El Centro Tepoztlán Víctor L. Urquidi, en su proyecto México próspero, equitativo e incluyente. Construyendo futuros 2024-2030, presenta la sección Construcción de una sociedad justa y participativa de seres humanos con dignidad, coordinada por Fernando Cortés, Manuel Ordorica y Susana Chacón.
Los desafíos que muestran las proyecciones de población de México y sus entidades federativas 2020-2070
El Centro Tepoztlán Víctor L. Urquidi, en su proyecto México próspero, equitativo e incluyente. Construyendo futuros 2024-2030, presenta la sección Construcción de una sociedad justa y participativa de seres humanos con dignidad, coordinada por Fernando Cortés, Manuel Ordorica y Susana Chacón.
Texto de Víctor Manuel García Guerrero 26/02/24
Introducción
Las proyecciones de población son un instrumento fundamental para la toma de decisiones de los sectores público y privado del país. Permiten identificar lo que ocurriría con la dinámica demográfica si determinadas circunstancias sociales, políticas, económicas y demográficas llegasen a ocurrir (García Guerrero, 2014). Estos ejercicios prospectivos desempeñan un papel vital en la orientación de la toma de decisiones del sector público y privado, asegurando una asignación eficiente de recursos y facilitando la planificación a corto, mediano y largo plazos, para una amplia gama de desafíos sociales, económicos y medioambientales. Asimismo, las proyecciones ofrecen una visión del futuro, ayudando a las organizaciones y gobiernos a prepararse para los cambios demográficos y sus impactos asociados. También, permiten anticipar las tendencias demográficas deseadas y no deseadas para el bienestar de la población en su conjunto. Por ello, son un instrumento fundamental para realizar los esfuerzos necesarios para continuar o revertir ciertas tendencias demográficas.
En este sentido, los ejercicios de prospectiva demográfica no pretenden adivinar o profetizar el futuro. Más bien, proveen de una referencia informada sobre la dinámica demográfica futura, misma que es susceptible de ser modificada de manera directa o indirecta por políticas públicas focalizadas. En este sentido las proyecciones de población realizadas para el Consejo Nacional de Población que cubren el periodo 2020-2070 permiten vislumbrar dos desafíos demográficos urgentes en materia de políticas públicas: el incremento de mortalidad por causas externas y el envejecimiento poblacional.
Incremento de mortalidad
Respecto a la sobrevivencia de la población (Figura 1), se proyecta que la probabilidad de fallecimiento continúe en descenso en todas las edades para el caso de la población femenina. Sin embargo, las tendencias observadas de los últimos 17 años en las que se incrementa la mortalidad de la población masculina parecen no revertirse en el futuro, ubicando las probabilidades de fallecimiento futuras de esta población entre 15 y 45 años en niveles observados hace más de 40 años. Es decir, se espera un retroceso de casi 100 años en términos de sobrevivencia masculina en el grupo de edades antes mencionado si las tendencias de mortalidad observadas no son revertidas. La evidencia empírica señala que gran parte de este incremento de mortalidad se debe al incremento en las causas externas en los grupos de edades de jóvenes y adultos jóvenes, donde los homicidios juegan un papel predominante, así como las enfermedades endócrinas concentradas en adultos mayores (Canudas-Romo et al., 2014, Canudas-Romo et al., 2016 y Aburto et al., 2017)
De igual manera, como se muestra en la Figura 2, durante los años 2020 y 2021 sí hubo un impacto de sobremortalidad. La proyección indica que, en caso de no haber un recrudecimiento de los impactos indirectos de la pandemia (por ejemplo, una sobremortalidad futura por secuelas) la dinámica de la esperanza de vida al nacimiento no sólo recuperaría sus niveles previos sino que podría comenzar a incrementarse después de más de 15 años de estancamiento. Las tres entidades con menor EV0 históricamente han sido Chiapas, Guerrero y Oaxaca, las cuales alcanzarían una EV0 de 82 y 75 años para mujeres y hombres, respectivamente, hacia el año 2050. Las tres Entidades con mayor pérdida de EV0 por la pandemia fueron Tlaxcala, Morelos y el Estado de México con una pérdida de cerca de 10 años.
Envejecimiento poblacional
La población del país se incrementará durante los siguientes 30 años para alcanzar un máximo de poco más de 147 millones de personas hacia el año 2052. Hasta ese año, la tasa de crecimiento poblacional permanecerá positiva para después volverse negativa, implicando el inicio del decrecimiento poblacional del país (Figura 3). Debido al efecto en la mortalidad por la pandemia de COVID-19 durante los años 2020 y 2021, el crecimiento poblacional sufrió una caída de cerca del 35 % durante esos años. Hacia el año 2070, se proyecta que la población nacional disminuya a cerca de 141 millones de personas.
La distribución estatal de las cifras poblacionales a nivel nacional es muy heterogénea. El Estado de México seguirá al frente en volumen poblacional durante todo el horizonte de proyección. Sin embargo, crecerá hasta el año 2040, alcanzando cerca de 18.5 millones de habitantes, para después comenzar a decrecer. En el año 2020, la CDMX era la segunda entidad más poblada del país, con cerca de 9.3 millones de habitantes; sin embargo, es justo a partir de ese año que la Ciudad comienza a decrecer poblacionalmente a una tasa cercana al 1 % promedio anual. Destacan los casos de Jalisco y Nuevo León, quienes, a diferencia del resto de las entidades federativas, muestran un crecimiento poblacional a lo largo del horizonte de proyección llegando a ser la segunda y tercera más pobladas para el año 2050 con 10 y 8.4 millones de habitantes, respectivamente.
De lo anterior se desprende que hacia el año 2055 la tasa bruta de crecimiento natural se vuelva negativa (determinada por el balance entre nacimientos y defunciones) y la tasa de migración neta se mantenga cercana a cero, aunque negativa a lo largo del horizonte de proyección (Figura 5). Un hecho que sobresale de dicha dinámica es que cerca del año 2060 se espera que la tasa de crecimiento sea menor que la tasa de migración neta (también conocida como tasa de crecimiento social) lo que podría implicar un asceleramiento del descenso poblacional a partir de dicho año.
Aunado a lo anterior la fecundidad descenderá a 1.54 hijos en promedio por mujer en el 2050 habiendo una convergencia de las entidades federativas hacia este valor. Hacia el año 2019, 21 de las 36 entidades federativas ya se encontraban por debajo del remplazo poblacional (2.1 hijos por mujer), siendo Baja California y la CDMX aquellas con la fecundidad más baja del país, con 1.7 y 1.4 hijos por mujer, respectivamente. De las 15 entidades restantes, Chiapas y Guerrero encabezaban las entidades con mayor fecundidad, con 3 y 2.6 hijos por mujer, respectivamente. Para el año 2050, prácticamente todas las entidades federativas se encontrarán por debajo del reemplazo quedando rezagada Chiapas con 2.3 hijos por mujer.
La distribución por edades de la fecundidad tiene una dinámica muy diversa entre las entidades federativas (Figura 7); en primer lugar, se observan aquellas entidades que, hacia los años 2030-2050, su fecundidad se encuentra concentrada en el grupo de 20-24 años como, Chiapas, Coahuila, Jalisco, Michoacán y Tlaxcala. En un segundo grupo se encuentran las entidades cuya fecundidad estará concentrada en el grupo de 20-24 años pero muy cerca del grupo 25 a 29 años. Estas entidades son, la CDMX, Nayarit, Oaxaca, Puebla, Querétaro y Zacatecas. En un tercer grupo, se encuentran las entidades federativas que estarán en una transición avanzada al concentrar su fecundidad en el grupo de 25-29 años. Las entidades que se encuentran en este grupo son: Durango, Guanajuato, Guerrero, Nuevo León, San Luis Potosí, y Tabasco. El resto de las entidades federativas estará en un estadio de concentración de la fecundidad en el grupo por edades de 25-29 años.
La dinámica de las componentes demográficas anteriormente descrita conllevara a una dinámica de la estructura por edades y sexo de la población mexicana como la que se muestra en la Figura 8. En esta figura se muestra la evolución de la población del país de una principalmente concentrada en edades jóvenes en 2022, entre 15 y 30 años (color azul), a una incipientemente envejecida hacia el 2050, entre 35 y 65 años de edad, y ya en pleno envejecimiento hacia el año 2070 (franjas amarillas y rojas).
La proporción de personas menores de 15 años pasará de 25 % en 2022 a 13 % de la población en 2070; por otra parte, la población en edades laborales es, y seguirá siendo, más del 50 % de la población total durante el horizonte de proyección. La población mayor de 65 años será la única que se incrementará, pasando de ser un 8 % a cerca del 30 % de la población total hacia el 2070.
Lo anterior tiene una implicación directa en las razones de dependencia nacionales. En la Figura 9 se muestra la evolución de las razones de dependencia infantil y de la vejez, así como en conjunto de la total. En general, la razón de dependencia total alcanzará un minimo hacia el inicio de 2030 debido a un equilibrio entre el volumen poblacional en edades laborales y aquellas consideradas como dependientes, siendo aún mayor el peso de la cantidad de personas menores de 15 años que el de las mayores de 65 y más años. La razón de dependencia infantil pasa de 40 % en 2020 a 23 % en 2070, mientras que la razón de dependencia de la vejez pasa de 12 % a 47 % en el mismo periodo. Ambos valores llevan a que la razón de dependencia total pase de 51 % a 70 % en los próximos 50 años.
Los cambios en la estructura por edades son también heterogéneos entre las entidades federativas. Los estados que más se estrechará la base de la pirámide, lo que significa que envejecerán más rápidamente, son la CDMX, Baja California, Baja California Sur, Colima, Chihuahua, Querétaro, Quintana Roo, Tamaulipas y Yucatán. Por otro lado, las entidades que continuarán con una base robusta serán Chiapas, Guerrero, Michoacán, Puebla, San Luis Potosí, Tabasco, Tlaxcala y Zacatecas. Aunque en este último grupo hay también cierta heterogeneidad.
Políticas públicas integrales en materia poblacional
El inminente envejecimiento poblacional presenta múltiples desafíos a atender en el futuro cercano. Comenzando por el estrés que van a tener los sistemas de seguridad social en todos los sentidos, comenzando por los pasivos actuariales de las pensiones, y de los servicios de salud y abasto de medicamentos los cuales son significativamente más elevados en la población adulta mayor. Sin mencionar el costo familiar y gasto en los servicios de cuidados los cuales son significativamente más onerosos. Sin embargo, el envejecimiento será paulatino y heterogéneo a lo largo del país. Será necesario diseñar programas de distribución de población entre las entidades federativas para poder balancear las estructuras poblacionales, aunque esto solo sería una medida paliativa, tal vez sea necesaria una política de más largo plazo que recupere experiencias internacionales en las que se ha echado mano de la migración internacional. Las pensiones públicas dirigidas a la población adulta mayor tendrán que ser repensadas ante el acelerado incremento de esta población en el futuro; posiblemente, sería necesario presupuestar y diseñar un sistema de cuidados dirigido a la población adulta mayor que subsidie dichos cuidados y los de los gastos de bolsillo en atención a la salud y gasto de medicamentos. La experiencia internacional también pude ayudar a implementarlos.
Una población predominantemente envejecida es más pacífica, sin embargo, no se puede dejar a este proceso la pacificación del país que, inminentemente, se encuentra en guerra. Como se mostró arriba, en 50 años la población seguirá estando concentrada en edades jóvenes. Es imperativo que se analice la estrategia de guerra contra las drogas comenzada hace casi 20 años para que se revierta las pérdidas de esperanza de vida. La caída de la fecundidad en algunos estados se debe al desplazamiento forzado y a la decisión de los individuos de aplazar temporal o definitivamente su fecundidad por vivir en medio de un ambiente de violencia extrema. De muchas maneras el aceleramiento del proceso de envejecimiento se debe también al incremento de la violencia generalizada en el país. Es necesario pensar en una estrategia de más corto plazo para que México realmente capitalice sus esfuerzos en materia sanitaria y atienda de manera efectiva los desafíos en la reducción de las defunciones atribuibles a enfermedades crónicas. En la actualidad el Consejo Nacional de Población (Conapo) ha impulsado una sola política en materia poblacional: la Estrategia Nacional de Prevención del Embarazo Adolescente. Si bien este tema es muy importante, no es suficiente para atender los desafíos demográficos que se avecinan. El Conapo debería ser fortalecido institucionalmente para coadyuvar a los gobiernos de los estados a generar capacidades institucionales que permitan atender los desafíos antes mencionados con políticas y programas transversales que atiendan, de una manera integral, el panorama que permiten ver las proyecciones demográficas.
Si bien las proyecciones de población muestran que, hacia el futuro, en México seguirán coexistiendo mil Méxicos, son sólo una herramienta para la toma de decisiones. El objetivo es continuar con las acciones que llevan a que algunos aspectos de la dinámica demográfica continúen y otros no. En este sentido están hechas para fallar; para que, si el futuro no es halagüeño, tomemos al destino en nuestras manos. EP
Referencias
Aburto, J. M., Beltrán-Sánchez, H., García-Guerrero V. M. y Canudas-Romo, V. (2017). “Homicides In Mexico Reversed Life Expectancy Gains For Men And Slowed Them For Women, 2000-10”. Health Affairs. 35(1), pp.88-95. DOI: 10.1377/hlthaff.2015.0068
Canudas-Romo, V., Aburto, J. M., García-Guerrero, V. M. y Beltrán-Sánchez, H. (2016). “Mexico’s Epidemic of Violence and its Public Health Significance on Average Length of Life”. Journal of Epidemiology & Community Health. DOI: 10.1136/jech-2015-207015
Canudas-Romo, V., García-Guerrero, V. M. y Echarri-Canovas, C. J. (2014). “The stagnation of the Mexican male life expectancy in the first decade of the 21st century: the impact of homicides and diabetes mellitus”. Journal of Epidemiology & Community Health, 69:1 28-34, DOI:10.1136/jech-2014-204237
García Guerrero, Víctor M. (2014). Proyecciones y Políticas de Población en México, Centro de Estudios Demográficos, Urbanos y Ambientales, El Colegio de México A.C., México.
García Guerrero Víctor M, (en prensa). Proyecciones de la población de México y sus Entidades Federativas, 2020-2070, Consejo Nacional de Población, Fondo de Población de Naciones Unidas, México.
García-Guerrero, Víctor M. y H Beltrán-Sánchez (2021). “Heterogeneity in excess mortality and its impact on loss of life expectancy due to COVID-19: Evidence from Mexico.” Special Issue: Population Health and COVID-19; Canadian Studies in Population. CSIP-D-20-00051R2 https://doi.org/10.1007/s42650-021-00051-1
Partida Bush, Virgilio (en prensa). Concilición demográfica de México y sus Entidades Federativas 1950-2019, Consejo Nacional de Población, Secretaría de Gobernación, Fondo de Población de Naciones Unidas, México.
Partida, V y García Guerrero VM (2018). Proyecciones de la población de México y sus Entidades Federativas, 2016-2050, Consejo Nacional de Población, Fondo de Población de Naciones Unidas, México.
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