas oportunidades. Hoy —y siempre— los recordaremos como las bases para el gremio escénico que sostiene a toda la comunidad tijuanense, desde los amateurs hasta los profesionales. 

“Llevamos ocho pérdidas en menos de dos años. ¿Por qué? Es una pregunta sin respuesta. Nunca lo sabremos y rogamos que esta temporada de derrumbes termine pronto”.

Llevamos ocho pérdidas en menos de dos años. ¿Por qué? Es una pregunta sin respuesta. Nunca lo sabremos y rogamos que esta temporada de derrumbes termine pronto. Pero lo que sí sabemos es que ahora nos corresponde a nosotros reconstruir con lo que queda, crear a partir de las nuevas necesidades, trabajar con las nuevas generaciones de artistas y seguir con aquello que nuestros maestros nos enseñaron. Será difícil y nos llevará tiempo, pero los nuevos pilares no serán un reemplazo de los anteriores, sino el resultado de ellos. 

Estimados pilares: Nosotros seguiremos en restauración. Ustedes, donde quiera que estén, por favor sigan creando, riendo, bailando, enseñando y actuando. Gracias por recordarnos la fragilidad de la vida, la pasión por el teatro y permanecer la memoria a través del arte. EP

DOPSA, S.A. DE C.V