#Tablerointernacional: Febrero

Este mes, Susana Chacón, Guadalupe González e Isidro Morales —miembros del grupo México en el Mundo— abordan los seis principales temas de la agenda internacional actual.

Texto de , & 22/02/23

Este mes, Susana Chacón, Guadalupe González e Isidro Morales —miembros del grupo México en el Mundo— abordan los seis principales temas de la agenda internacional actual.

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En esta ocasión, las reflexiones del grupo México en el Mundo cubrieron muchos y muy diversos temas. Entre los más importantes les compartimos las siguientes seis síntesis: Ucrania: los tambores redoblan por continuar la guerra y no por establecer la paz; Discurso de Biden: State of the Union; Pompeo; La crisis sin fin peruana; La deriva autoritaria en Nicaragua; México y las negociaciones de paz colombianas y Cuba y el Águila Azteca.

Ucrania: los tambores redoblan por continuar la guerra y no por establecer la paz

A un año de la invasión rusa a Ucrania, todo parece indicar que tanto Moscú está dispuesto a reanudar una ofensiva por tierra y aire desde la región ocupada del Dombás, hacia el oeste, como Kiev decidido a recuperar parte del Jersón y Zaporiyia, provincias ubicadas al sur y con salida al Mar Negro, con el objeto de impedir el aprovisionamiento de las tropas rusas desde Crimea. Con miles de soldados rusos ocupando ya el Dombás, más 150 mil movilizados en la frontera ucraniana, y un impuesto de guerra sobre los grandes conglomerados rusos, que busca recaudar más de 3 mil millones de euros, Putin se prepara a iniciar una nueva ofensiva cuyos alcances aún no están claros.

Por su parte, Volodímir Zelenski, el 8 y 9 de febrero pasados realizó una visita relámpago a Londres, Bruselas y París, donde se entrevistó con el primer ministro británico Rishi Zunak, el presidente francés Emmanuel Macron y el canciller alemán Olaf Scholz; el común denominador fue pedir mayor sustento militar para contrarrestar la nueva ofensiva rusa que se avecina. En Bruselas, en un discurso emotivo ofrecido ante el Consejo de la Unión Europea, que reúne a los jefes de gobierno y de Estado de la Unión, reiteró nuevamente la importancia de que Ucrania sea parte de dicho bloque, por lo que la ayuda militar de sus países miembros era indispensable. Según Zelenski, el futuro de las libertades y de los valores europeos se juega ahora con la resistencia ucraniana. Dicha visita, que complementa la realizada en diciembre pasado a Washington, hace ver la voluntad de Zelenski y de su ejército por seguir combatiendo a las tropas rusas con el fin de recuperar los territorios ocupados desde hace un año.

“Según Zelenski, el futuro de las libertades y de los valores europeos se juega ahora con la resistencia ucraniana”.

Si bien Estados Unidos y Alemania han sido los países que hasta ahora han aceptado elevar el apoyo armamentístico a Ucrania, el resto de los países europeos aún no encuentra la fórmula para incrementar dichos apoyos, en un momento en que las reservas de municiones del bloque europeo se encuentran en sus niveles más bajos, producto de los recortes al presupuesto militar de la mayoría de sus miembros a raíz del fin de la Guerra fría. Con todo, la Unión Europea ha logrado sortear el invierno a la par de haber reducido sus compras de gas ruso, e iniciado un embargo a las importaciones rusas de crudo y petrolíferos. Además de haber ya congelado más de 300 mil millones de euros del Banco Central de Rusia, Bruselas está dispuesta a imponer una nueva serie de sanciones contra ese país que podría incluir la prohibición de exportaciones que contribuyan a su ofensiva bélica. La nueva fase en la que parece entrar el conflicto bélico fue sin duda el objetivo de la cumbre de Múnich, que reunió a más de 30 jefes de Estado entre el 17 y 19 de febrero pasados, y en la que tanto Macron como Sholz coincidieron en la prolongación del conflicto y en la falta de condiciones para un diálogo.

Todo esto pone en suspenso los esfuerzos de mediación y de paz de varios países y líderes gubernamentales, entre los más recientes, los del presidente brasileño, Lula da Silva, que en una visita del Canciller alemán a Brasilia, a fines de enero pasado, propuso la conformación de un bloque de países, entre los que debería estar China, India, Turquía y hasta Indonesia, para mediar una propuesta de paz entre las partes beligerantes. Lula, en su visita a Washington, le reiteró a Biden esta propuesta. Difícil que en este momento se dé una paz negociada.

Discurso de Biden: State of the Union

El pasado martes 7 de febrero, Joe Biden dio su discurso ante el Congreso estadounidense. En esta ocasión demostró que es un gran estratega y jefe de Estado.  No sólo habló de los grandes retos que su gobierno ha enfrentado, sino sobre todo de los logros alcanzados en todas las materias, a nivel nacional y en la arena internacional. Claramente enfatizó que EUA es el único país que logra, después de una crisis, salir victorioso y fortalecido. En varias ocasiones dijo que el camino no está terminado y que estos dos años son fundamentales para continuarlo.

Parte sustancial del discurso fueron sus logros económicos mediante los cuales, a pesar de la crisis, alcanzó la creación de 12 millones de empleos y el nivel de desempleo más bajo de los últimos cincuenta años. Las manufacturas están regresando a EUA y las clases medias se fortalecen. En muchos momentos hizo comentarios para provocar a los republicanos quienes cayeron, lo que le permitió aún más enfatizar sus logros y subrayar que está dispuesto a trabajar con ellos para el bienestar de los estadounidenses. Durante su administración, el déficit se ha reducido en 1.7 trillones de dólares y lo quiere bajar todavía más con medidas como  incrementar los impuestos a los millonarios y a las grandes empresas.

Por otra parte, algo que ha gustado mucho es el fortalecimiento del sistema de salud y ponerle límites a los costos de las medicinas con el fin que puedan ser compradas por quien las necesite. Sobre el aborto, buscará revertir las medidas tomadas por el congreso y particularmente por los republicanos. En cuanto a la pandemia de COVID-19, señaló que el virus sigue y aunque la enfermedad se ha controlado, se comprometió a no bajar la guardia. Con estas propuestas, Biden deja ver que se va a postular para un segundo mandato.

Por lo que respecta a los intereses de EUA en el exterior, se centró en continuar con los apoyos para Ucrania y en contra de Rusia y en buscar frenar la expansión de China. El tema de las armas no quedó fuera; cuando lo mencionó, fue uno de los momentos más emotivos del discurso, dado que en la audiencia estaban los padres de Tyre Nichols, asesinado por un policía de Memphis. Por supuesto que tenía que hablar sobre migración y la forma en que la están deteniendo los flujos en su frontera sur, pero enfatizó la necesidad de pasar una reforma migratoria integral y de regularizar los DACA. Su gran preocupación es el nivel de consumo de drogas como el fentanilo que matan cada vez a un mayor número de americanos. No mencionó nunca a México, pero dos de los principales aspectos, migración y narcotráfico, refieren directamente a lo que ha hecho y dejado de hacer el gobierno mexicano. Finalmente, sobre cambio climático habló de los apoyos que se están realizando en todos sus estados para hacer una transformación energética hacia energías limpias y autos eléctricos.

Este ha sido sin duda el mejor discurso de Biden desde el comienzo de su administración. Claramente está en campaña y sus logros le dan una buena oportunidad. Si llega a reelegirse, terminará siendo el presidente de mayor edad de EUA.

Pompeo

Este mes, Mike Pompeo, secretario de Estado durante la administración de Donald Trump publicó su libro Never give an inch (Nunca ceder nada), en el que claramente detalla cómo el canciller electo, antes de que el nuevo gobierno mexicano entrara en funciones, el 15 de noviembre del 2018, aceptó el programa de Quédate en México sin negociar nada a cambio. Habla muy mal del gobierno de AMLO y detalla las conversaciones que tuvo con el canciller en las que se confirma su total sumisión ante las amenazas de EUA.

Pompeo está también en precampaña y quiere ser el candidato republicano para la elección del 2024. De nuevo, México será un tema en dicha campaña y no por sus aspectos positivos. Como en otras ocasiones será la piñata electoral. El libro de Pompeo ha ocasionado un gran revuelo en México. Sus declaraciones han sido tema de múltiples artículos, comentarios y entrevistas que demuestran el malestar ante una postura mexicana particularmente de sumisión y de no negociación.

La crisis sin fin peruana

La crisis política y social en Perú se prolonga y profundiza sin que se vea en el horizonte una salida política viable. Las manifestaciones contra el gobierno y en favor del adelanto de elecciones se generalizan en todo el país con un saldo de 60 fallecidos. Crecen las denuncias de organizaciones sociales por actos de represión policiaca y uso excesivo de la fuerza por parte del ejército en medio de un clamor social, del 70% de la población, en favor de una salida electoral lo antes posible. Pese a ello, los congresistas no han podido llegar a un consenso para adelantar al 2023 las elecciones generales tal y como les solicitó la presidenta Boluarte con la intención de atemperar el estallido social. 

La gran pregunta es por qué está resultando tan difícil para los legisladores forjar un acuerdo que autorice nuevas elecciones, siendo la única puerta de salida democrática y constitucional al estado de convulsión en el que encuentra el país. Hay al menos tres obstáculos en el camino: la extrema fragmentación del Congreso en catorce grupos parlamentarios carentes de cohesión interna (no votan en forma homogénea), la nula experiencia de los legisladores debido a su no reelección y la falta de liderazgos con capacidad para tender puentes en medio de una fuerte polarización ideológica. Una auténtica crisis de autoridad y de liderazgo que afecta la legitimidad del conjunto de la clase política.

“El gobierno de Boluarte va en una espiral de aislamiento por la preocupación de gobiernos y actores no gubernamentales de varias partes del mundo ante presuntas violaciones de derechos humanos y atropellos contra los manifestantes”.

Mientras tanto, crecen las repercusiones regionales e internacionales. El gobierno de Boluarte va en una espiral de aislamiento por la preocupación de gobiernos y actores no gubernamentales de varias partes del mundo ante presuntas violaciones de derechos humanos y atropellos contra los manifestantes. Las críticas por parte de España, Chile, Colombia y México han provocado tensiones bilaterales que podrían derivar en rompimientos. Amnistía Internacional ha pedido a España suspender el envío de material antidisturbios y armas ligeras a los aparatos de seguridad peruanos; las relaciones con Chile y Colombia se han tensado al punto que el Congreso declaró al presidente Petro persona non grata. Y el presidente López Obrador se ha negado a traspasar la presidencia pro tempore de la Alianza del Pacífico a un gobierno que considera espurio, poniendo en riesgo la continuidad de uno de los pocos mecanismos latinoamericanos que han funcionado sin contratiempos.

La deriva autoritaria en Nicaragua

En un movimiento sorpresivo y rápido, el gobierno de Nicaragua tomó la decisión de excarcelar, desterrar y deportar a Estados Unidos a 222 opositores, periodistas, activistas, escritores, sacerdotes y empresarios detenidos por motivos políticos, en su mayoría desde 2021, para inhabilitarlos de participar en las cuestionadas elecciones de noviembre que le dieron un quinto mandato a Daniel Ortega. En forma casi simultánea, la Asamblea Nacional controlada por el oficialismo aprobó una reforma constitucional retirándoles la nacionalidad nicaragüense al declararlos “traidores a la patria” y, por ende, despojándolos a perpetuidad de todos sus derechos civiles y políticos.

No está claro si se trató de una acción unilateral por parte de Nicaragua y si hubo algún tipo de concertación con el gobierno estadounidense. La excarcelación se decidió tras meses de fuertes demandas internacionales en favor de la liberación de los presos políticos y en medio de una espiral de nuevas sanciones contra el régimen de Ortega. Las declaraciones del secretario de Estado Antony Blinken refiriéndose a la medida como “un paso constructivo”, indican que la intención nicaragüense era enviar una señal de flexibilidad para abrir un canal de comunicación con Estados Unidos encaminado al levantamiento de las sanciones.

Es difícil que la maniobra orteguista prospere después de conocerse los maltratos a los que estuvieron sujetos los expatriados y de no restituírseles sus derechos y libertades. La OEA, además de condenar las violaciones a los derechos humanos, ha exigido que se dé marcha atrás a la reforma constitucional que avala el destierro.

Un dato preocupante que alerta sobre la erosión del compromiso con la democracia en América Latina es la tibieza y ambigüedad de varios gobiernos frente a la situación. Mientras que España mostró solidaridad ofreciendo la nacionalidad a los presos liberados, en América Latina hubo más indiferencia que expresiones de apoyo a las víctimas o de rechazo a las arbitrariedades nicaragüenses. El único gobierno de izquierda latinoamericano que condenó abiertamente a Ortega calificándolo de dictador fue el de Boric. La Colombia de Petro expresó preocupación, el México de AMLO dijo estar atento al respeto de los derechos humanos, en tanto que la Argentina de Fernández y el Brasil de Lula han permanecido callados.

“El único gobierno de izquierda latinoamericano que condenó abiertamente a Ortega calificándolo de dictador fue el de Boric”.

México y las negociaciones de paz colombianas

México busca proyectar una imagen de liderazgo regional al fungir como sede, facilitador y garante del segundo ciclo de diálogo entre el gobierno colombiano de Petro y la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), en el marco del proceso de paz que reinició en Venezuela en noviembre de 2021. Lo cierto es que su papel en las conversaciones es secundario y discreto, aunque sin duda constructivo, junto con el de otros países oficialmente garantes como Venezuela, Cuba, Noruega y, ahora, Brasil y Chile. Apuntala también el papel que México ha desempeñado en el último año al albergar las conversaciones entre la oposición y el gobierno de Venezuela.

El actual proceso de pacificación es distinto a otros que ha experimentado Colombia por ser la primera ocasión en la que un gobierno de izquierda se sienta en una mesa de negociaciones por la paz con la última guerrilla activa que queda en el país después de 60 años de lucha. Hay mucha experiencia acumulada, lecciones aprendidas y empatías ideológicas que abonan en favor de cierto optimismo, además del acompañamiento de actores internacionales clave como el de Venezuela, el país que históricamente ha servido de resguardo a la guerrilla.

Las conversaciones se dan en un ambiente de confianza entre las partes, pero el tiempo juega en contra del gobierno de Petro que quiere cerrar un acuerdo antes de que termine su mandato y a favor del ELN, que no tiene prisa y presiona por mayores garantías, concesiones y cambios de fondo en la política colombiana.

La primera ronda de conversaciones en Venezuela terminó con un sabor agridulce. Aunque se alcanzaron acuerdos parciales sobre acciones humanitarias para el retorno de poblaciones desplazadas y se decidió invitar a más países como acompañantes del diálogo (incluido Estados Unidos), al final hubo diferencias y desmentidos públicos respecto a un supuesto acuerdo de alto al fuego bilateral. En el segundo ciclo de diálogos en México los acuerdos se antojan un tanto más difíciles de alcanzar pues giran en torno al cese de hostilidades. En el mejor escenario, se espera poder pactar medidas para un proceso de desescalamiento gradual.

Un asunto que ha eclipsado la atención al proceso colombiano en los círculos atentos mexicanos, es la polémica que levantó el trato especial al presidente cubano Díaz Canet durante su visita oficial al país al otorgarle la condecoración del Águila Azteca y el anuncio presidencial de que México lideraría un movimiento de naciones para convencer a Estados Unidos de levantar el embargo. El reconocimiento a un gobierno sin credenciales democráticas va a contrapelo de los esfuerzos por proyectar un liderazgo regional y, aunque la iniciativa para quitar el embargo es consistente con la posición histórica de México, ignora que implica cambios legislativos y carece de viabilidad política. EP

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