Con Vista Chinesa, Tatiana Salem Levy arroja luz sobre las secuelas vitales y emocionales tras sufrir una violación. La historia está inspirada en la experiencia personal de una amiga íntima de la autora. «Dejé claro que escribiría una novela, y ella nunca interfirió en mi elección. Nunca me pidió que lo contara de una u otra manera. En un momento dado, solo me pidió que dijera que era una novela basada en hechos reales», escribe Salem Levy.

Río de Janeiro, 2014. Con el Mundial de Fútbol y los Juegos Olímpicos a la vuelta de la esquina, todo el país está eufórico. Júlia es una joven arquitecta encargada de diseñar el campo de golf de la futura Villa Olímpica. Un día sale a correr hasta el mirador Vista Chinesa, a las afueras de la ciudad. De repente, un hombre le apunta con un arma y la arrastra hasta el bosque, donde la viola. Años después, ella decide escribir una carta a sus hijos para contarles lo ocurrido.

El libro narra, en una potente y lograda primera persona, el largo camino que Júlia debe recorrer para superar la experiencia: desde el dolor y los sentimientos de vergüenza y culpa, pasando por la investigación policial y sus arbitrarios procedimientos, hasta la recuperación del cuerpo y su sexualidad. EP