¿No sabes que sigo estando mejor que nunca?

Luciendo como un verdadero sobreviviente, sintiéndome como un niño pequeño

Elton John, Todavía estoy de pie, 1983.

El 26 de febrero de 2023 (26-F) hubo una gran manifestación en el Zócalo de la Ciudad de México en defensa de nuestra frágil democracia. Cientos de miles se reunieron en más de 100 ciudades de México y 8 países, incluido Estados Unidos, concretamente en Austin, Brownsville, Chicago, Houston, Los Ángeles, Miami, Nueva York, San Antonio y Washington DC.¹

Tres ‘C’ describen a los actores clave en este proceso: Ciudadanos que defienden la Constitución y la Corte que revisará las reformas legales del ‘Plan B’ del presidente López Obrador (lanzado después que el Plan ‘A’, una reforma constitucional, careció de suficientes votos), que pretende socavar al Instituto Nacional Electoral (INE).

Muchas veces desde principios de los años ochenta participé en marchas y manifestaciones para exigir que las elecciones fueran organizadas por un organismo autónomo, y no por el PRI-Gobierno, que durante siete décadas dominó la política mexicana. En muchas de esas manifestaciones, un joven y prometedor líder político del estado de Tabasco se estaba abriendo camino oponiéndose a la todopoderosa maquinaria del PRI, que entonces parecía imbatible.

La perseverancia en la lucha por la democracia fue crucial en la creación del organismo electoral autónomo, primero el Instituto Federal Electoral (1990) y luego el INE (2014). López Obrador fundó su partido, Morena, en 2011, y fue bajo la supervisión del INE que ganó la presidencia de México en 2018 de forma aplastante.

Morena ha ganado 22 de las 32 gubernaturas bajo este INE de alta credibilidad y profesionalismo. Asimismo, Morena alcanzó mayorías en la Cámara de Diputados y el Senado.  Ningún conflicto de ningún tipo, ninguna disputa postelectoral resultó de esas elecciones. Entonces, ¿por qué López Obrador querría socavar al INE que organizó, instrumentó y supervisó la elección que le permitió llegar al cargo más alto del país? Porque cada vez es más claro que bajo la mirada de este INE, la oposición podría ganar el 2 de junio de 2024. Puede parecer una posibilidad muy remota ahora, cuando aún faltan 15 meses para las elecciones. Hoy todas las encuestas favorecen abrumadoramente a Morena y a sus candidatos potenciales, pero AMLO parece temer que la marea cambie.

Si el instituto electoral se ve socavado —la reforma de AMLO pretende dar marcha atrás 33 años y darle al gobierno una vez más el control de las elecciones— entonces podrá imponer no solo al abanderado de Morena, sino a su sucesor, el próximo presidente, con absoluta certeza. 

¿Qué hubo de nuevo en la manifestación del 26-F?

Una gran ironía: esta vez, algunos de los que luchamos junto a AMLO contra la manipulación del voto ciudadano por parte del PRI, estábamos en el Zócalo protestando por el intento de golpe a la democracia. Al mismo tiempo, el hombre en el interior de Palacio Nacional estaba protegido por vallas de metal frente a sus puertas, de cara a la manifestación pacífica de sus conciudadanos que exigían a voz en cuello: ‘mi voto no se toca’.

López Obrador ahora tiene a su lado a Manuel Bartlett, quien fue el jefe de la tristemente célebre comisión electoral que operó el robo de las elecciones presidenciales de 1988 contra Cuauhtémoc Cárdenas. En un marcado contraste, AMLO ha criticado repetidamente a José Woldenberg y a José Ramón Cossío. El primero es profesor de Ciencias Políticas en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y fue titular del IFE cuando el voto ciudadano de 2000 derrocó al PRI luego de 71 años; asimismo, fue el orador principal en la manifestación a favor de la democracia del 13 de noviembre de 2022. Cossío es exministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (2003 a 2018) y actualmente profesor de Derecho; él fue el orador principal el 26-F y dejó claro que las reformas legales de AMLO violan los principios de equidad y certeza, por lo que deben ser declaradas inconstitucionales por el Supremo Corte.

La pelota está ahora precisamente en la cancha del máximo tribunal de México.

AMLO ha dejado de lado su juramento de proteger y defender la Constitución y la democracia de México. Woldenberg, Cossío y cientos de miles de manifestantes están aquí para recordárselo. ¿Los escuchará? EP

1. La versión original de este texto, Mexico’s Democracy: We are still standing, se publicó el 27 de febrero de 2023 en https://www.wilsoncenter.org/article/mexicos-democracy-we-are-still-standing [↩]

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