¿Cuál fue para la sociedad mexicana la enseñanza que se heredó del proceso electoral del 1° de julio de 2018, que llevó al poder a dicha opción política?
Exclusivo en línea: La enseñanza histórica del 2018
¿Cuál fue para la sociedad mexicana la enseñanza que se heredó del proceso electoral del 1° de julio de 2018, que llevó al poder a dicha opción política?
Texto de Javier Esteinou Madrid 16/12/19
El 1° de diciembre de 2019 se cumplió un año de gestión del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y del frente político Morena (Movimiento de Regeneración Nacional) y sus aliados políticos en México. Por ello, ante tal evento histórico es pertinente preguntarse cuál fue para la sociedad mexicana la enseñanza que se heredó del proceso electoral del 1° de julio de 2018, que llevó al poder a dicha opción política.
Al respecto se puede señalar que los comicios nacionales de 2018 en México no únicamente representaron un inaudito y abrumador fenómeno de cambio político-ideológico que dejó perplejo al país y al mundo en general, por su naturaleza excepcional, marcando un antes y un después, para la nación; sino también produjeron grandes enseñanzas para la sociedad mexicana. Así, se originaron múltiples lecciones en el terreno histórico, cognoscitivo, electoral, social, político, poderes fácticos, cultural, comunicación mediática, vinculación directa, ciberespacial, disparador del triunfo y óptica de futuro.
Dentro de las principales enseñanzas, figuraron entre otras, las 58 siguientes:
En la dimensión del tiempo
1.- A diferencia de los tres grandes saltos civilizatorios que sucedieron en los últimos dos siglos con los movimientos de la Independencia en 1810, la Reforma en 1857 y la Revolución Mexicana en 1910, que se produjeron de manera violenta, anárquica, cruenta, cobrando un alto coso de vidas humanas para el país; la enseñanza fundamental que heredó el proceso electoral del 1° de julio de 2018 fue mostrar que la considerable mutación político-social que se gestó en México para transitar hacia el modelo de la izquierda nacionalista, fue un proceso que se alcanzó por la vía pacífica, ordenada y civilizada.
2.- Con objeto de ubicar el grado de trascendencia histórica que alcanzará dicha transición política, será indispensable confirmar con el paso del tiempo si la transformación social estructural que se inició en 2018 denominada Cuarta Transformación solo correspondió a un cambio equivalente a los tres grandes saltos civilizatorios que sucedieron en siglos anteriores; o simplemente fue un cambio político antisistema de coyuntura que en el fondo no modificó el corazón del viejo modelo de desarrollo nacional y del funcionamiento viciado de la partidocracia mexicana.
En el plano electoral
3.- Los comicios de 2018 fueron los más concurridos de toda la historia electoral desde que existe democracia en la República, rompiendo el récord de ciudadanos registrados en la lista nominal para votar. Se contó con un padrón electoral superior a los 90 millones de votantes y sufragaron más de 88.8 millones de personas, arrojando una asistencia récord en las casillas electorales, rebasando el índice de participación registrada en todos los referéndums precedentes.
4.- Estas votaciones fueron las más amplias de la historia electoral de la nación, pues se eligieron 3 mil 406 cargos públicos de representación popular, dentro de los cuales destacaron la Presidencia de la República, 8 gubernaturas, 1 jefe de gobierno, 500 diputados federales, 128 senadores federales, 585 diputados locales por Mayoría Relativa, 387 diputados locales por Representación Proporcional, 160 Concejales en la Ciudad de México (CDMX), 1,596 alcaldes en municipios de 24 estados en la República Mexicana, 24 Juntas Municipales y 16 alcaldías en la CDMX. Todo ello, representó un cambio político muy profundo en las estructuras de poder del país.
5.- Como aspecto original de esta dinámica de renovación de poderes públicos, por primera ocasión, existieron candidatos independientes a la presidencia, disponiendo cada uno de 116,107 spots para difundir sus propuestas. También fue la primera oportunidad para que 15 millones de jóvenes (millennials) que nacieron entre el final de los 90 y principios del 2000 pudieran ejercer su voto para escoger un presidente y otros representantes de los poderes públicos. Además del triunfo de la corriente de izquierda nacionalista para ocupar la dirección del país, también se consolidó la paridad de género en el Congreso de la Unión, pues en la Cámara de Diputados el 47.8% de las curules quedó ocupado por mujeres y en el Senado de la República la proporción subió a 49.22% de escaños, quedando una desviación marginal respecto a la distribución ideal entre hombres y mujeres en el Poder Legislativo.
En el ángulo de la transición sistémica
6.- Opuestamente a los procesos violentos experimentados por otras naciones en sus fases de transición política interna, se constató que el cambio radical en la República mexicana se produjo masiva, institucional, pacífica y democráticamente por los ciudadanos mediante el ejercicio libre del sufragio el 1° de julio de 2018, siendo reconocido plena y consensuadamente por todos los sectores políticos nacionales e internacionales. La sociedad mexicana aprendió que es posible lograr transformaciones fundamentales en su destino de manera apacible y civilizada, vía la participación intensiva en las urnas, el respeto al funcionamiento de las instituciones y el acatamiento transparente del resultado del voto.
7.- En términos generales se constató que las elecciones nacionales para la presidencia y otros cargos de representación popular en México, se realizaron en un clima de suficiente respeto, limpieza y transparencia institucional, a diferencia de otras fases electivas anteriores de la historia moderna del país, que se caracterizaron por la presencia del fraude, la violencia comicial y el desconocimiento de los resultados electorales. Aunque en algunos casos se presentaron diversas irregularidades procedimentales, la ejecución del sufragio de los votantes no fue medularmente alterado por la manipulación de mecanismos de simulación, presión o estafa de la dinámica comicial, especialmente provocados por los carteles del narcotráfico; sino que éste fenómeno de severo cambio sistémico fue determinado sustancialmente por la “decisión libre” que ejercieron los ciudadanos con capacidad de discernimiento e iniciativa política. comicios
8.- El registro empírico de los resultados del referéndum y la complementaria conducta civilizada de los partidos opositores, reveló que AMLO/Morena ganaron en “buena lid”, sin compra de voluntades, sin instrumentación del engaño, sin acarreo de masas, sin corrupción del proceso, sin impugnación de resultados; es decir, fue un triunfo legítimo que reforzó la “frágil” democracia en México.
El terreno social
9.- La suma de diversos factores de deterioro social y de otra índole crearon un campo muy fértil que agravó la crisis sistémica de la nación provocando que más de la mitad de los electores decidieran aplicar un voto de castigo contra el gobierno en turno y hacia el comportamiento viciado de la partidocracia tradicional que durante décadas se olvidó de los ciudadanos, sin ofrecer alternativas medulares de “vida digna” para enormes grupos de habitantes.
La esfera política
10.- El marginamiento y la decepción acumulada por la población durante más de 40 años ocasionó que los ciudadanos buscaran un profundo cambio estructural de la gobernabilidad que les aportara nuevas condiciones básicas de bienestar y un horizonte promisorio que nunca habían alcanzado.
11.- Como resultado de la dinámica electiva de 2018, Andrés Manuel López Obrador se convirtió en el presidente más votado de toda la historia moderna de México, donde más de 30 millones de ciudadanos, equivalente al 53.1% de los votos, decidieron respaldar al líder del frente “Juntos Haremos Historia”.
12.- Los votantes de AMLO/Morena que le fueron fieles en las últimas dos contiendas para la presidencia probaron ser extremadamente leales en 2018. Su confianza fue tan marcada que logró atraer el voto de personas que no apoyaron a su coalición para las elecciones de la Cámara de Diputados y del Senado en 2006 y 2012, logrando robarles adherentes a todos los partidos, especialmente al PRI y al PRD.
13.- Una lección muy relevante que se produjo fue que opuestamente a la fuerza, madurez y experiencia lograda por otros partidos políticos convencionales que contaban con muchas décadas de existencia y actuación estratégica; Morena fue un partido con una existencia de vida muy corta, pues se fundó en 2014, solo cuatro años antes de instrumentar las elecciones de la transición en 2018. Sin embargo, pese a su breve preexistencia en el horizonte político del país, asombrosamente la coalición “Juntos Haremos Historia” convenció y arrastró la voluntad electoral de más de la mitad de la población para innovar tajantemente el destino de la nación.
14.- Se confirmó que la ventaja electoral de AMLO/Morena no solo se debió a los propios méritos que expusieron sus planteamientos ideológico políticos y su acertada campaña publicitaria; sino también se produjo debido a los errores cometidos por sus contrincantes. Las principales equivocaciones de los partidos opositores ocasionaron el debilitamiento de la oposición, la erosión de las ofertas propagandistas de continuidad estructural y el avance de la propuesta del nacionalismo populista morenista en la República.
15.- En contraposición a otras fases electorales anteriores, para alcanzar su triunfo en 2018 el frente político AMLO/Morena instrumentó un nuevo modelo de operación electoral basado en una estrategia “atrapa todo” que abandonó su rigidez ideológica tradicional y se abrió políticamente 180 grados para aceptar a miembros de otras fuerzas ideológico políticas que simpatizaron con la opción morenista. Mediante ello, no se creó un partido político, sino se conformó un frente de oposición político social que aglutinó múltiples corrientes antisistema para intentar la reorientación del proyecto de desarrollo de México.
16.- Con el triunfo del líder del “Movimiento de Regeneración Nacional” se gestó un drástico realineamiento del tradicional sistema político mexicano, pues estados históricamente volcados a la derecha votaron, sorpresivamente, en esta ocasión, optaran por un candidato nacionalista de izquierda. Entidades donde la izquierda tenía una presencia puramente testimonial, sobre todo en el bajío y en el norte del país, decidieron entregar su voto a favor de otra alternativa política ajena a sus usos e inercias ideológicas convencionales.
17.- Después de tres intentos para llegar a la Presidencia de la República, el desenlace electoral de 2018 creo un nuevo mapa político en México, donde la mayoría del frente Morena no solo ocupó ciertas áreas geográficas, sino que su expansión se irradió hacia todo el país, excepto en la región de Guanajuato y Nuevo León. Esta situación permitió que el Movimiento de Regeneración Nacional quedara como el partido hegemónico con mayoría de representación en el Poder Legislativo, debilitando sustantivamente la oposición política del PRI, del PRD y del PAN en el Congreso de la Unión.
18.- Mediante la victoria de AMLO/Morena se consolidó un severo giro político de la estructura partidocrática permitiendo el triunfó de la lozana democracia mexicana induciendo una ruptura significativa con el pasado político, poniendo fin a un régimen de poder que duró más de ocho décadas y media. A través de ello, se generó una profunda evolución estructural en el escenario del poder político en el país creando una radical mutación del viejo régimen político cleptocrático y de mercado salvaje para transitar hacia un nacionalismo populista, pretendiendo dar origen a una nueva etapa político-social calificada por el nuevo gobierno como la “Cuarta Transformación de la República” en la historia moderna de México.
19.- Los resultados de los comicios corroboraron que el éxito electoral que obtuvo el nacionalismo populista de izquierda en la República se debió a la actuación de factores eminentemente internos derivados de la fuerte descomposición del proyecto de desarrollo de la sociedad mexicana y al respeto de la dinámica electoral endógena; y no a la influencia de variables externas de la política internacional, especialmente de EUA, naciones socialistas o de otros vientos de cambio internacionales que existían en el momento. Quizás el único indicador externo que pudo influir levemente en la decisión de cambio interno que se dio en México, fue un ligero contagio por la existencia de un contexto mundial de auge de candidatos anti sistema de orientación populista de derecha e izquierda, así como el rechazo internacional a la presencia de “autoritarismos democráticos” que en ese momento actuaban en el marco global.
20.- La victoria del Movimiento de Regeneración Nacional no solo representó el triunfo de la reciente democracia mexicana, sino también significó un impulso muy grande, una oxigenación para los movimientos de las izquierdas en América Latina, que se encontraban de picada en la “era del giro a la izquierda” continental. Los ojos del mundo colocaron su mirada sobre México, para observar si el modelo de transición política a la democracia y el nuevo prototipo desarrollo social del nacionalismo de izquierda mexicano, podrían construir otro paradigma de cambio que sirviera de ejemplo para otras naciones en los tiempos de profunda crisis de los sistemas de crecimiento neoliberales y socialistas en el planeta.
En el espacio de los poderes fácticos
21.- Aunque existieron intentos importantes desde las cúpulas del poder para desestabilizar el proyecto de la “Coalición Juntos Haremos Historia” en 2018, la oposición encaró mayores dificultades para aplicar sus mecanismos de boicot electoral contra el frente AMLO/Morena como sucedió en otras etapas de comicios, pues estaba muy claro que el hartazgo de los electores ante la corrupción, la impunidad, la pobreza y la inseguridad pública, habían alcanzado niveles insostenibles en comparación con las votaciones anteriores, y el riesgo de un desbordamiento social, era cada vez más evidente.
22.- Frente al progreso contundente y sistemático de AMLO en las preferencias electorales, el PRI, el gran capital y la elite política después de intentar consumar algunos sabotajes sin gran éxito al final, decidieron no ejercer más su habitual mecanismo fraudulento con la maquinaria del Estado para abortar las elecciones, como lo practicaron en 2006 y 2012; sino pactaron discrecionalmente la transición política, ganando algunos indultos para evitar el juicio político y otros castigos para la clase gobernante cleptocrática que abandonaba el poder.
23.- En contraste con otros momentos electorales donde las televisoras y otros medios tradicionales de difusión colectivos colaboraron a imponer a candidatos a la presidencia de la República y otros cargos de representación política, en 2018 la cúpula del poder comprendió que los poderes fácticos mediáticos, particularmente la televisión, habían perdido fuerza ideológica hegemónica para modelar la opinión pública y posicionar privilegiadamente la imagen de un candidato político “a modo”, pues el debate político se desplazó en proporción muy relevante del sistema convencional de información dominante de los medios abiertos a las redes sociales, especialmente capitaneado por la dinámica digital interactiva de la generación de los millennials. En consecuencia, ante la pérdida de fuerza proselitista el sector hegemónico económico-político-cultural nacional consideró más conveniente acordar un recambio político menos violento para la nación.
El ámbito cultural
24.- La pedagogía de este cambio histórico mostró que pese a la incidencia de la actuación de los fuertes componentes de descomposición social y de crisis política que se concentraron gravemente en México durante la segunda década del siglo veintiuno, la suma de ambos factores no bastó por si mismos para que el malestar colectivo acumulado durante muchas décadas se encausara para optar por la modificación estructural que planteó el frente político de Morena; sino que fue esencial la mediación de elementos culturales estratégicos para producir el radical cambio del antiguo régimen político en la República.
25.- El agudo cansancio psíquico de la ciudadanía ante la aglomeración de los grandes males estructurales sin resolver durante casi un tercio de siglo por el gobierno del Partido Revolucionario Institucional y otras administraciones del Partido Acción Nacional; permitió inclinar mayoritariamente la balanza de las predilecciones electorales de más de la mitad de la población para respaldar con su voto a AMLO, quien personificó la rebeldía durante los últimos doce años y ofreció la refundación del país anunciando imaginariamente un nuevo horizonte de prosperidad para los “olvidados de la historia”.
26.- La construcción de otra opción ideológica basada en la propuesta de refundación imaginaria de la sociedad en todos los ámbitos de su funcionamiento, permitió que se creara una nueva ilusión de futuro benéfico apoyado en el rescate del Estado, el combate a la corrupción, la separación del poder político del poder económico, la redistribución de la riqueza, la reducción de privilegios, la lucha contra la inseguridad y la creación de un nuevo proyecto de nación que beneficiaría la calidad de vida de las clases que fueron muy golpeadas en los últimos 40 años.
27.- El discurso esperanzador de Andrés Manuel López Obrador le permitió captar un alto consenso entre los sectores más golpeados por la implementación del modelo de mercado con pocos contrapesos y el régimen político corrupto, e incluso de algunas fracciones de la oligarquía conservadora que anteriormente lo boicotearon. A través de ello, logró convencer a un núcleo significativo del gran capital nacional e internacional, que eventualmente no sería tan malo que él gobernara o que incluso podría ser el mejor candidato con miras a oxigenar el sistema político en decadencia.
En el nivel de la comunicación mediática
28.- La dinámica de la transición política en la historia moderna de México exhibió que la acumulación simultanea del conjunto de severos indicadores económicos, de crisis política, de descomposición social y de intervención cultural alternativa que se agolparon sincrónicamente en el 2018, no hubieran sido elementos suficientes por si mismos para asegurar la victoria política de enormes dimensiones históricas que se gestó con el éxito de AMLO/Morena para consolidar un cambio de régimen de gobernabilidad hacia el nacionalismo populista de izquierda.
29.- El factor vertebral que facultó canalizar la insatisfacción, el descontento y la desesperanza almacenada por décadas en el sentir erosionado de las mayorías ciudadanas hacia la elección de un nuevo prototipo de crecimiento nacional; fue la indispensable intervención estratégica de otro sistema de comunicación político paralelo que instrumentó eficientemente el Movimiento de Regeneración Nacional conduciendo el hartazgo de grandes sectores hacia la predilección de una nueva opción de vida y futuro.
30.- La implementación eficaz de otro arquetipo de comunicación política diferente del que utilizaron sus contrincantes, permitió que la “decisión autónoma” de los electores se inclinara por favorecer la oferta de la coalición “Juntos Haremos Historia”. Dicho modelo de conquista se basó en la creación de una nueva percepción masiva que crearon los distintos sistemas de comunicación mediante diversos tipos de mensajes, slogans, discursos, expresiones, imaginarios, emociones, etcétera, que se difundieron masivamente para edificar “otra” imagen favorable de López Obrador como candidato aventajado; y con ello, capturar positivamente la voluntad mayoritaria del electorado.
31.- El derrumbe de la legitimidad del sistema neoliberal provocado por el deterioro nacional ampliado de las condiciones básicas de vida de la mayoría de la población, fue muy difícil defenderlo con la simple aplicación del modelo de comunicación de la “Aguja Hipodérmica” basado en la transmisión excesiva de campañas de “mercadotecnia positiva”, “propaganda saturante”, “publicidad rosa”, circulación de la “verdad histórica” del gobierno en turno y de sus grandes aliados mediáticos empresariales. La severa crisis social ya no pudo detenerse con “maquillajes mediáticos” y propaganda intoxicante. La atmósfera del dolor social fue más fuerte que el poder de la vieja retórica política.
32.- La falta de límites en el empleo de la publicidad oficial después de la aprobación de la contra reforma sobre las audiencias, creó condiciones muy desiguales que habilitaron que el poder político reinante pudiera capturar la agenda de la información, de las ideas, de lo que se debatía, de la calidad y el tipo de información que recibía la ciudadanía. Sin embargo, pese al enorme trabajo de ventaja mediática y de inversión propagandística instrumentada por el gobierno anterior para construir una buena imagen de la figura presidencial y del PRI; esta estrategia publicitaria naufragó rotundamente al enfrentarse a la cruda realidad del país que no se podía esconder con mercadotecnia política de colores, notas musicales y ofertas hollywoodenses.
33.- Con el fin de ganar las elecciones el sistema de gobernabilidad establecido en México aplicó su habitual modelo de comunicación dominante intentando consolidar una elección mediática de Estado para triunfar en los comicios. De esta forma, el Estado y el sector privado monopólico de la radiodifusión y la prensa alineó, especialmente, en la primera fase electoral, enormes espacios informativos para formar un frente ideológico de ataque contra la coalición “Juntos Haremos Historia”.
34.- A diferencia de las elecciones nacionales de 2012 donde la capacidad persuasiva de la televisión, la radio y la prensa fueron herramientas fundamentales para poder imponer a un presidente a modo en la percepción masiva de los auditorios; el proceso electoral de 2018 mostró que la capacidad de creación de consenso en la población por parte del aparato mediático convencional, ya no fue suficientemente determinante para crear e imponer audiovisualmente a un candidato presidencial sistémico y a otras figuras a cargos de representación popular en base a las ambiciones dominantes. En este sentido, la televisión ya no fue un instrumento capaz de construir un telepresidente, como sí sucedió en las elecciones previas del país.
35.- Los hechos confirmaron que un importante error publicitario de sus adversarios residió en manejar un sistema de comunicación basado en contenidos “políticamente correctos”, que los encajonó en la posición de nunca salirse del marco de sus discursos acartonados, calculados, repetir incansablemente repetidos, rosarios de “éxitos” que significaban poco o nada para la mayoría de la población, escoger mal a sus voceros y continuar sin entender que habían perdido toda credibilidad por el resultado de sus acciones cotidianas.
36.- La “creatividad fallida” de la estrategia comunicativa de sus contrincantes no se concentró sustantivamente en enfatizar la fuerza de sus propuestas programáticas específicas para el bienestar futuro de la sociedad mexicana, sino se focalizó erráticamente en combatir, desmentir, agredir, enfrentar, provocar, descalificar a AMLO, hablando obsesivamente de él y de sus promesas. En lugar de hacer proselitismo a su favor destacando sus aportaciones originales, los candidatos del PRI y del PAN dirigieron sus cañones de propaganda ideológica contra el guía del “Movimiento de Regeneración Nacional” recurriendo a todos los recursos del desprestigio para tratar de anularlo.
37.- Al no existir partidos con fuerte arrastre popular la dinámica de renovación de los poderes públicos en 2018, reflejó que al carecer de candidatos populares sólidos que los representaran frente a las propuestas del líder de la izquierda nacionalista, la élite política tuvo que apostar por el uso del último de los recursos electorales: la producción del miedo para generar un clima de crispación. Se practicó una táctica informativa que giró constantemente sobre la lógica desprestigiadora y de la difusión del terror que formuló qué si no se podía persuadir exitosamente al electorado que los postulantes del PRI y el PAN eran las mejores opciones políticas; entonces había que convencer a las mayorías que “¡AMLO era el peor candidato y la opción más peligrosa!”.
38.- La fuerte crisis orgánica de los partidos políticos en su vinculación con la sociedad ocasionó que estos tuvieran que recurrir a figuras de star system, del mundo artístico, deportivo, televisivo, cantantes, farándula, etcétera, para que sus propuestas propagandísticas tuvieran fuerza y fueran divulgadas exitosamente por estos “sustitutos públicos” y así su imagen quedara asumida por la sociedad. La imagen de diversos personajes “famosos”, pero desvinculados del quehacer de la política cotidiana, ocuparon espacios relevantes que le correspondían desempeñar a los políticos “experimentados” para encarar la resolución de los conflictos de la nación. No obstante, la instrumentación de tal ingeniería propagandística, los partidos de oposición no lograron persuadir significativamente a los votantes.
39.- Después de impulsar la estrategia del miedo y desprestigio contra AMLO/Morena en la primera fase de campaña; finalmente en la última etapa de la contienda electoral, el duopolio televisivo reconoció el amplio respaldo popular que existía hacia el líder del Movimiento de Regeneración Nacional comprobado a través de los estudios de opinión; y a diferencia del pasado, decidió involucrarse poco en el maquiavélico juego de intentar imponer a un candidato presidencial a modo utilizando su potencial como “aparato ideológico”. Con ello, el poder mediático evitó debilitar más informativamente a López Obrador como el líder más posicionado en los sondeos y pagar un mayor costo político de castigo después del resultado electoral que anunciaba.
40.- El empleo de un modelo de comunicación político diferente demostró que el candidato de la coalición “La Esperanza de México” pudo difundir masivamente otras percepciones sobre la realidad nacional e introdujo novedosas disyuntivas de gobernabilidad diferentes. Vía ello, se erigió un escudo de protección ante la manipulación informativa, los ataques propagandísticos, las fake news, las distracciones recurrentes y la atmósfera de posverdad que elaboró sincrónicamente el sistema comunicativo del status quo tradicional y, la “guerra sucia” informativa que aplicaron los partidos opositores.
41.- El eficiente desempeño de AMLO como comunicador nato lo convirtió en la voz representante del enojo, de la indignación social, de los que no tienen nada, de los despojados, de los que solo les quedaban sus valores, su supuesta honestidad, su coraje para luchar y, por supuesto, la esperanza. Su estrategia se caracterizó por abordar lo políticamente incorrecto, la disidencia, la incomodidad, la denuncia y la estridencia, pues habló de lo que molesta, de lo que nos llenaba de rabia, de lo que hartaba, de lo que se mantenía oculto, en una idea, del fuerte dolor social que se padecía; y tuvo el valor de criticar muchas lacras que se deploraron en los últimos gobiernos, lo cual le produjo una credibilidad muy valiosa en grandes grupos sufridos.
42.- Una enseñanza relevante fue que la creación de otro tejido de macro subjetividad y emocionalidad distinta, basada en alcanzar el “nuevo futuro” nacional colectivo, forjó una actitud conductual de búsqueda de gran cambio diferente que se tradujo en la aplicación concreta de un voto positivo para favorecer la profunda transformación del régimen socio político en México, bajo la conducción del “Movimiento de Regeneración Nacional”. El modelo de comunicación implementado por AMLO/Morena evitó continuar nutriendo la frustración social que se concentró sin salida en muchas otras etapas de comicios precedentes, orientándose hacia una nueva alternativa institucionalizada, a través del ejercicio de la democracia electoral.
El área de la vinculación terrestre
43.- Otro gran aprendizaje fue que además de su intensa actividad propagandística realizada en los medios tradicionales como la prensa, la radio y la televisión; López Obrador también ejerció sistemáticamente un modelo de comunicación paralelo de relación directa a ras de suelo con la ciudadanía, recorriendo ranchería por ranchería, comunidad por comunidad, pueblo por pueblo, municipio por municipio, ciudad por ciudad, región por región, estado por estado, a lo largo de toda la República, hablando y discutiendo con los habitantes. Fue el único de los cuatro candidatos a la Presidencia de México que visitó, por lo menos dos veces, todos los rincones de los treinta y dos estados de la República, lo cual le proporcionó una vinculación orgánica con el “México bajo” y un conocimiento directo de las urgencias de los pobladores.
44.- Como líder político López Obrador manejó una aguda habilidad intuitiva para comunicarse de forma muy eficaz con los grandes segmentos sociales, particularmente en espacios públicos abiertos como alamedas, plazas municipales, centrales obreras, reuniones campesinas, barrios populares, colonias marginales, asambleas campesinas, etcétera, para exponer sus propuestas de transformación política. Su gran fuerza comunicativa fue complementada por la ejecución de la comunicación directa con los diversos habitantes del país, especialmente desfavorecidos; y como apoyo a la persuasión mediática realizada a través de los medios electrónicos abiertos y la prensa.
45.- Su apasionada comunicación directa con la población le posibilitó establecer un fuerte vínculo popular que le facilitó ser reconocido desde las bases masivas del país como un gran dirigente social que sí representaba eficazmente a las mayorías marginadas y ofrecía que era posible alcanzar “otra vida” justa.
46.- El proceso de articulación directa en la “plaza pública popular” con los ciudadanos a través de sus discursos, denuncias, declaraciones y promesas expuestas comunitariamente, rebasaron la repercusión del ámbito meramente local donde se efectuaron, y produjo un importante fenómeno comunicativo de “eco mediático electoral”, permitiendo que su ideología, diagnósticos, críticas y posicionamientos políticos se reprodujeran de manera amplificada en todo el territorio nacional a través de la programación de los medios tradicionales de difusión y las nuevas plataformas digitales. Esto le permitió fijar constantemente de manera relevante los temas de la agenda política a lo largo de la campaña, sin necesidad de comprar tiempo extra de difusión en los canales privados comerciales; lo que le facilitó ser reconocido como el gran líder social y posicionarse ante la opinión pública como la alternativa del “cambio verdadero” para construir otro horizonte de porvenir para el país.
En el ciberespacio
47.- La gran didáctica que dejaron las elecciones de 2018, fue que el apabullante triunfo de Andrés Manuel López Obrador y del frente político de Morena, no solo se debió a la acumulación de un fuerte descontento social contra el sistema establecido, a la suma de errores electorales cometidos por sus contrincantes, a la pronunciada descomposición de la política, y a la exitosa campaña propagandística que realizó en los medios masivos de comunicación abiertos, particularmente en la televisión, etcétera; sino se logró fundamentalmente por la intervención activa de las versátiles redes sociales que se convirtieron en una variable definitiva que contribuyó a consolidar su victoria histórica. Mientras los partidos políticos habituales recurrieron esencialmente a un prototipo mediático de difusión política convencional; AMLO y el Movimiento de Regeneración Nacional, sin abandonar el aprovechamiento de los canales tradicionales de transmisión masiva, utilizaron un modelo de comunicación política digital vía Internet y las redes sociales que cambió el destino de las elecciones federales en México.
48.- La principal lección comunicativa que aportó la renovación de poderes republicanos en México fue entender que las redes sociales del ciberespacio se convirtieron en un factor estratégico que modificaron medularmente la dinámica usual de los comicios y de la vida política del país. Esto debido a que su inserción material permitió la acción virtual de muchos nuevos actores plurales que vivían marginados para actuar en el “espacio de la opinión pública” y mediante el acceso a las nuevas tecnologías de información irrumpieron directa y constantemente sobre el ciberespacio político en base a la irradiación de sus narrativas nucleares, modificando sustantivamente el derrotero de la contienda y de las dinámicas de gobernabilidad.
49.- Al igual que en el 2006 y en 2012, en el año 2018 también existieron muchos factores políticos y mediáticos verticales que podrían haber descarrilado nuevamente el triunfo de AMLO/Morena; sin embargo, la existencia de otro sistema horizontal de comunicación paralelo edificado a partir de las redes virtuales, operó como eficientísimo instrumento de comunicación y persuasión colectiva para contrarrestar la “guerra sucia” difundida desde los sistemas tradicionales de información de la prensa, la radio y la televisión dominantes, logrando la victoria masiva de la oposición.
50.- Ocasionado por el decaimiento del influjo de los medios de comunicación tradicionales, especialmente electrónicos, para persuadir a la población, el debate político se trasladó en una proporción muy relevante del espacio mediático abierto al campo del ciberespacio personalizado, especialmente en la población juvenil, donde los bots, las cuentas falsas, las fake news y la posverdad desempeñaron un rol fundamental para atacar o defender a los diversos candidatos.
51- La hábil implementación de la nueva política de comunicación virtual en el ciberespacio, posibilitó que AMLO/Morena actuaran como disparadores informativos centrales, particularmente entre los jóvenes, creando una conciencia del cambio estructural, obteniendo una gran concentración de voluntades ciudadanas que les permitieron vencer a sus opositores en las elecciones federales con un alto margen estadístico.
La dinámica del triunfo
52.- La mayor sorpresa que se derivó de la dinámica política del 2018, fue que además del respaldo de sectores campesinos, obreros, universitarios, trabajadores, marginados, etcétera, con los que contó AMLO en el terreno físico; en el ámbito virtual surgió un enorme ejercito de jóvenes internautas pertenecientes a las nuevas generaciones, especialmente de millennials y centennials, que de manera espontánea y gratuita ofrecieron su apoyo para respaldar la causa del frente “Juntos Haremos Historia”. A través de las redes sociales se generó un flujo constante de apoyo ideológico virtual con todo tipo de mensajes ingeniosos, novedosos y originales que destacaron las virtudes de AMLO como la bondadosa “cabecita de algodón”, su proyecto político avanzado y la nueva transformación de vida que ofrecía para las próximas décadas del país.
53.- Pese a que López Obrador era una persona de edad avanzada y que no manejaba el léxico “inn” de las nuevas generaciones, especialmente digitales, se constató que gracias a su lenguaje directo, esperanzador y antisistema logró construir un espejo lingüístico que sedujo a los “millennials” y a parte de la generación “X” para recibir un apoyo muy significativo por parte de dichos estratos sociales juveniles durante su campaña proselitista. Buena parte de ese sector joven le entregó su voto porque dicha generación del milenio creció rodeada de conflictos estructurales, inseguridad cotidiana, crisis económica, inestabilidad social, ausencia de futuro, violencia sistémica, “dolor social”, etcétera, y al escuchar su discurso cargado de “novedosas expectativas”, de “cambio sustancial”, de “nuevo lenguaje”, de “amplia inclusión”, de “fuertes denuncias”, de “otras certezas”, de “panorama promisorio”, de “pensar en las grandes mayorías”, encontraron una luz que los animó y convenció.
54.- El voto total proporcionado para favorecer al candidato del “Movimiento de Regeneración Nacional” estuvo compuesto por una mezcla de generaciones fundamentalmente juveniles que oscilaron entre la generación “Z” o centennials, la generación “Y” o “millennials”, y la generación “X” o baby boomers. De esta forma, los perfiles sociodemográficos del voto reflejaron que la decisión para la victoria de la contienda electoral provino del apoyo otorgado por la clase media fresca, con buena escolaridad, ubicación urbana y con “ingreso decoroso” y no de la gente paupérrima, ignorante, rural y más pobre. En este sentido, la transformación política del país no la determinó fundamentalmente la generación analógica ligada con los procesos de comunicación tradicionales; sino la definió la generación digital vinculada con las nuevas tecnologías de comunicación del ciberespacio.
55.- Del total del universo de votantes a favor de AMLO y del Movimiento de Regeneración Nacional, el 46.5% estuvo compuesto por jóvenes de 18 a 29 años (millennials y centennials), el 45.9% por personas de 30 a 49 años (generación X) y el 41.9% por ciudadanos de 50 y más años (baby boomers). De esta forma, el triunfo de la izquierda nacionalista fue forjado básicamente por la juventud perteneciente a la generación de internautas millennials que correspondió al sector que más lo eligió; a diferencia de la preferencia joven que solo favoreció a Ricardo Anaya con el 19.6% y a Jose Antonio Meade con el 13.7% de los votos.
56.- El mayor azoro de este proceso fue que el voto “millennial” fue determinante para su éxito, pues la figura de Andrés Manuel se expuso en el espacio público durante dos décadas como la de ningún otro líder, dirigente, caracterizado por ser un “político antisistema”, logrando que fuese el personaje electoral más identificable y atractivo para los primo votantes que se encontraban resentidos con la estructura política vigente. Esto debido a que una amplia mayoría de “millennials” nacieron bajo el modelo político-económico-cultural neoliberal que fue identificado por AMLO como la causa principal de la crisis nacional que afectó a las nuevas generaciones y su discurso anti neoliberal simpatizó mucho a los jóvenes conquistando fervientemente su predilección.
57.- Comunicativamente la dinámica electoral mostró que mientras los contrincantes de AMLO creaban un spot para televisión que tardaban muchas semanas en producir y difundir, inmediatamente cientos de simpatizantes morenistas elaboraban espontáneamente diversas respuestas sobre el mismo, publicando desde su smartphone o tablet múltiples memes o contenidos atractivos en Facebook y Twitter, que neutralizaron la eficacia del mensaje audiovisual de sus contrincantes en el ciberespacio. De esta forma, la estrategia comunicativa del nacionalismo populista de izquierda morenista en las redes sociales en la campaña no fue como las elecciones organizadas empresarialmente en EUA con Barack Obama, o en Francia, con Macron; sino en el caso de México fue la colaboración intuitiva, expresiva, incontrolada y desenvuelta de la población que espontáneamente realizó eficazmente su trabajo utilizando sus propios recursos comunicativos, contribuyendo relevantemente a su victoria.
58.- Uno de los mayores asombros que se derivaron de la transición política fue que dentro del conjunto de sectores sociales que apoyaron la candidatura de AMLO/Morena, el núcleo de actores que permitieron su éxito provino fundamentalmente de votantes mayoritariamente citadinos, de estrato medio, con nivel socioeconómico elevado, con avanzado grado de escolaridad, con importante porcentaje de casa propia, con reducido nivel de población afiliada al seguro popular, con poca cantidad de viviendas sin agua, con el más bajo porcentaje de hogares con piso de tierra, con amplia conexión a Internet, con significativo promedio de tiempo de navegación en el ciberespacio, con mayor posesión de smartphones, pero con baja propiedad de automóvil y reducida población declarada atea.
De igual forma, en menor porcentaje también conquistó una franja del voto rural que tradicionalmente había apoyado al PRI y arrebató la voluntad de algunas secciones de las clases más altas, que tradicionalmente habían votado por el PAN. Así mismo, recibió el respaldo de los más pobres, de los desatendidos, de los que no contaban con derechohabiencia a servicios de salud, de los desamparados del “desarrollo modernizador”.
En síntesis, el conjunto de dichas transformaciones sistémicas de la nación mostró que el cambio político instaurado no aspiró a crear una simple transformación coyuntural del gobierno, sino pretendió edificar una radical mutación evolutiva que procreara una nueva metamorfosis de la nación equivalente a las mudanzas históricas producidas por la Independencia, la Reforma y la Revolución Mexicana, y que fue anunciada por el movimiento nacionalista de Morena como la instauración de la Cuarta Transformación de la Republica.
El rigor de la historia demostrará si esta radical transformación económico-político-social-cultural que se gestó en el país el 1 de julio de 2018, logrará edificar la epopéyica Cuarta Transformación histórica de México para el beneficio justo de toda la sociedad, o solo producirá un mero cambio epidérmico coyuntural para posibilitar que otro nuevo grupo político de corte nacionalista de izquierda populista se pudiera colocar en la jefatura de la estructura de poder estatal para beneficiarse del manejo del proceso de la gobernabilidad nacional. EP
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