Por cortesía de Dharma Books tenemos este adelanto de Hipocampo, poemario de Estefanía Arista. La autenticidad es lo que caracteriza esta apuesta en la que, como escribe ella misma, hay “nunca menos luz”. Y así nos ilumina.
Adelantos: Hipocampo
Por cortesía de Dharma Books tenemos este adelanto de Hipocampo, poemario de Estefanía Arista. La autenticidad es lo que caracteriza esta apuesta en la que, como escribe ella misma, hay “nunca menos luz”. Y así nos ilumina.
Texto de Estefanía Arista 26/10/21
Hipocampo refleja cómo la poesía puede estar cerca del caos, de lo interpretado como locura, como enfermedad. En este libro hay poemas que plasman la recepción de una impresión desde el inconsciente. La poeta se reconcilia con la ciencia para recuperar las experiencias y percepciones del cuerpo. Una rebeldía que se enfrenta contra la rigidez para sentir la vida en toda su belleza violenta.
Caer de la estantería
La casa de la abuela donde acudes
a la llamada; a la noble tarea de limpiar
el polvo de los juguetes de tu vida.
Ésta es la infancia, ¿verdad?
Viva su ácido encaje de objetos moribundos
y que vivan también los olores del hogar:
las teteras y su verano, una nutria y un león
de porcelana, el azúcar de pájaros aglomerados,
ceniceros y muñecas que imitan la postura.
La maternidad arrulla sus cabezas
y su avanzada uveítis
da cuenta del paso de los años.
Hay también en la estantería un diario
donde los pensamientos suicidas
tienen la solitaria ortografía
de las cosas que se atreven a morir.
Las repisas susurran y hablan del golpe,
del momento en que la infancia
galopó huyendo de nosotras.
Qué extraños objetos somos
cuando caemos de la estantería
y nos lanzamos lejos del cuerpo
sin pensar en el retorno.
Qué alegría la carne que somos,
en vida y después,
la carne de los caballos a galope.
Un edificio propio
A veces lleva tiempo
la construcción de un espacio,
la tensión entre lo decadente,
la riña entre eruditos y analfabetas
que bañan leprosos en Calcuta.
Ahí aprendió Derrida a construir un edificio,
a deconstruir un poema.
Sobre el poema caben
los tres reyes y la estrella de Belén
decorando mi propio edificio.
No hay espacio para
los que hacen de la verdad un símbolo
ni para las cuestiones ideológicas
que tambalean los cimientos del poema.
No usaré las palabras
de quien diga que sólo puedo edificarlos
en donde no tiembla.
Si ha de caerse el mundo,
que también caiga el poema.
Entiérrenlo en escombros para que de él
nazcan construcciones longevas.
Entiérrenlo en mi lóbulo temporal
para que de sus espinas nazca una corona.
Lleva mucho tiempo
construir una reja, un hotel, una alberca olímpica.
Mi edificio se levanta
en los lugares donde tiembla.
Sobre los hospitales de María Teresa
vibran sus tejados, sobre vigas
sick of craving, sick of losing.
Estefanía es un lugar
en donde no existen lugares. EP