La relación con Estados Unidos: Las cadenas de valor con Estados Unidos

El grupo México en el Mundo presenta una serie de textos que abordan los desafíos para la política exterior de México en 2022. En este texto, Martha Bárcena explora las cadenas de valor con EUA.

Texto de 12/01/22

El grupo México en el Mundo presenta una serie de textos que abordan los desafíos para la política exterior de México en 2022. En este texto, Martha Bárcena explora las cadenas de valor con EUA.

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La pandemia de covid-19 evidenció la importancia de las cadenas de valor o cadenas de suministro en Norteamérica. Se manifestaron las lagunas en materia de información y transparencia, la profundidad de la interdependencia en la producción en la región, la dependencia de insumos y productos clave de otras regiones, y la ausencia de mecanismos de coordinación entre los países miembros del Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) para mantener la producción, a la vez que se cuidaban los aspectos sanitarios.

Un primer elemento por destacar fue la diferencia en regulaciones en los tres países del T-MEC. Mientras que Estados Unidos, por medio del Departamento de Seguridad Nacional, contaba con una lista bastante detallada de los sectores y subsectores considerados esenciales en caso de emergencia ⸺como lo fue la pandemia⸺, la lista canadiense era bastante más corta y la mexicana inexistente. 

A pesar de las muchas páginas del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y posteriormente del T-MEC, en ninguna parte se previó la necesidad de contar con un mecanismo de consulta y coordinación en casos de emergencia de una pandemia para alinear los sectores esenciales. Sobre la marcha, el gobierno mexicano, procedió a elaborar una lista preliminar de sectores esenciales que convenía permanecieran abiertos durante el confinamiento para no colapsar el sistema productivo.

Con ejemplos concretos, como Boeing, General Motors y 3M, se ratificó el grado de interdependencia de los sectores productivos de los tres países. Boeing, por ejemplo, tenía más de 56 proveedores en más de veinte estados de México, algunos inmediatos, otros de hasta el quinto nivel. 

Identificar las cadenas de proveeduría y mantener abiertas las fábricas requirió un gran esfuerzo. Se pidió a las grandes empresas que ayudaran a garantizar que sus proveedores iban a respetar todas las medidas sanitarias implementadas por el gobierno mexicano.

El resultado de este enorme esfuerzo fue que los sectores esenciales se mantuvieron abiertos y se evitó una debacle económica. La lección fue que las cadenas de suministro son la columna vertebral del esfuerzo de integración económica, y que había fallas y descoordinación a subsanar en el futuro para lograr los siguientes objetivos: la alineación de los llamados sectores esenciales en los tres países; la negociación de un mecanismo de consulta y coordinación para casos de emergencia, incluyendo pandemias, que defina las dependencias del gobierno líderes y sus responsabilidades, y que nos permita conocer mejor la complejidad de esas cadenas de valor, así como la confirmación de que la región de Norteamérica es excesivamente dependiente de Asia en sectores estratégicos, como el farmacéutico, el químico, la producción de equipo de protección personal (cubrebocas, batas) y en el sector electrónico.

Uno de los resultados de la experiencia de la pandemia fue la toma de conciencia por parte de los principales actores estadounidenses, tanto del gobierno como del sector privado, de la necesidad de trasladar la producción de insumos y productos intermedios clave de Asia a Estados Unidos. Esto se tradujo en el concepto en inglés de re-shoring.

Ahora bien, Estados Unidos por sí mismo no puede ser suficientemente competitivo ni todas las industrias necesarias pueden establecerse en su territorio. De ahí surge la gran oportunidad de relocalizar las cadenas de suministro a Norteamérica en una primera etapa (se refleja en el concepto near-shoring) y, posteriormente, expandirlo al continente (ally-shoring).

En este contexto, México se encuentra en un momento y una posición privilegiada para atraer inversión extranjera, no solo de Estados Unidos, sino de otros países que producen en Norteamérica para el mercado mundial, por la oportunidad de relocalización de cadenas de suministro o valor. Además, México cuenta con el marco jurídico, el T-MEC, con mano de obra calificada, con cercanía a la frontera con Estados Unidos, con experiencia de interdependencia e integración, así como con el haber dado la seguridad a Washington que en momentos claves fue un socio confiable para mantener la producción de sectores esenciales, como el aeroespacial, la alimentación, el electrónico y hasta el de defensa y seguridad. 

De ahí que uno de los temas centrales en el Diálogo Económico de Alto Nivel sea el de la resiliencia y la relocalización de las cadenas de valor. Es una oportunidad que no deberíamos desaprovechar. 

Por otra parte, las dificultades en las cadenas de suministro, así como el comercio mundial, han llevado a casi un colapso de estas cadenas que se advierte primordialmente en la congestión del puerto de Long Beach, en Estados Unidos, el encarecimiento del transporte marítimo, el exceso, por un lado, y la falta, por el otro, de contenedores para el comercio internacional, la falta de producción de semiconductores que ha impactado la industria automotriz y el acceso a los minerales raros, entre otros. 

Por ello, en el marco de la Cumbre del G-20, celebrada en Roma, el gobierno de Estados Unidos convocó a una reunión para definir los principios que deben regir la resiliencia de las cadenas de suministro. En el documento se señalan cuatro pilares para lograr la resiliencia: transparencia; diversidad, apertura y predictibilidad; seguridad, y sustentabilidad. Destacan también la necesaria coordinación con el sector privado y con los trabajadores. 

El tema es ya fundamental y está sobre la mesa. Corresponde a México aprovechar esta oportunidad única para atraer grandes inversiones, crear empleos y una mejor calidad de vida para los trabajadores mexicanos. EP

Documento completo: Desafíos para la política exterior de México en 2022
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