Tu nombre es el mío

Durante varios años, “Poliedro” fue la sección principal de las centrales de la revista Este País. Con el propósito de honrar a esa tradición impresa y renacer como EP en línea, hemos nombrado “Poliedro Digital” al blog semanal de la Redacción que, al tener diversos colaboradores, es como ese cuerpo geométrico de “muchas caras”.

Texto de 19/09/18

Durante varios años, “Poliedro” fue la sección principal de las centrales de la revista Este País. Con el propósito de honrar a esa tradición impresa y renacer como EP en línea, hemos nombrado “Poliedro Digital” al blog semanal de la Redacción que, al tener diversos colaboradores, es como ese cuerpo geométrico de “muchas caras”.

Tiempo de lectura: 10 minutos

Todavía,

mujeres pobres,

“pobres mujeres”.

Una camiseta rosa sin alguien vertical. Ese tono pastel horizontalizado: “Ellas NO son escombros SON mujeres Trabajadoras”. “Abierta por siempre”. ¡LA VIDA DE UNA COSTURERA VALE MÁS QUE TODAS SUS MAQUINAS! Precariedad que nos asignan por género. Feminización de la pobreza. “VIVAS O MUERTAS NUESTRO CUERPO NO ES DESECHO”. Una pared a medias. Una fecha similar. El año cambiante. 19 SEP 1985. 19 SEP 2017. Una antigua máquina de coser y un retazo de tela zurcido con la frase “UNA COSTURERA VALE MÁS QUE TODA LA MAQUINARIA DEL MUNDO”. Las nubes, en su grisitud, completan la pared. La copa de un árbol también tiene la función de los tabiques que no resistieron. Agujas montadas verticalmente. Cuerpos en una horizontalidad no reconocida. Verticalidad de rollos de tela también. Horizontalidad de flores de color blanco crema. Verticales son también las lágrimas. Esténcil sobre muros. NI UNA MÁS SEPULTADA POR LA CORRUPCIÓN. La corrupción y el machismo matan. Patrones y retazos. Un puño levantado en violeta. Ellas no solamente estuvieron aquí, ellas siguen aquí. ¡JUSTICIA! 

“Dan constancia del predio desde 1944”. CALLE: BOLÍVAR No.OF. 168 AÑO CONST: 1960 GIRO: OFICINAS. Una verticalidad malográndose desde el terremoto del 85. Los noventa. Desalojo por fallas estructurales del Registro Federal de Electores. 2004. Centro Nacional de Desastres. Informe de Actividades. Sección de Apoyos al Sistema Nacional de Protección Civil (Sinaproc). “Agraria, ubicada en Bolívar 168, Colonia Obrera, México, D. F. (O. López)”. Las oficinas de la Procuraduría Agraria de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano estuvieron aquí. “Cerrado permanentemente”. Certificado Único de Zonificación de Uso del Suelo. Folio 66684-151EZGA15. Cuatro pisos máximos de altura. Uso habitacional o dieciocho viviendas, se suponía. Comercio únicamente en planta baja. 2017, abril. “755 mil empleos informales en la industria textil”.

El 19 de septiembre de 2017 ellas,

mujeres pobres,

“pobres mujeres”,

estaban aquí.

“Aquí era una tienda de ropa. No sé”. “Al salir de la puerta del edificio, a los cinco metros, comenzó a temblar y yo vi cómo se cayó. Todo fue muy rápido”. “Había gente trabajando adentro, como cien personas, eran costureras”. “Ese día el patrón no permitió realizar el simulacro del medio día. Los más de cien trabajadores de los 4 pisos siguieron trabajando. Nadie dejo sus puestos de trabajo”. “La gente que no salió fue del nivel dos y tres, esos fueron los que quedaron atrapados”. “Trabajaban unas sesenta personas, en total, casi todas mujeres”.

Entonces,

a ellas,

mujeres pobres,

“pobres mujeres”,

también las acompañaban cinco o siete (o más o menos empresas. Planta baja y estacionamiento: bodega de telas “M Hilo” y una tienda de ropa. Primer piso: Línea Moda Joven o New Fashion, marca o cortadora de tela para ropa femenina. Segundo piso: ABC Toys Company, la cual retenía los pasaportes de las trabajadoras (también usaron otras razones sociales: Florina, Comercializadora Regalomex). Tercer piso: Seo Young Internacional, bisutería al por mayor. Cuarto piso: oficinas de Jaime Asquenazi, judío argentino y Dashcam System, “una empresa joven y dinámica que se compromete a dar el mejor servicio a nuestros clientes, siempre enfocándonos en satisfacer las necesidades de todas aquellas personas que busquen productos de seguridad vial”. ¿Asia Jenny Importaciones? ¿Jugueterías Bicentenario? ¿Los dueños? Al resguardo de la administración de la Inmobiliaria Inmóbico. Sabemos estos nombres, pero no sabemos los nombres de ellas.

S.A. de C.V.

Saciedad Anónima

de

Cuerpos Variados

Cristales oscurísimos que apantallaban. Una supuesta modernidad, con antenas de radiocomunicación (“Y no dicen nada de la pesada antena de telefonía celular que se encontraba en la azotea de este edificio dañado desde el 85”) y sistema de aire acondicionado, resguardada entre inmuebles de uso federal: una escuela primaria y el estacionamiento de la Procuraduría Agraria. Los costados revelaban una vejez debilitante en rojo despintado,

rojo sangre después,

rojo permanente

¿Sobrevivientes? Las empresas como siempre.

¿Identificados? Los dueños, los ejecutivos, los hombres. Kyong Jea Lee. José Lin. Jaime Asquenazi.

¿Y ellas? “Otra vez, como en el 85”. Ellas, sin nombre. “¿Por qué estoy yo aquí y ellas adentro? ¿Con qué derecho estoy aquí? ¿Con qué derecho estoy viva? ¿Acaso el derecho de la suerte, de la casualidad? A la mierda la suerte. No quiero que ellas corran con esa suerte, no quiero. En los demás lugares hay nombres. Aquí no. Algunos, sí, algunos. Pero si al menos pudiéramos nombrar tendríamos ese consuelo. El nombre es un pedazo de memoria y de vida. Si tan solo tuviéramos eso…”. “La construcción insegura, los filtros de acceso al edificio, las hojas de la línea de producción de la maquila, todo era evidente y atroz. Cuasiesclavitud e inseguridad por todos lados. Por supuesto, no iba a haber nunca una lista de empleadas”. “Se me hizo un nudo el corazón cuando vi los muestrarios de telas”. “Ella trabajaba con los taiwaneses”. “Recuerdo a un joven muy muy delgado, sin camisa, nervioso, decía que su madre estaba atrapada ahí dentro. Tenía tanto ímpetu que hasta parecía entusiasmo, hasta parecía que mintiera. Ojalá todo fuera cuento.” 

Secretarias, contadoras, obreras, costureras, vendedoras.

Ellas, sin nombrar.

16:27 horas. Fuga de gas. Interrupción.

Noche. “Nos movía la creencia de que debíamos y podíamos ayudar (…) Irónicamente llegamos a la zona para querer hacer todo y de todo (…) Manos no faltaban, pero sí una voz que las coordinara”. “Tanto golpe desesperado”.

Miércoles 20 de septiembre. “Mi conciencia no me dejó quedarme en la cama”. “Guardar silencio de nuevo porque solo el silencio ayuda a saber si el cuerpo hallado aún respira. Así es todo, aquí en Chimalpopoca, y en toda la ciudad en ruinas.” “Yo estuve ocho horas (…) sacando escombros y había muchas piezas de autos o camiones (…). Algunas de las piezas eran discos de metal grandes de unos 30 kilos. Había decenas o tal vez cientos de ellos”. Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de Gobernación, es recibido con rechiflas, mentadas, gritos de “ratero”, exigencias de “póngase a trabajar” o “ensúciate las manos, cabrón”. “Los dueños habían dado la instrucción de separar (…) todo el material que sirviera, y resguardarlo en un salón de los que quedaron en pie en la primaria. Estuvieron ahí desde el martes, se fueron. Volvieron el miércoles por la tarde con la misma única preocupación: cuánto y no a cuántos se podía recuperar”. “Había una unidad de civiles que se encargó de recoger documentos y meterlos en un anexo en la escuelita”. “Me sentí muy bien haciendo eso. Toda la gente estaba en el mismo tenor de ayudar. O sea, nadie estaba de observador. Todos estaban movidos”. “Había unos carros del súper que también los llenaron de escombros y los llevaban al camión”. “Estuve ahí (…) Nos fuimos quedando menos. Eran dos filas que pasaban botes. Ya era de noche”. “Una amiga falleció ahí. Estuve yendo miércoles y jueves a dar ánimos a su esposo y a llevar material”. “Fue una experiencia en la cual perdí a mi pareja que ella laboraba en el edificio”.

Jueves 21 de septiembre. “El segundo día hubo un poco más de organización, pero tuvimos que esperar mucho más tiempo para poder ingresar a ayudar. Estando ahí no me tocó ver ningún rescate. Me dolió encontrarme con los juguetes todavía en sus bolsas”. “El tiempo en que todo estuvo parado pude ver hojas de un catálogo de muñecas. Como folletos hechos para la venta. Hablé con dos vecinas de la zona que se habían formado desde las cinco de la tarde (…) Pero no pudieron darme un número aproximado de la gente que trabajaba ahí porque las contrataciones eran muy irregulares. Según me dijeron, constantemente contrataban a gente al parecer sin una regulación, como en muchas de las fábricas de esta ciudad, y lo sé porque mi madre ha trabajado en varias durante muchos años, donde, alguna vez hubo un incendio y las regresaron inmediatamente a casa para que no pudieran hablar de eso”. “Era muy angustiante porque por más que se sacaban escombros parecía que no quedaba nadie más, pero tampoco había planos del lugar (…) Una de las chicas de la brigada feminista habló varias veces hasta que gracias a ella, y con apoyo de otra gente que no quería que entrara la maquinaria, se llegó al acuerdo de que entrarían los topos a revisar. Ahí fue cuando comenzó el rumor primero de un elevador y luego de un sótano”. “Muchos (…) creímos que había un sótano en el edificio. X solía comprar ropa en ese edificio y aseguraba que los autos bajaban, quizá solo era un desnivel”. “A esas alturas también parecía que todos los papeles importantes ya los habían sacado”. “Mi hermana se metió en la mera zona cero con los perritos, y ella me dijo que estaba todo muy raro. Los que estaban dirigiendo querían dar por terminado el asunto. Básicamente se negaron a rescatar a la gente que estaba atrapada”. 9/22 22:11 Los perros marcaron tres veces que había vida #Obrera #RescatePrimero #Verificado19S. “Llegué el jueves a las once (de la noche) y entré a las dos de la mañana del viernes. Logré entrar porque me acerqué a la brigada feminista, que era la que estaba más organizada lo cual también causaba mucha irritación entre las brigadas de hombres. Eso me causó mucha sorpresa y me dio la impresión de que la brigada feminista lo pudo llevar muy bien porque no se engancharon en las provocaciones de los varones aunque era evidente la incomodidad que causaba ver a un grupo de mujeres muy organizadas. Constantemente hacían burlas o desde adentro pedían “mujeres para la cocina”. Me parece importante subrayarlo ahora por lo que era el espacio mismo, me sorprendía ver varones tratando de entrar a un espacio en el que se hablaba de muchas mujeres atrapadas y a la par esa actitud tan agresiva para la brigada”. “Tortilleras”. “Machorras”. “Hubo muchos chismes y desinformación (…) es una trama muy enredada porque lo que están tapando es la urgencia de sepultar a los que estaban ahí. Unos decían que eran costureras, otros que eran migrantes. Lo que sí es que eran personas trabajando en muy malas condiciones”. “Buscar a ciegas. Ver que quedaba muy poco y no saber si había una persona o cien. Me preguntaba (…) entonces ¿esos cuerpos dónde están?”. “No habían pasado ni 72 horas y ya querían meter la maquinaria”.

Viernes 22 de septiembre. “Aún se busca vida”. “Cuando ya no había escombros arriba había gente rascando para encontrar un supuesto sótano que todo mundo sabía que no existía. Y había una mujer con una historia de complot que traía unos huesitos que estaban en la tierra que salía… Y así más o menos es lo que me tocó ver”. “Había un señor importante de Protección Civil diciendo que no quería que las mujercitas levantaran escombros. Me enfureció. Las chicas dijimos que también podíamos hacerlo. De cualquier manera nos mandaron a la cocina para llevar bebidas, sándwiches y fruta a los voluntarios y militares en el derrumbe”. “Una chica hablaba con un psicólogo. No es que uno quisiera estar de chismoso pero era tal el silencio que fue inevitable escuchar lo que narraba: decía que había visto el rostro de una mujer entre las telas. La chica no lloraba pero su rostro estaba contraído de tristeza, atónita. Hablaba del horror de haber visto el rostro muerto de una mujer”. “A las tres de la tarde retiraban escombros del predio. Atrás, en Chimalpopoca y Triunfo —ironía involuntaria—, brigadas de Rotarios. Jóvenes bien, playeras blancas, logos de Clubes RotariosRiendo, haciendo bromas tontas sobre los sucesos, contraste total con las brigadistas, serias, atentas, exigiendo el esclarecimiento de los hechos.” “Hubo un momento incluso que era tanta la tensión que nos dio miedo estar ahí porque el gobierno mismo llegó a robarse las cosas que la gente había llevado (…) Bien feo”. “No estoy entendiendo la presencia de granaderos en Chimalpopoca. La brigada feminista que está defendiendo el lugar no está armada.” “No mamen, pendejos, estuve con la brigada feminista boteando cascajo hombro con hombro en Chimalpopoca. Les dicen feminazis y los madreo”. “El encargado de la brigada de herramientas nos recomendó partir, pues el ambiente era hostil, y parecía que ya no había más qué hacer”. “Los granaderos llegando tirando madrazos. Les aventaban herramienta, piedras. Así como llegaron entró la maquinaria, limpió y dejó plano ahí en menos de media hora”. 5:46 p. m. 22 de septiembre de 2017. La SSP desalojó el puesto de la Brigada Feminista en #Chimalpopoca, cuando las activistas intentaron sacar los acopios”. Hubo una fuerte represión y uso desmedido de la fuerza especialmente para nuestra Brigada que estaba adentro trabajando y las expulsaron del lugar con lujo de violencia. “Una pena que el entusiasmo se transformara en desperdicios. Para evitar que esto siguiera, mis compañeros y yo nos pusimos a pelar mandarinas. Era un gesto sencillo pero relevante porque era imposible que los demás hicieran una pausa para pelar una fruta. Para muchos era un alivio refrescarse con el jugo”.

Después. Aplausos. Se dice que el conserje del edificio sacó 25 cuerpos. Se sabe (o, como pasa en México, se cree saber) que el velador del edificio y su esposa fueron de los primeros rescatados.

No nos quisieron proporcionar datos: nombres de personas encontradas con vida ni de los cuerpos. Nos dijeron que en CAPEA (Centro de Atención a Personas Extraviadas y Ausentes).

No se dice y medio se sabe. O ni siquiera eso.

“Por ningún lado daban informes y te traían de un lado a otro sin respuesta alguna, ni siquiera sabían cuántos cuerpos habían rescatado con vida o cadáveres o si eran hombres o mujeres ni siquiera a donde los habían trasladado”. “Vi chavos con las manos despedazadas”. “Ella estaba ahí y se salvó. No está nada bien. Está yendo al psiquiatra y tiene ataques de pánico”. “Fue algo muy injusto y triste lo que ocurrió ahí”. Recibos de nómina. 678 pesos semanales. Presumen que 313 pesos por día. Depende la razón social y la mano benefactora del patrón. Horarios. 8 a. m. o 9 a. m. a 7 p. m. “De sol a sol”. De seis a eme a 10 pe eme. “El inmueble cuenta con instalaciones no originales (…) Los puntos de apoyo de estas instalaciones hacia la losa de azotea no coinciden con los ejes de trabes y la localización de las columnas de los niveles inferiores”. “Las columnas eran de menos de 20 centímetros y la escalera estaba muy angosta”. “Inmueble en investigación”. “En el caso del edificio que se derrumbó en Bolívar 168 esquina con Chimalpopoca, esta Secretaría (de Trabajo y Fomento al Empleo) ha puesto especial atención”. “El problema es que para entrar había que pasar por dos puertas de seguridad, con huella digital. Sólo podían salir de una en una”. “Era evidente que la prioridad para las autoridades no estaba en Bolívar 168”. “Surgieron muchas preguntas que jamás tendrán respuesta porque aquí las vidas no cuentan”. “Lo único bueno era el ánimo de la gente, las personas que llevaban de comer a todos eran personas muy humildes que regalaban lo que podían: café, tamales”. “Fue muy horizontal todo”. “Al final, no hubo más remedio que retirarnos”. “Lo que sé es (…) que por supuesto se metió maquinaria pesada antes de las 72 horas, y que no sólo era la grúa que movía pedazos grandes (también la mano de chango se subió sobre los escombros creo que al segundo día)”.

¿Y ELLAS?

Acordonarlas.

Desalojarlas.

Limpiarlas o hacerlas cascajo.

Seguirlas en lo clandestino.

Tijeretearlas en los cuerpos.

15 personas son las que fallecieron según la Secretaría del Trabajo y Fomento al Empleo de la Ciudad de México. Después fueron 21 los muertos y 2 personas las que fueron halladas con vida. Las instancias continuaron contradiciéndose: 34 sobrevivieron y 15 perdieron la vida. Doce mujeres y tres hombres, ocho mexicanas, cuatro taiwanesas, un paraguayo, “uno de Taiwán nacionalizado paraguayo, uno de Corea y un israelita de nacionalidad argentina”. El Subsecretario de Administración y Capital Humano aseguró que el rescate de fue de 21 cuerpos. El Reforma informó que se entregaron 64 cadáveres. La cifra continua especulándose.

Patrones.

Replicar lo gris.

Veladoras.

Cartulinas.

Dolientes.

¿Tráfico? ¿Trata? Tráfico. Trata. ¿Explotación? Explotación.

Coincidencia macabra.

Cinismo repetitivo.

“Pues estuve desde el primer día hasta cuando ya no quedaba nada y habían limpiado todo.”

Día de Muertas. “Ahí no trabajaba Nadie, Nadie se murió; a Nadie le lloraron, no había Nadie a quien rescatar. Y saber eso, todavía por las noches, me quita el sueño.”

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Esta crónica aparece en Pies en la tierra.

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