“¡Alcira, Alcira, dios mío! Maravillosa, hermosa, qué bella y pura, qué noble, terrenal, amada, entrañable, nada de este mundo. No sé qué decirte Te amo. Te amaré toda la vida. Eres un ser insensato y transparente. Estarás en mi vida para siempre, en mis hijos, en todo lo que ame y toque. Nada hay más […]