Jóvenes sin trabajo: ¿problema u oportunidad?

Rogelio Gómez analiza la problemática de los jóvenes mexicanos sin acceso a trabajo digno, identificando barreras estructurales y proponiendo soluciones de política pública. El autor destaca la necesidad de invertir en educación, capacitación y apoyo para superar la exclusión y precariedad laboral juvenil.

Texto de 07/08/24

Rogelio Gómez analiza la problemática de los jóvenes mexicanos sin acceso a trabajo digno, identificando barreras estructurales y proponiendo soluciones de política pública. El autor destaca la necesidad de invertir en educación, capacitación y apoyo para superar la exclusión y precariedad laboral juvenil.

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La promesa del bono demográfico parece desvanecerse. La oportunidad del nearshoring se frena, entre otras razones, por falta de personal preparado. La amenaza del crimen organizado convertido en el principal empleador crece. Y lo más grave: millones de jóvenes enfrentan barreras estructurales para construir un proyecto de vida que les dé satisfacción.1

En México hay 31.3 millones de jóvenes entre 15 y 29 años. Y más de la mitad: 16.4 millones tienen serias barreras para tener trabajo en condiciones dignas (TD). La “falta de personal” y la “crisis de vacantes no ocupadas” tienen aquí una solución. Es una gran oportunidad pues constituye una “reserva” enorme de talento y capacidad productiva, que requiere creer en ellos y ellas e invertir en su inclusión.

La juventud es una etapa crucial de definiciones y determinaciones que marcan para el resto de la vida. Las personas jóvenes requieren acciones de gran escala desde gobiernos, empresas y sociedad civil para superar barreras estructurales que impiden el TD: (i) políticas públicas efectivas; (ii) oportunidades de empleo sin discriminación; (iii) programas adecuados de formación para el trabajo; y (iv) superar etiquetas discriminatorias.

Esta primera parte aborda: 1) la cuantificación de jóvenes con barreras estructurales al TD; 2) las causas que crean las barreras; y 3) las acciones de política pública indispensables frente a ellas.  En la segunda parte, analizamos los programas del gobierno y ofrecemos recomendaciones para impulsar el TD para jóvenes, desde gobierno, sector privado y sociedad civil.

1. ¿Cuántos jóvenes oportunidad hay? 

Hay tres condiciones medibles que afectan la inclusión económica de jóvenes oportunidad.2 Estas condiciones no abarcan la totalidad de las barreras. Tampoco las adversidades les definen.

A) Exclusión: Jóvenes sin trabajo, fuera de la escuela y en rezago educativo

Contabilizamos 5.067 millones de jóvenes en exclusión, el 16% de la cohorte 15-29. Acotamos este primer conjunto de jóvenes no solo a quienes están “fuera de la escuela y sin trabajo”, con un filtro: no haber concluido la educación media superior.

Entre ellos, 1.1 millones son jóvenes en desempleo, que considera a quienes “buscaron trabajo en la semana anterior” (población desocupada), y a quienes “porque saben que no pueden encontrarlo” (población disponible).

El grupo mayoritario son 3.4 millones de jóvenes “no disponibles”.  No pueden buscar trabajo porque trabajan en su casa sin remuneración en labores de cuidado. El 92% son mujeres. 

Finalmente hay 527 mil jóvenes con otras razones no especificadas de no disponibilidad.

B) Con trabajos precarios: Jóvenes sin salario suficiente y/o sin seguro social, fuera de la escuela y con rezago educativo

Contabilizamos 8.2 millones de jóvenes trabajando en condiciones precarias, son el 26% de la población joven. De ellos, 4.9 millones, 6 de cada 10 carecen de salario suficiente y seguro social; 2.1 millones, carecen de salario suficiente; y 1.2 millones carecen de seguro social.3

Quienes tienen trabajo precario también requieren atención. Son jóvenes oportunidad pues también tienen potencial y talento.4 Forman parte de la fuerza productiva potencial para cubrir vacantes, si se les ofrecen condiciones dignas de trabajo conforme a la ley, incluyendo salario suficiente y no “salarios de pobreza”.

C) Jóvenes estudiantes en pobreza

El tercer conjunto son 3.1 millones de jóvenes que siguen en la escuela pero están en condición de pobreza (2.4 millones) o son vulnerables por ingreso (0.7 millones). 

Son un grupo que aún no está en la situaciones de exclusión o precariedad, pero por su condición socioeconómica están en riesgo de llegar a ellas en el corto plazo.

 La tabla 1 muestra los datos e incluye como referencia el dato total sin aplicar los filtros “rezago educativo” y “fuera de la escuela” para los conjuntos A y B.

La figura 1 ilustra estos datos con su desglose:

2. Desventajas acumuladas, contextos adversos, barreras estructurales

Quienes nacen y viven en condición de pobreza enfrentan contextos adversos que crean desventajas que se acumulan durante el ciclo de vida. Estas desventajas crean barreras estructurales para conseguir trabajo en condiciones dignas (TD).

a) La desnutrición crónica en la primera infancia (0-5 años de edad) afecta el desarrollo de capacidades neuro cerebrales. 

En 1999, casi 48% de las niñas y niños 0-5 años del quintil socioeconómico más bajo (Q1) padecía desnutrición crónica, hoy esas niñas y niños tienen entre 25 y 30 años. En 2006 eran el 31% en condición similar, hoy tienen entre 18 y 24 años (INSP. ENSANUT 2006).

b) El aprendizaje educativo deficiente afecta a la mayoría de las niñas, niños y jóvenes desde hace años en México, como lo muestran las evaluaciones. 

El aprendizaje deficiente también afecta en mayor medida a niñas, niños y jóvenes del nivel socioeconómico más bajo. Estas niñas y niños tienen resultados casi 100 puntos por debajo de quienes tienen mejor nivel socioeconómico, en 6º de primaria, en las más recientes evaluaciones de PLANEA (ver figura 2). Algo similar sucede con resultados para secundaria, con una diferencia de 55-65 puntos y en educación media superior – EMS, con una diferencia de 65-70 puntos.5

c) Pese a que la permanencia escolar ha mejorado en décadas recientes, el abandono escolar se acelera a partir de los 15 años de edad. Más del 40% de jóvenes mayores de 18 años (18-29) carecen del nivel medio superior completo: no concluyeron el bachillerato.

El abandono escolar sin concluir la educación media superior (EMS) es mucho mayor para jóvenes de menor ingreso. Mientras que el 91% de jóvenes 15-17 años de mayor ingreso (decil X) siguen en la escuela, los de menor ingreso (decil I) solo continúan el 56% (ver figura 3).6 15-17 es la edad para cursar el bachillerato o EMS.

d) La imposición del trabajo familiar no remunerado de cuidados hacia las mujeres, crea una barrera de género. Por eso, México tiene una de las más bajas tasas de participación laboral femenina del mundo. 

Hay 3.4 millones de jóvenes que no están disponibles y no pueden buscar trabajo por realizar labores no remuneradas de cuidado en el hogar, de ellas, 92% son mujeres.

e) Hay varias desventajas más para las cuáles no contamos con datos estadísticos, pero igual crean barreras para la inclusión económica de jóvenes oportunidad: condición de discapacidad y limitaciones; origen étnico; baja escolaridad de los padres; vivir en ambientes de violencia en el hogar, la escuela y el hábitat; consumo excesivo de alcohol o drogas; embarazos no planeados; entre otros.

3. ¿Qué acciones de gobierno son indispensables para superar las barreras estructurales? 

Hay al menos, siete acciones de política pública, que los gobiernos podrían aplicar para reducir la exclusión y la precariedad laboral que afecta a millones de jóvenes oportunidad:

  1. Educación pertinente para el trabajo. En particular, bachilleratos técnicos. 
  2. Estrategias frente a la deserción escolar, enfocadas sobre todo en la educación media superior. 
  3. Opciones de 2ª oportunidad de EMS para jóvenes mayores de 18 años en rezago educativo, centradas en inserción laboral.
  4. Programas de capacitación pertinentes y de corta duración, vinculados a ofertas disponibles en cada lugar.  
  5. Intermediación laboral, bolsas de trabajo, certificación de competencias y otras acciones que mejoren la empleabilidad. 
  6. Servicios de cuidado, como estancias infantiles, escuelas de horario ampliado o espacios de actividades vespertinas para niñas, niños y adolescentes en educación básica, así como otras opciones para personas con discapacidad o mayores, a fin de facilitar la participación laboral femenina.
  7. Fomento a la economía social y el emprendimiento de jóvenes, en negocios adecuados que permitan productividad suficiente para generar condiciones de TD.

Todo esto acompañado de una política laboral que mejore las condiciones laborales y una política de colaboración con el sector privado y la sociedad civil.

El análisis sobre los programas del gobierno relacionados con esas acciones será materia de la segunda parte, así como algunas recomendaciones.También presentaremos acciones que le tocan al sector privado, especialmente para evitar la discriminación que afecta a jóvenes oportunidad.  Así como acciones desde la sociedad civil. Estas también serán materia de la segunda parte de este texto. EP

  1. Este texto resume el estudio Jóvenes oportunidad. Datos para la Zona metropolitana del Valle de México, análisis de políticas y recomendaciones para su inclusión económica elaborado por Acción Ciudadana Frente a la Pobreza.  Esta es la primera parte, en fecha próxima se publicará la segunda parte. []
  2. Jóvenes oportunidad es un concepto de identidad, no es un programa o proyecto, tampoco es una organización. Es el concepto que busca cambiar la narrativa a fin de confrontar los discursos estigmatizadores, las etiquetas y las prácticas discriminatorias y en general las percepciones negativas que fortalecen y normalizan las barreras de exclusión y precariedad. []
  3. El umbral del indicador “sin salario suficiente” considera el costo de dos canastas básicas (alimentaria + no alimentaria) usadas por Coneval para la medición de la pobreza. Son dos pues el derecho humano al trabajo considera un salario suficiente para quien trabaja y su familia, por tanto, no únicamente para una persona. Dos personas es decir dos “canastas básicas” es el umbral mínimo y coincide con la proporción estadística de integrantes de hogares y perceptores de ingreso (2:1). []
  4. En la cuantificación de este conjunto, también usamos el filtro del rezago educativo y sólo se consideran jóvenes “fuera de la escuela”. []
  5. INEE. PLANEA 2017-18 para 6º de primaria, PLANEA 2016-17 para 3º de secundaria. Y PLANEA 2017-18 para 3º de EMS. En los dos primeros casos, la condición socioeconómica se refiere a “cuartiles”. Y en la EMS refiere a “deciles”. []
  6. Datos INEGI. ENIGH 2022. []
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