Para las manos solidarias y para los que no alcanzaron a ver

la noche después del temblor del 19 de septiembre de 2017

Nos paramos y lloramos

perdimos la noción

y en el desconcierto

llegó gente con manos solidarias.

Están las muertes impredecibles

que no caben en el corazón

y ojos que no alcanzaron a ver la noche.

La ciudad inmensa se tambalea, gime, resopla

y grita hasta los volcanes.

Ya no puede sufrir, sólo salir al rescate

de los que aún pueden sobrevivir

de nosotros que somos muchos

y siempre ninguno.

Hoy, hay quien da alimento

quien levanta una cubeta de escombros

quien se mete en un pozo incierto

otros callan, enmudecen

otros inventan discursos, esconden fortunas

pero hay muchos que salen

con la esperanza de encontrar

vidas en el derrumbe

de servir una torta o un taco

de saberse ciudadanos.

Por una ciudad que hemos adoptado

y luego amado

por su bullicio, por su desorden

por ser sólo la enorme Ciudad de México

que se inunda, que se hunde

que aguanta temblores, pero que tiene

gente que cree en ella, que la necesita

y que tiene fe

de que pueda ser gobernada

con un gran espíritu

humanitario.  ~

Ciudad de México, 20 de septiembre de 2017

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JUAN CARLOS GÓMEZ (Uruapan, Michoacán, 1952) ha publicado poemas y artículos en la revista Este País y en otros medios de circulación nacional. Es autor de tres poemarios: Luz y piel, Luciérnagas y rupturas y El amanecer cada día más cercano. Actualmente prepara el libro de poemas La casa del café y el cacao.