Diversificación: un anhelo que no se cumple: Nación de Repúblicas (América Latina)

El grupo México en el Mundo presenta una serie de textos que abordan los desafíos para la política exterior de México en 2022.

Texto de 26/01/22

El grupo México en el Mundo presenta una serie de textos que abordan los desafíos para la política exterior de México en 2022.

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Con tino y visión, Simón Bolívar llamó a América Latina “una nación de repúblicas” pues consideró que las (veinte) repúblicas que hoy la constituyen (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela) comparten los atributos que definen una nación: lengua (el caso de Brasil es diferente pues se habla el portugués, una lengua romance peninsular, muy cercana al español; el caso de Haití es también diferente, pues se habla el creole, derivado del francés y elementos autóctonos), historia y una geografía común que las contiene. Es dentro de esta realidad política y concepción bolivariana que México, profundizando en la integración y diversificación de sus relaciones, tiene, justamente en América Latina un horizonte político primordial. En este sentido resulta indispensable reparar en la Carta de Jamaica (1815) de Simón Bolívar, pues se trata del manifiesto fundacional de la idea de “anfictionía” o, en términos actuales, de integración latinoamericana.

México es, desde luego, una de esas veinte naciones, pero resulta excéntrico al conjunto por varias razones, sin por ello dejar de ser muy importante dentro del mismo. Es cierto que por su población, historia y cultura resulta una pieza de la mayor importancia en el “rompecabezas” latinoamericano. Pero México tiene algo más: una doble partencia. Es, al mismo tiempo, América Latina e igualmente América del Norte. En primer lugar, es América Latina según las premisas de la definición bolivariana, pero es América del Norte por razones poderosas de geografía, población y una compleja y dilatada historia compartida con Estados Unidos (además, a partir del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, la relación con Canadá cobra también una notable importancia). Además, hoy por hoy, viven en Estados Unidos por lo menos 33 millones de personas de origen mexicano, ya sean migrantes o nacidas allá. 

De tal manera que, como bien lo define Tonatiuh Guillén, México va conformando una nación transterritorial. La influencia de México y del idioma español en Estados Unidos es notable y creciente. Basta con decir que con 57.6 millones de personas que hablan el español como primera lengua, se trata ya del segundo país con mayor número de hispanohablantes. Esto es, solo detrás del propio México, pero por encima de España, Colombia o Argentina. También se ha avanzado mucho en la formalización de la integración económica norteamericana, como lo atestigua el Tratado México, Estados Unidos y Canadá. Por otro lado, México resulta primordial en Estados Unidos no solo en la lengua, sino también por su honda huella cultural. Ahí está como ejemplo nuestra dilatada y singular frontera, la más transitada del mundo. 

México es América del Norte y México es América Latina, y esta doble pertenencia, define en gran medida al país en la actualidad, y también explica sus particularidades respecto al resto de Latinoamérica. Así como es importante la relación con Estados Unidos, y ahora también con Canadá, la relación con América Latina es también un nexo vital y profundo. Hay que tener presente que México es el mayor país hispanohablante del mundo, tiene lazos formales con todos y cada uno de los países latinoamericanos y es miembro activo de los principales esquemas multilaterales de integración regional, como la Alianza del Pacífico, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI) o el Sistema Económico Latinoamericano y del Caribe, y mantiene numerosos acuerdos o tratados de tipo bilateral, como los acuerdos o tratados de libre comercio y los de alcance parcial. Es decir, México es la más importante bisagra entre el Norte y el Sur de América.Es así que la diversificación de nuestras relaciones, tanto al Norte como al Sur del continente americano, irá modificando su geografía política. Por esto resulta deseable profundizar más nuestras relaciones con el resto de América Latina, tanto en términos bilaterales como en relación a los esquemas multilaterales de integración regional en marcha. Ningún país está mejor posicionado que México para la histórica tarea de impulsar y dar lugar a un amplio proceso de convergencia entre los distintos acuerdos subregionales de integración, comenzando por la ALADI, la Alianza del Pacífico, el Mercado Común del Sur, el Mercado Común Centroamericano y la Comunidad del Caribe. Así se irá configurando, poco a poco pero firmemente y a cabalidad, esa “nación de repúblicas” que nos dé una sola y potente voz en el mundo, como hace ya 200 años lo vislumbrara el libertador Simón Bolívar. EP

Documento completo: Desafíos para la política exterior de México en 2022
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