¿Por qué el lenguaje jurídico no es sencillo, asequible y accesible para todas y todos? En este texto, Leslie Jiménez Urzua, coordinadora de Proyectos en Impunidad Cero, explica por qué es fundamental socializar el derecho.
Socializar el derecho para alcanzar la justicia
¿Por qué el lenguaje jurídico no es sencillo, asequible y accesible para todas y todos? En este texto, Leslie Jiménez Urzua, coordinadora de Proyectos en Impunidad Cero, explica por qué es fundamental socializar el derecho.
Texto de Leslie Jiménez Urzua 28/02/22
En México, el día de los Reyes Magos se acostumbra obsequiar a los niños juguetes: pueden ser balones, coches, muñecas, juguetes científicos, videojuegos, entre otras cosas; para mi papá fue una buena decisión regalarle a su hija de 9 años el libro Introducción al Estudio del Derecho de Eduardo García Maynez, uno de los más grandes filósofos y abogados del derecho positivo mexicano del siglo pasado.
Recuerdo que cuando me vi ese libro de pasta dura color verde botella con letras doradas, lo que sentí —a parte de la evidente decepción porque esperaba otra cosa— fue mucha confusión: no entendía a lo que se refería con los imperativos hipotéticos de las normas. Lo cerré y arrumbé en el librero, hasta ocho años después cuando ingresé a la Facultad de Derecho y vi que ese libro se encontraba como bibliografía básica de mis clases de primer semestre. Pensé ingenuamente que ya contaba con los elementos de ensayos para poder pasar de la introducción, pero me equivoqué.
Nuevamente el libro me provocó confusión, sumada a un nuevo malestar: desesperación por no entender lo que me estaba diciendo, así que nada más lo utilicé para las tareas que me dejaban y eventualmente lo volví olvidar. Esa sensación de desesperación y frustración de no comprender, no solamente apareció con este libro, sino con otros textos más, así como con la misma ley; y es que al final a las personas abogadas nos forman para no solamente saber de la ley, sino también para interpretar, traducir y explicar la ley, como cuando vemos una película en un idioma que no es tu idioma natal.
El derecho, nos dice Malena Costa, es un discurso performativo que tiene la capacidad de reconocer e invisibilizar, de incluir y excluir, de nombrar y delimitar en los términos de lo legal y lo ilegal, por ende el derecho tiene efectos legitimantes de lo socialmente aceptado,1 siendo entonces la forma en cómo nos hablamos y entendemos la base y sentido del derecho.2
En ese sentido, el derecho nos cubre todos los días de nuestras vidas, desde que nacemos con la responsabilidad profesional del personal de salud que atendió a nuestras madres, al crecer con la serie de obligaciones que tiene el Estado con nosotras, incluso cuando vamos a comprar algo a la tiendita de la esquina que da origen a una compra-venta. Sin embargo, si el derecho se construye desde una base social, ¿por qué existe una brecha que tiene como consecuencia que el lenguaje jurídico no sea sencillo, asequible y accesible para todas y todos?
Esta brecha se ve más evidente cuando hablamos del derecho penal, el cual surge por la necesidad de regular el comportamiento del ser humano en sociedad, justificando al Estado de usar su violencia castigadora de manera legítima,3 para deternos cuando hayamos cometido una conducta prevista como contraria a la ley, denominada como delito.
El derecho penal es quizás de las áreas del derecho que más se encuentra presente en nuestro día a día y también la más árida. Lo vivimos cuando escuchamos hablar en los noticieros de espectáculos de la denuncia al influencer de moda, en las noticias del político corrupto o cuando vemos en las portadas de los periódicos de nota roja el accidente u homicidio de alguna persona. Es decir, se convierte en un saber cotidiano.
Para Eugenio Raúl Zaffaroni, el derecho penal es un saber jurídico que permite no sólo la creación e interpretación, sino la ejecución de las leyes penales.4 Por esa razón es necesario que el derecho sea cercano a todas las personas; el saber dota de instrumentos para conocer no sólo el sistema jurídico que nos cruza e impacta el desarrollo de nuestras vidas, sino también que nos empodera ante cualquier negligencia o maltrato por parte de las autoridades.
Desde Impunidad Cero consideramos que la socialización y democratización del derecho nos posibilita un sentido de agencia, poder y fortaleza ante un sistema penal sustentado por bases misóginas, clasistas y racistas,5 que privilegia desde estereotipos debido a la contribución de los operadores jurídicos. En relación con lo anterior, a principios del mes de febrero presentamos la “Radiografía de Operadores del Sistema de Justicia Penal”, en un evento en el que participaron mujeres abogadas creadoras de contenido que se dedican a acercar el derecho desde sus diversas plataformas.
Si bien nuestro sistema de justicia penal ya no es tan “nuevo”, porque desde hace seis años se implementó de forma nacional, de alguna forma lo sigue siendo ya que todavía se presenta entre las personas el desconocimiento de cómo se encuentran integradas las instituciones de procuración y administración de justicia. En esta radiografía recopilamos las funciones y trascendencia de los principales actores del procedimiento penal como son las personas víctimas, imputadas, asesoras jurídicas, defensoras, ministerios públicos y jueces, partiendo con las preguntas ¿quiénes son?, ¿qué hacen?, ¿dónde están trabajando? y ¿por qué es importante saber quiénes son?
Imaginamos un material ameno y didáctico, con diseños coloridos, fuera de los estereotipos y con información comprensible, sencilla, accesible y útil. Además, buscamos resaltar las características de los operadores jurídicos desde un lenguaje claro, con la finalidad de que fuera compartido y consultado por todas aquellas personas que se encuentran dentro del sistema o también para los estudiantes de derecho; porque socializar el derecho es un deber que todas las autoridades y gremio jurídico deben comenzar a realizar.
Como dijo Angela Davis en el Simposio “Sistema Penal desde la perspectiva de género”, organizado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, debemos imaginar una justicia que no se base en la violencia, sino que esté fundamentada en el imperativo que permita a las personas florecer.6 Para que esto suceda, el derecho debe ser accesible para todas nosotras. EP
- Costa, Malena, Feminismos Jurídicos, Ediciones Didot, 2016. [↩]
- Birgin, Haydée, El género del derecho penal: las trampas del poder punitivo. Editorial Biblos, 2000. [↩]
- Amuchategui Requena, Griselda I., Derecho Penal. Oxford, 2016. [↩]
- Zaffaroni, Eugenio Raúl, et alios, Manual de Derecho Penal, Parte General. Editorial Ediar, 2005. [↩]
- Davis, Angela, Mujeres, Raza y Clase. Ediciones Akal, 2005. [↩]
- Davis, Angela, Simposio “Sistema Penal desde la perspectiva de género”. Suprema Corte de Justicia de la Nación, 2021. [↩]
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