La estación Buenavista, una de las estaciones más emblemáticas de la Ciudad de México, se prepara para un cambio radical en su papel dentro del sistema de transporte de la capital.
Texto de Santiago Fernández Reyes 20/11/24
La estación Buenavista, una de las estaciones más emblemáticas de la Ciudad de México, se prepara para un cambio radical en su papel dentro del sistema de transporte de la capital.
La estación Buenavista, una de las estaciones más emblemáticas de la Ciudad de México, se prepara para un cambio radical en su papel dentro del sistema de transporte de la capital. Con una ubicación estratégica, cerca de los principales hitos económicos e históricos de la ciudad, esta estación enfrenta hoy el desafío de adaptarse a una demanda de movilidad cada vez mayor, en un entorno donde la infraestructura no ha avanzado al ritmo necesario.
En primer lugar, con la inminente conexión con el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), ahora en construcción, Buenavista se convertirá en un nodo fundamental para el funcionamiento del aeropuerto y el acceso de las personas a nivel metropolitano e internacional. En segundo lugar, la administración de Claudia Sheinbaum ha anunciado una red de trenes interurbanos que conectará la Ciudad de México con ciudades como Guadalajara, Pachuca y Nuevo Laredo, lo que convertirá a Buenavista en la puerta de entrada de la ciudad, un papel que jugó por décadas, previo a que cerraran las líneas de pasajeros en México en los años noventa.
La pregunta es si Buenavista, que se encuentra en una situación de sobrecarga y desconexión urbana, podrá soportar la afluencia proyectada, de hasta 500,000 usuarios diarios, sin una transformación profunda. En este contexto, la mejora y adecuación de Buenavista representa una oportunidad única de modernización y de desarrollo urbano sostenible, pero también una urgencia: la ciudad necesita resolver el problema de la movilidad y aprovechar esta inversión como un motor de cambio.
Ante estos desafíos, el Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (ITDP) México y CoRe Ciudades Vivibles y Amables, con apoyo de Grupo Kaluz y Grupo Liverpool, así como el respaldo de varias autoridades públicas, han presentado una propuesta ambiciosa que busca no solo resolver la crisis actual de Buenavista, sino también transformar la zona en un espacio urbano accesible, inclusivo y funcional. Este plan, contenido en el libro Estación Central Buenavista: la puerta de la Ciudad de México, que fue presentado el 24 de octubre en el marco del 8vo CoRe Foro Urbano, es fruto de un análisis exhaustivo y de una colaboración entre actores públicos y privados, el cual busca responder a las necesidades de la estación, mediante una intervención integral que no solo facilite el transporte, sino que también revitalice la vida en los barrios aledaños y fortalezca la conexión al aeropuerto.
Buenavista es un símbolo de la desarticulación histórica entre el transporte y el desarrollo urbano en la Ciudad de México. Inaugurada en los años 60, la estación fue concebida dentro del paradigma modernista, en un contexto donde las políticas urbanas favorecían la movilidad del automóvil privado. A pesar de su cercanía con hitos como Reforma y el Centro Histórico, la estación se encuentra aislada de las zonas habitacionales y desconectada de los flujos más importantes de la ciudad. Este aislamiento no es accidental: fue producto de un proceso de planeación urbana que, desde mediados del siglo XX, abandonó la idea de un sistema de transporte público integrado, en favor de las infraestructuras viales que facilitaban el tráfico vehicular y promovían la expansión de la ciudad a costa de la convivencia de diferentes modos de transporte.
Lo que se planificó en la década de los 50, como un centro de transporte interurbano y de conexión con la periferia, terminó siendo un ejemplo de un modelo urbano obsoleto, que favorecía el crecimiento horizontal de la ciudad y desatendía las necesidades de movilidad de las personas que no cuentan con un automóvil. Las décadas siguientes vieron el declive del tren de pasajeros y la conversión de Buenavista en un nodo terminal en crisis, a medida que se conectaron sistemas de transporte masivo como la Línea B del Metro, tres líneas de Metrobús, el Tren Suburbano y múltiples líneas locales de autobuses.
La visión de futuro para Buenavista se ha basado en un diagnóstico exhaustivo de sus condiciones actuales, derivado de entrevistas con actores clave del sector público y privado, una revisión de mejores prácticas internacionales y un análisis de las condiciones de movilidad y desarrollo urbano en la zona. Este diagnóstico incluyó un componente participativo de 45 entrevistas a profundidad, 300 encuestas y mesas de trabajo con habitantes y usuarios frecuentes de la estación. La propuesta se articuló alrededor de tres ejes:
El plan para Buenavista establece la creación de una red de movilidad integrada que enlace de forma ágil y segura los diferentes modos de transporte. Actualmente, la estación enfrenta dificultades para apoyar las transferencias de las personas entre las distintas rutas de transporte masivo y semimasivo que ahí convergen, como el Tren Suburbano, el Metro y las líneas 1, 3 y 4 de Metrobús. Las nuevas rutas de trenes de pasajeros proyectadas y la conexión al AIFA, hacen necesario crear una infraestructura capaz de gestionar un flujo de pasajeros elevado sin saturar los espacios y en condiciones de seguridad.
Para abordar este reto, la propuesta contempla reconfigurar las áreas de transferencia, facilitando la movilidad a pie y en bicicleta, y mejorando la accesibilidad para quienes usan medios de transporte no motorizados. Inspirada en modelos exitosos de integración de estaciones integradas alrededor del mundo, esta red reducirá los tiempos de traslado y optimizará la conectividad entre sistemas de transporte masivo. Los planes incluyen también la incorporación de ciclovías y rutas peatonales seguras, diseñadas para mejorar la experiencia de los usuarios y reducir la dependencia del automóvil, todo con el objetivo de promover una movilidad más sustentable y amigable con el medio ambiente.
El segundo eje de la propuesta, es la creación de espacios públicos de calidad que conviertan a Buenavista en un lugar donde la gente no solo transite, sino que pueda descansar y socializar. A pesar de la gran oferta cultural y recreativa de la zona, la estación y sus alrededores, carecen de áreas de descanso adecuadas y zonas verdes, lo que dificulta que el entorno sea atractivo para los transeúntes y residentes.
Para remediar esto, el proyecto establece la creación de áreas de descanso, zonas de sombra y espacios peatonales amplios que inviten a la comunidad a disfrutar del espacio. Estos espacios públicos no solo embellecerán la zona, sino que también reforzarán la seguridad y el atractivo del área, atrayendo a residentes y visitantes. Inspirada en intervenciones exitosas a nivel internacional, la propuesta prevé la instalación de bancas, zonas arboladas y áreas recreativas que se conviertan en puntos de encuentro para las personas.
Además, se contempla una reestructuración de los accesos a la estación y la implementación de un diseño de espacio público que optimice la experiencia de los usuarios. Estas intervenciones están pensadas para transformar Buenavista en un espacio dinámico y seguro, donde la movilidad se combine con el bienestar y el disfrute del espacio urbano.
El tercer pilar de la propuesta es un desarrollo urbano inclusivo, que impulse el acceso a oportunidades sin desplazar a las comunidades originales. Para garantizar que la transformación de Buenavista resulte en mejoras tangibles para los habitantes de la zona y de la Ciudad de México, el plan de ITDP y CoRe Ciudades Vivibles y Amables, A. C. incluye la construcción de vivienda asequible y la implementación de proyectos de usos mixtos.
Siguiendo el modelo de Desarrollo Orientado al Transporte (DOT), esta estrategia promueve un desarrollo urbano compacto, donde servicios, vivienda y empleo se encuentren a corta distancia. Así, los residentes podrán acceder a oportunidades en la misma zona, evitando largos desplazamientos y contribuyendo a un entorno más sostenible. Los proyectos de vivienda asequible estarán acompañados de mecanismos como la captura de plusvalía, que permitirá reinvertir el incremento en el valor del suelo en la infraestructura y en proyectos habitacionales asequibles, asegurando que los beneficios del desarrollo estén al alcance de todos.
Este eje también implica el uso de políticas de financiamiento innovadoras, en colaboración entre el sector público y privado, para asegurar la viabilidad económica del proyecto. Así, Buenavista no solo se transformará en un nodo de movilidad, sino también en un espacio de vida y oportunidades para los ciudadanos de la Ciudad de México.
El éxito de la propuesta dependerá de una gobernanza efectiva, que coordine a los actores involucrados y garantice la transparencia en cada etapa del proyecto. El esquema de gobernanza propuesto en el libro Estación Central Buenavista, incluye la creación de una visión común entre todos los actores para la implementación de un modelo DOT en la estación. Esta gobernanza permitirá no solo coordinar el financiamiento y la construcción, sino también asegurar que los beneficios del proyecto se mantengan en el largo plazo.
El plan es un llamado a las autoridades, al sector privado y a la sociedad para convertir Buenavista en un modelo de integración urbana, donde movilidad, espacio público y desarrollo urbano se alineen para construir una ciudad más equitativa y accesible. La colaboración entre entidades públicas y privadas será fundamental para materializar esta visión, y asegurar que Buenavista se convierta en un símbolo de innovación urbana.
Con esta visión, se pretende garantizar que Buenavista pueda enfrentar exitosamente los desafíos a largo plazo, y perfilarse como un centro urbano modelo centrado en las personas, donde cada individuo pueda encontrar un lugar no solo para transitar, sino para vivir y conectarse.EP
DOPSA, S.A. DE C.V
