El Centro Tepoztlán Víctor L. Urquidi, en su proyecto México próspero, equitativo e incluyente. Construyendo futuros 2024-2030 , presenta la sección Avanzar en la digitalización en México y en los retos tecnológicos futuros, coordinada por Susana Chacón y Mateo Lejarza.
Texto de Gabriela Dutrénit 22/01/24
El Centro Tepoztlán Víctor L. Urquidi, en su proyecto México próspero, equitativo e incluyente. Construyendo futuros 2024-2030 , presenta la sección Avanzar en la digitalización en México y en los retos tecnológicos futuros, coordinada por Susana Chacón y Mateo Lejarza.
Estamos viviendo cambios tecnológicos acelerados que afectan la producción y los servicios. Este proceso se caracteriza por una rápida dinámica de innovación, la convergencia de múltiples tecnologías en lo que se denomina sistemas ciberfísicos, y la evolución de las plantas productivas hacia fábricas inteligentes (Smart Factory). Las nuevas tecnologías, o tecnologías de frontera, incluyen plataformas de software, Internet de las cosas (IoT), Big data, sensores inteligentes, inteligencia artificial, robots, clouding e impresión 3D, entre otras, y generan la necesidad de proteger equipos, redes, aplicaciones de software, sistemas críticos y datos de posibles amenazas digitales, a través de la ciberseguridad.
La combinación de estas tecnologías permite tener sistemas inteligentes y autónomos que utilizan algoritmos basados en computadoras para monitorear y controlar cosas físicas, como maquinaria, robots y vehículos. Así en las plantas productivas se puede generar información en tiempo real que sirve de apoyo a la toma de decisiones.
Se ha difundido el concepto de la Cuarta Revolución Tecnológica, que trae cambios en las tecnologías dominantes y en los procesos dominantes de la manufactura. Esta revolución se asocia con la evolución hacia la Industria 4.0, que es cuando toda la cadena de suministro es “inteligente”, desde la fabricación hasta el almacenamiento y la logística; en otras palabras, la producción está interconectada con la planificación de recursos empresariales (ERP, por sus siglas en inglés).
Se observa una rápida dinámica de innovación y de las capacidades tecnológicas necesarias para crear y adoptar las tecnologías de frontera. La creación de tecnologías, de equipos y robots son innovaciones de producto. Sin duda la adopción de las tecnologías de frontera en los equipos y el software es innovación de proceso. Pero a través de la adopción de tecnologías en las empresas se induce a innovaciones de producto. Se requieren nuevas capacidades tecnológicas para la adopción y para la creación.
La Comisión Europea en 2021 incorporó el concepto “industria 5.0” con el objetivo de reenfocar el desarrollo del sector industrial hacia un modelo de producción que no solo utilice la tecnología para ser más competitivo, sino que también genere un impacto positivo en la sociedad y potencie una relación positiva entre los hombres y las máquinas.
“El proceso de tránsito entre las Revoluciones Tecnológicas es desigual: en pocos países se están creando las tecnologías de frontera asociadas a la Cuarta Revolución Tecnológica”.
El proceso de tránsito entre las Revoluciones Tecnológicas es desigual: en pocos países se están creando las tecnologías de frontera asociadas a la Cuarta Revolución Tecnológica. Más aún, la adopción de estas tecnologías ocurre a diferente ritmo. Si bien en todos los países coexisten empresas e industrias de todas las revoluciones tecnológicas y empresas que realizan innovaciones de producto y de proceso relacionadas con las tecnologías de frontera, esta heterogeneidad es más pronunciada en los países en desarrollo y emergentes. Se está generando una brecha digital.
No obstante, como en todas las revoluciones industriales, las transformaciones no son solo en el ámbito tecnológico, sino que tienen fuertes impactos en la sociedad, particularmente en la forma de relacionarnos, de adquirir información y tomar decisiones, en las ocupaciones y habilidades, y en el tipo de formación que nos prepara para este nuevo contexto. Las tecnologías de frontera pueden incluso generar incrementos en la desigualdad a través de los productos (bienes y servicios) que usan estas tecnologías o de los productos que son producidos y distribuidos usando estas tecnologías.
Estamos en un proceso de cambio que tendrá grandes impactos en la industria, los servicios y la sociedad. Sin duda, la política pública, particularmente de ciencia, tecnología e innovación, industrial, laboral y de educación, debería contribuir a este proceso de cambio para que México se posicione mejor y aproveche algunas oportunidades que se le abren para avanzar en un proceso de desarrollo sostenible en lo social y ambiental.
¿Dónde está México en términos del avance en la digitalización de la industria?
El Network Readiness Index (NRI) es uno de los índices globales sobre la aplicación y el impacto de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en las economías de todo el mundo. Su última versión de 2022 incluye 131 economías basadas en su desempeño en cuatro pilares diferentes: Tecnología, Personas, Gobernanza e Impacto. México ocupa el puesto 60 de las 131 economías incluidas. Uno de los peores indicadores es Competencias TIC en el sistema educativo, mientras que se destaca un buen desempeño en el indicador Legislación sobre comercio electrónico.
En términos de la creación, uso e implementación de tecnologías 4.0, realizado por ONUDI en 2020, México se ubica entre las 40 economías involucradas activamente en la importación de las tecnologías de frontera, junto a Tailandia y Turquía, pues se compran grandes volúmenes en los mercados internacionales, particularmente por nuestra participación en las cadenas globales de valor. En 2021, fue el noveno importador de robots industriales en el mundo, con 5400 unidades importadas, e incluso se comenzó a producir y exportar algunas unidades.
De acuerdo con el análisis de UNCTAD (2022) sobre el desempeño de los países en exportaciones manufactureras de alta tecnología y empleo de alta calificación, México se ubica entre los países que tienen altas oportunidades, dado el peso en las exportaciones de productos desarrollados con las tecnologías de frontera, pero aún deben desarrollar mayores habilidades industriales e incrementar el empleo de alta calificación.
La Encuesta Nacional del Financiamiento de las Empresas (ENAFIN) de 2021 muestra que todos los sectores han avanzado hacia la digitalización. Casi todas las empresas usan las tecnologías más básicas (internet, equipo informático y programas informáticos contables, etc.), aún el porcentaje de empresas que muestra capacidades digitales más avanzadas es bajo, particularmente en las plataformas de venta en línea.
El análisis por tamaño de empresa muestra que hay un diferente comportamiento, las micro y pequeñas empresas poseen menos capacidades en todos los medios digitales para promocionarse.
El Centro México Digital está levantando una encuesta anual para construir un Índice de desarrollo digital estatal. Si bien no es una muestra representativa, es interesante observar que en 2022, el 66.7 % de las empresas encuestadas usaban herramientas tecnológicas básicas (p.e., redes sociales) y el 55.3 % también usaba ya herramientas intermedias (p.e., contar con sitio web, comercio electrónico). Solo el 8.1 % ha avanzado en utilizar herramientas innovadoras (p.e., big data, IoTs o blockchain).
México ha avanzado en la adopción de una de las tecnologías que está penetrando muy fuerte: la robótica. Fue el noveno importador de robots industriales en el mundo en 2021 (5400 unidades y 147 millones de dólares), con un fuerte crecimiento desde 2011. Lo cual corresponde con su ubicación en el bloque 2 de economías de segundo nivel por parte de UNIDO (2020). También hay una incipiente actividad de exportación de robots industriales (28.3 millones de dólares). La manufactura concentra un alto porcentaje de los robots industriales instalados, y el sector automotriz es el principal adoptante.
“México ha avanzado en la adopción de una de las tecnologías que está penetrando muy fuerte: la robótica”.
Aún persiste el atraso en el uso de la big data generada por la introducción de prácticas de la industria 4.0 y de robots industriales.
En los últimos años, se observa un cambio sensible en la transformación digital de las empresas. La pandemia de covid-19 aceleró este proceso. Sin embargo, hoy en México persiste una fuerte heterogeneidad productiva y coexisten empresas e industrias de todas las revoluciones tecnológicas. Incluso se observa heterogeneidad al interior de un mismo grupo industrial. Por un lado, hay empresas y grupos industriales que han avanzado en sus procesos de digitalización y se están moviendo hacia la I4.0, sobre todo aquellos conectados a las cadenas globales de valor, que incluyen a empresas de capital nacional o subsidiarias de multinacionales. Por otro lado, la gran masa de empresas, incluyendo pymes y empresas grandes de capital nacional, no conectadas a las cadenas globales de valor, están avanzando más lentamente en la adopción de tecnologías de frontera.
En contraste con los avances del sector industrial, son escasos los programas públicos y público-privados en México orientados a estimular la adopción o el desarrollo de tecnologías de frontera y avanzar en la digitalización de las empresas. Estos programas emergentes se ubican en los ámbitos estatales.
En Nuevo León, se introdujo “Nuevo León 4.0”, un programa creado en 2017, que busca posicionar NL como líder de la economía inteligente, basado en apoyar la modernización de los sistemas de producción y la introducción de nuevos modelos de negocio y fabricación inteligente. Incluye premios, infraestructura, capacitación, rediseño de programas de formación profesional. Otro programa es “MIND4.0 Monterrey”, una Plataforma de Aceleración Industrial para Scale-ups que tiene soluciones de I4.0. Asimismo, cuentan con el Premio Tecnos.
En Jalisco, destaca “MIND, México Innovación y Diseño”, que tiene un Centro de Innovación y Diseño que impulsa a la industria a través de la integración productiva, la transferencia de conocimiento, y la “Convocatoria para la Transformación Digital de Jalisco 2022”, que busca impulsar la transformación digital de las Pymes que permita la integración de tecnología digital, la reconversión digital, la digitalización de procesos estratégicos a través de metodologías de intervención empresarial como las células de innovación que propicien oportunidades de desarrollo económico.
En CDMX, el Centro de Desarrollo e Innovación Tecnológica (CDIT), ubicado en Vallejo en la alcaldía Azcapotzalco, es el proyecto más importante del gobierno de la Ciudad en el fomento a la digitalización del sector industrial. Reinició actividades a finales del 2021, y en dicho centro se generan proyectos de investigación y de manufactura avanzada a partir de la recopilación de datos. Cuenta con un centro de procesamiento de datos y laboratorios de cómputo de alto desempeño, de industria 4.0, de materiales y de prototipos, así como con un espacio de apoyo a la innovación y área de negocios a negocios. Entre los proyectos apoyados por el CDIT está la digitalización de datos, la automatización de fábricas, entre otros que han ayudado a la generación de soluciones a los problemas de la ciudad y a los retos de la industria.
Hay varios retos para que México se mantenga al menos como un seguidor en la carrera digital y aproveche las oportunidades de la Cuarta Revolución Tecnológica.
En términos del sector industrial, los principales retos son:
Hay una tendencia hacia la fusión de tecnologías, pero se ha puesto menor atención a las capacidades tecnológicas para la conectividad. No es solo tener un robot, es fusionarlo con otras tecnologías y eso requiere capacidades. Se requieren capacidades tecnológicas para la adopción (y para la creación).
La digitalización necesaria para alcanzar construir una “Smart factory” es un proceso lento, que demanda dominar la manufactura esbelta en la organización, y esto requiere inversión.
En el país hay empresas que usan tecnologías y dominan procesos de manufactura de diferentes Revoluciones Tecnológicas. Hay muchas empresas que están aún atoradas en la I2.0 y en la I3.0, por lo cual se requieren programas de política pública que atiendan esa heterogeneidad y fomenten el avance de todo el sector industrial.
No hay financiamiento para la inversión, por lo cual las empresas dependen de sus propios recursos.
Se requieren nuevas habilidades digitales, para lo cual se necesita capacitar a los empleados tanto en el denominado upskilling (mejorar tus habilidades existentes) como el reskilling (adquirir habilidades completamente nuevas para cambiar de carrera o adaptarte a los cambios en el mercado laboral). Entre las nuevas habilidades destacan: trabajo en equipo, organización y responsabilidad del trabajo asignado, capacidad de análisis de datos y elaboración de reportes, creatividad e innovación para ser agentes de cambio, capacidad de aprendizaje, entre otras. Estas habilidades se adquieren con capacitación.
En el mundo hay evidencia de efectos negativos de la automatización asociada a la I4.0 en el empleo de ciertas ocupaciones. No hay evidencia de grandes impactos en el empleo en México, porque la adopción es lenta. Si están cambiando las habilidades requeridas, y se está generando un desplazamiento de trabajadores a otras funciones dentro de las mismas empresas.
México se enfrenta al reto de evitar que se amplíe la brecha digital. Se requieren políticas públicas de fomento para dirigir el proceso de digitalización de la industria, enfocadas en:
¿Todas las empresas de todas las industrias deben avanzar a I4.0? Probablemente no, por un lado hay ventajas competitivas asociadas a los productos hechos a mano en ciertas industrias (calzado, prendas de vestir, handmade products (p.e., Cuadra)). Por otro lado, dada la alta heterogeneidad productiva, se requiere avanzar gradualmente en el proceso de construcción de capacidades tecnológicas y de innovación, y de formación de recursos humanos con las habilidades requeridas.
“México se enfrenta al reto de evitar que se amplíe la brecha digital. Se requieren políticas públicas de fomento para dirigir el proceso de digitalización de la industria”.
Se proponen los siguientes objetivos estratégicos y líneas de acción:
México es un centro de manufacturas, se ha abierto una ventana de oportunidad gracias al nearshoring. La pertenencia a cadenas globales de valor ha contribuido a desarrollar habilidades en el manejo de tecnologías de frontera de la Cuarta Revolución Tecnológica. Sin embargo estamos aún lejos de la introducción de la industria 4.0 en nuestro sector industrial. Persiste una fuerte heterogeneidad productiva. Se requiere política pública para avanzar en la digitalización hacia procesos que nos permitan acelerar el desarrollo sostenible en términos sociales y ambientales. Hay una oportunidad histórica que se debe aprovechar. EP
DOPSA, S.A. DE C.V
