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En una sociedad como la mexicana, las infancias suelen ser uno de los grupos más vulnerables. Por ello, cada vez en mayor en medida, requerimos del desarrollo de iniciativas y propuestas que puedan utilizarse para asegurar sus derechos y cubrir sus necesidades básicas. Actualmente, hay alrededor de 12.9 millones de niñas y niños mexicanos que requieren atención y mejoras significativas en sus condiciones de vida; es por eso que se crearon objetivos dentro del marco de las Naciones Unidas que buscan activamente salvaguardar los derechos universales de todos los niños y niñas.

Fundación FEMSA ha hecho un esfuerzo por impulsar acciones que ayuden a mejorar la condición de vida de miles de niñas y niños en el presente, además de invertir en ellas como una esperanza en el futuro. Uno de los proyectos más exitosos a nivel nacional han sido los Lugares Amigables para la Primera Infancia (o LAPIS) que buscan crear espacios públicos con facilidades para las primeras infancias. LAPIS es una iniciativa de Fundación FEMSA y de Fundación Placemaking, para crear ambientes que fomenten el desarrollo de infantes en sus primeros años y mejorar su experiencia en los espacios públicos a los que acuden en compañía de sus cuidadores, por medio del juego y la participación comunitaria.

A través del proyecto LAPIS se ha beneficiado a 10 comunidades en siete diferentes estados, a 3 mil niños y niñas de 0 a 6 años, impactando la vida de más de 9 mil 500 familias mexicanas. Y como parte de llevar esta estrategia a donde más se necesite, el décimo primer LAPIS en Sierra Ventana fue inaugurado el pasado 4 de noviembre de 2022.

La alianza entre estas dos fundaciones es resultado de un esfuerzo en conjunto para lograr ciudades para todos. De hecho, la Fundación Placemaking brinda apoyo a organizaciones del país para recuperar espacios públicos e integrarlos a las dinámicas comunitarias, de acuerdo a las necesidades y deseos de sus habitantes. El fin es crear un mundo próspero, equitativo y sostenible a través de la convergencia de valores, pasión y acción en espacios que son de todos y todas.

Cuando se presentó por primera vez el programa Modelo Integral de Atención a la Primera Infancia, que busca promover el desarrollo cognitivo y socioemocional de la niñez, se llevó a cabo a través de la metodología Placemaking, con procesos participativos que buscan la regeneración y apropiación de espacios públicos como una forma de generar comunidades sostenibles y resilientes.

Otro de los proyectos para la niñez es el Espacio Cero Cinco, pensado para promover el desarrollo lector y lingüístico de la niñez, que fue posible gracias al apoyo del Gobierno de Monterrey, a través de la Dirección de la Secretaría de Desarrollo Humano e Igualdad Sustantiva, en alianza con Fundación FEMSA y Crecemos DIJO A.C. Estos espacios, por supuesto, representan el esfuerzo tanto de la sociedad civil, como del sector privado y gubernamental a lo largo de un año. 

En la ceremonia de inauguración tanto del nuevo LAPIS como del Espacio Cero Cinco estuvieron presentes Luis Donaldo Colosio Riojas, presidente municipal de Monterrey; Lorena Guillé-Laris, directora de Fundación FEMSA; José Manuel Loera del Río, director operativo de Crecemos DIJO, A.C. y Luciana Renner, directora asociada Fundación Placemaking.

Al respecto, Lorena Guillé-Laris mencionó: “Sabemos que, para transformar la región necesitamos todos ser creadores del futuro. Me entusiasma que este proyecto pone al centro a las personas desde su diseño y, con ello, fortalece las estrategias de participación comunitaria e incrementa una cultura de activación social a partir del empoderamiento de los ciudadanos; porque esta es su comunidad y cada uno de sus integrantes son los creadores del futuro que quieren ver en su entorno”. 

Mejorar la seguridad de los espacios públicos nos atañe a toda la sociedad, y fomentar que las primeras infancias se desarrollen en ellos es parte de asegurar un desarrollo pleno e integral en su futuro. Con los esfuerzos hechos tanto por el Gobierno de Monterrey y Fundación FEMSA y Placemaking, muchos más niños y niñas podrán fortalecer sus vínculos no solo con la comunidad que habitan sino con sus cuidadores, divertirse, jugar y aprender de una manera didáctica. EP

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