Susana Chacón escribe en memoria de Jesús Reyes Heroles González Garza.
Observatorio Internacional: Jesús Reyes Heroles González Garza
Susana Chacón escribe en memoria de Jesús Reyes Heroles González Garza.
Texto de Susana Chacón 25/01/24
In memoriam
Se nos fue un grande: Jesús Reyes Heroles González Garza. El pasado domingo 21 de enero falleció tras un difícil período de salud; nos dejó con un gran vacío en medio de uno de los momentos más delicados de la historia nacional. Su gran amor por México, entrega personal, calidez, afabilidad, respeto y compromiso hicieron de Jesús, Chucho, un hombre apreciado por muchos: funcionarios públicos, académicos, consultores, empresarios, entre otros. Quienes lo conocimos, lo tuvimos siempre en la mayor de las consideraciones.
Sin repetir su semblanza curricular, me atrevo a decir que, desde mediados de los años setenta, fue un hombre público con gran visión de Estado que le permitió imaginar lo óptimo para el país desde el ámbito público, pero igualmente el privado. Con una formación de economista y en leyes de gran calidad y reconocimiento en universidades nacionales y extranjeras, se caracterizó siempre por su gran respeto ante el conocimiento.
Gracias a una trayectoria de familia en la que la cultura, la educación, la literatura y las humanidades se respiraban día a día, le tocó la construcción del México durante los últimos treinta años del siglo pasado y hasta la fecha, desde lo público y lo privado, independientemente de partido político y siempre con una clara visión de mediano y largo plazos.
Constructor de escuela no sólo como profesor universitario, sino como formador de grandes personas, funcionarios, académicos y consultores, muchos se precian de haber crecido por él y su ejemplo como persona y profesional. Por supuesto, también fue académico en diversas universidades públicas y privadas, en las que sin duda dejó huella.
Como hijo de don Jesús Reyes Heroles —uno de los principales constructores del sistema político mexicano— y hermano de Federico Reyes Heroles —gran politólogo—, le tocó respirar al México profundo desde su niñez para convertirse en uno de los principales actores políticos de las últimas décadas y uno de los principales economistas que, con gran claridad y precisión, favorecieron la construcción de instituciones en el país.
Muy cercano a varios presidentes y altos funcionarios de México, me permito compartir que una de sus principales labores fue gracias a la cercanía con Ernesto Zedillo quien, desde su campaña, le pidió encabezar su plan de gobierno, para convertirse después en su Secretario de Energía y luego encabezar la principal embajada de México en el mundo, la de Washington. La comunicación y confianza entre ambos era directa, cálida y muy franca, tanto que en ocasiones causaba problemas a la entonces Secretaria de Relaciones Exteriores, nuestra querida Rosario Green.
Tiempo atrás, cuando Fernando Solana fue canciller, fungió como su coordinador de asesores por lo que se desempeñaba sin problema tanto en el ámbito de la diplomacia como en las negociaciones de política interna y en las económicas. En el ámbito de las finanzas públicas y de la economía, su labor desde el Banco de México a partir de los años setenta lo marcó en la precisión de sus estudios que más tarde continuaría desde el espacio de la Consultoría. Esto lo llevó a participar en varios Consejos de las principales empresas del país.
Su incansable labor de transmitir ideas, conocimiento y posibles futuras políticas públicas, lo llevaron de manera continuada a escribir no sólo en medios impresos —como lo fue a lo largo de los últimos años en El Universal—, sino en múltiples artículos, capítulos de libros, libros y participación en diversos foros y conferencias.
Su conocimiento de los temas energéticos y su preocupación por el cambio climático, le permitieron grandes resultados y propuestas como director de PEMEX y, más tarde, participando en centros de pensamiento como el Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales (COMEXI), en el Grupo de Energía de COMEXI y en el Club de Roma.
Como presidente del Centro Tepoztlán Víctor L. Urquidi, donde también participó en muchas ocasiones, y como Co-coordinadora del Grupo México en el Mundo y en representación de ambos grupos, me permito transmitir nuestras condolencias a toda su familia y externar nuestro agradecimiento al apoyo que siempre hemos recibido por parte de Federico y de la revista Este País. Se nos fue un grande y nos hará falta. Descanse en paz Jesús Reyes Heroles González Garza. EP
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