¿Por qué seguir leyendo a José Carlos Mariátegui?

Durante varios años, “Poliedro” fue la sección principal de las centrales de la revista Este País. Con el propósito de honrar a esa tradición impresa y renacer como EP en línea, hemos nombrado “Poliedro Digital” al blog semanal de la Redacción que, al tener diversos colaboradores, es como ese cuerpo geométrico de “muchas caras”.

Texto de 07/09/18

Durante varios años, “Poliedro” fue la sección principal de las centrales de la revista Este País. Con el propósito de honrar a esa tradición impresa y renacer como EP en línea, hemos nombrado “Poliedro Digital” al blog semanal de la Redacción que, al tener diversos colaboradores, es como ese cuerpo geométrico de “muchas caras”.

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El interés que despiertan los escritos de José Carlos Mariátegui, escritor peruano fallecido prematuramente en abril de 1930, proviene no sólo del contenido singular de sus muy variados escritos —que pasaron de la crónica y la poesía al ensayo— sino del conjunto de su proyecto político.

        Su pensamiento, siempre abierto y en movimiento por su forma y estilo, nos enseña tanto los cambios históricos en los que vivió inmerso como sus preocupaciones e intereses personales. Es así que a través de toda su obra, podemos ver que su vida estuvo dedicada a hacer un estudio exhaustivo de las condiciones estructurales de la historia del Perú desde una perspectiva materialista. Ya en la advertencia de su libro “Siete ensayos de interpretación de la realidad peruana”[1], el escritor expresa: “no soy un crítico imparcial y objetivo. Mis juicios se nutren de mi ideales, de mis sentimientos, de mis pasiones. Tengo una declarada y energética ambición: la de concurrir a la creación del socialismo peruano”.[2]

         Su trayectoria intelectual nos ayuda a entender porqué, como afirma José Aricó, “al igual que otros heterodoxos pensadores marxistas”, Mariátegui “pertenece a la estirpe de las rara avis que en una etapa difícil y de cristalización dogmática de la historia del movimiento obrero y socialista mundial se esforzaron por establecer una relación inédita y original con la realidad”[3]. En esta misma línea, el “marxismo herético” de Mariátegui, como lo denomina Micheal Löwy, “guarda profundas afinidades con algunos de los grandes pensadores del marxismo occidental: Gramsci, Luckács, Benjamin”.[4] Por eso, es cierto lo que Alberto Flores Galindo señala: “cuando Mariátegui interroga al marxismo lo hará preocupado por el problema nacional, recogiendo de manera consciente una problemática que le permitirá entroncar al marxismo con la tradición cultural peruana y, a la vez, pensar al marxismo no desde una perspectiva individual, sino asumiendo una preocupación colectiva.”[5]

No es extraño que tantos y tan grandes pensadores piensen así del escritor peruano, y por ello, que su obra siga siendo un referente obligado, así como un clásico de la historiografía latinoamericana. Porque como apunta Antonio Matesanz: la obra y el pensamiento filosófico y político de Mariátegui representa “un complejo modelo, concreto, crítico, histórico, de extraordinaria riqueza en todos los sentidos, al pensamiento marxista —que en aquellos años era considerado por muchos como la vanguardia intelectual del mundo— con las tradiciones más antiguas del Perú, encarnadas en la mayoría india de su población, aunadas con las pervivencias de las estructuras socioeconómicas y las costumbres de arraigo previo a la conquista española. El marxismo de Mariátegui, resultó un marxismo indigenista”.[6]EP

[1] José Carlos Mariátegui, Siete ensayos de interpretación de la realidad peruana, México, Era, 2012.

[2] José Carlos Mariátegui, “Advertencia” en Siete ensayos de interpretación de la realidad peruana, México, Era, 2012, p, 14.

[3] José Aricó, “Introducción”, en Mariátegui y los orígenes del marxismo latinomericano, México, Siglo XXI, 1980, p, XIII.

[4] Micheal Löwy, “Ni calco ni copia: el marxismo romántico de José Carlos Mariátegui”, Lima, Minerva, 2006.

[5] Alberto Flores G., Socialismo y problema nacional en el Perú, Nueva Sociedad, no. 47, marzo-abril, 1980, pp, 97-102

[6] José Antonio Matesanz, “Actualidad de Mariátegui: Reflexiones sobre un Modelo Indigenista Posmoderno”, en Liliana Irene Weinberg y Ricardo Melgar Bao, Mariátegui entre la memoria y el futuro de América Latina, Cuadernos de Cuadernos, Número 10, UNAM, 2000, p, 163.

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