Esta es nuestra carta editorial de diciembre de 2020 sobre el contenido de nuestro número 355. Los Centrales son sobre el futuro del turismo. En Cultura hablamos de algunas de las artes indígenas. En Ambiente nos acercamos a la La península de Yucatán y el costo ecológico de ser el paraíso turístico por excelencia. En Sociedad nueva viajamos a América Latina.
Texto de Julieta García González 01/12/20
Esta es nuestra carta editorial de diciembre de 2020 sobre el contenido de nuestro número 355. Los Centrales son sobre el futuro del turismo. En Cultura hablamos de algunas de las artes indígenas. En Ambiente nos acercamos a la La península de Yucatán y el costo ecológico de ser el paraíso turístico por excelencia. En Sociedad nueva viajamos a América Latina.
Viajar ha sido una de las aspiraciones humanas desde tiempos inmemoriales: viajar para conocer el mundo, para descubrirlo, domeñarlo o beberlo a inmensos tragos de curiosidad. Desde mediados del siglo XX nació el turismo como hoy lo conocemos. El mundo había salido de una guerra brutal y encontró en los viajes trasatlánticos un alivio y una escapatoria. Aunque tuvieron altibajos en un principio, los viajes internacionales se consolidaron pronto como una de las mejores formas de disfrutar el tiempo, el dinero y la compañía de los cercanos.
Para el cambio de siglo, el turismo se había convertido en una importante fuente de ingresos para muchos países: una forma de balancear —con la riqueza natural, social, gastronómica e histórica— los ingresos de varias naciones que parecían en desventaja con las más poderosas. México fue uno de esos países que recibió millones de visitantes ávidos de conocer la cultura, probar un poco de mole, mezcal o vino, y gozar del sol, la playa o la historia. Y si digo fue, es porque la maquinaria turística llegó de pronto a un alto casi total.
La situación en el ramo hoy es muy grave, con un declive que comenzó antes de la pandemia. La llegada del Covid-19 acabó por echar por suelo los esfuerzos independientes de quienes están en la industria del turismo en México. Pero hay mucho que hacer, mucho que aprender y un bagaje que puede ayudarle al país a recuperarse y volverse más sólido. De eso nos habla Guillermo Osorno en su reportaje sólido, duro y con algunos visos esperanzadores. Y de las lecciones y las posibilidades escribe Teresa Solís: de un panorama que se abre para cuando pase la pandemia. De cómo mirar el turismo, valorarlo y replantearlo escribe Alejandro Cañedo; es decir, de cómo convertir a un destino en un producto para así poderlo cuidar, conservar y “vender”, como se dice en la jerga. Para cerrar esta sección está un texto de Arturo Torres Landa que invita a viajar porque viajar sí es, en muchos sentidos, vivir. ¿Su propuesta?: aprovechar la pandemia para las travesías de proximidad. Baja California Sur, los Tuxtlas y la Sierra Gorda son opciones que cualquier viajero puede explorar. Porque, según todos los expertos, tendremos que aprender a viajar de nuevo, de maneras más sostenibles, mejores para todos. Y de eso hablamos aquí.
Ilustra Luisa Arellano. Les dejamos su sitio web para que puedan conocer más su magnífica obra.
Asociamos a las artes indígenas puramente con las artesanías, pero la labor artística de nuestros pueblos originales es algo vigente, intenso y vívido. Está en ebullición a últimas fechas en parte porque la estafeta ha cambiado de manos. Necesitamos revalorar lo que sucede en este terreno, verlo con ojos frescos y darle el lugar que merece en nuestra cultura.
Para esta edición, Heriberto Paredes viajó a la Meseta Purépecha de Michoacán, al corazón de Cherán, para encontrar la resistencia que presenta un grupo de jóvenes frente a la violencia, la inseguridad y el desdén. Es un texto esperanzador porque en ese grupo se está cocinando una manera de ver el mundo a través del arte, ¿qué más podemos pedir? Y de ver el arte va el texto de Iztel Vargas, quien ha prestado su mirada de curadora para que los demás podamos ver la elegancia y vigencia de las artes indígenas.
La investigadora Daiset Sarquis nos acerca a la producción indígena en relación a la ciencia ficción para imaginar otros mundos y, así, otros futuros lejos de la visión occidental. Y tenemos un poema mixe de Rosario Patricio Martínez: “Sólo el que sabe de la vida puede percibir tu belleza.”
Para ilustrar, Demián Flores ofrece una galería en la que podemos ver la evolución de un artista que comenzó en Juchitán, Oaxaca, trabajó en su primerísima juventud al lado de Francisco Toledo y ha descollado como un artista de primera línea. Su trabajo incluye su mundo y sus orígenes, pero tiene todos los rasgos del arte internacional y atemporal.
La península de Yucatán ha sido el paraíso turístico por excelencia en México, al menos desde los años 80 del siglo pasado. Su mar (el Caribe de arrecifes y manglares), su playa (de arena suave y blanca), su historia (de pirámides y casas solariegas), su gastronomía (de pibiles y pescados) han sido un imán casi imposible de resistir. Pero esto ha tenido un costo: la sobreexplotación de los recursos, el incremento de la actividad turística sin regulación y la falta de providencias para enfrentar el cambio climático han resultado en problemas ambientales serios. El paraíso está en crisis. De eso nos hablan Alejandra Manjarrez y Jorge Comensal, en un texto sobre la península y los cambios climáticos; Javier Arellano Verdejo y Hugo Enrique Lazcano Hernández, en un artículo sobre el sargazo y la ciencia ciudadana; y un grupo de investigadores de la Facultad de Ingeniería de la UNAM, encabezados por Paulos Salles Afonso de Almeida, presentan el abastecimiento de agua en la región.
México es Latinoamérica y Latinoamérica está arraigada en el colectivo imaginario, pero parece que nuestro país es un capítulo aparte en el continente. De eso trata nuestra Sociedad nueva de este mes.
En la segunda entrega de la serie “Nosotras hablamos”, Irma Gallo entrevistó a Socorro Venegas sobre el maravilloso proyecto Vindictas y su más reciente entrega: una antología titulada Vindictas. Cuentistas latinoamericanas (UNAM y Páginas de Espuma, 2020), que hace la pregunta obligada de si conocemos, en realidad, la mejor literatura del siglo pasado. Después de años y años de invisibilización de lo escrito por mujeres, la respuesta es un claro no.
Desde Cuba, tenemos un reportaje de Eileen Sosin Martínez acerca del dengue, una epidemia brutal que ha sido menos mediatizada que el virus y, por tanto, atendida con mayor precariedad. Además, presentamos un análisis de Agustín B. Ávila Casanueva de la microbiota vaginal de diversas mujeres que habitan en comunidades del Amazonas de Venezuela. Cerramos el paquete con una crónica de César Martínez Valenzuela sobrela sudamericanización de México y la relación (no tan lejana) de nuestro país con la nación Mapuche y la Wiphala.
¡Les (nos) deseamos un mejor año y, por favor, suscríbanse a nuestro newsletter! EP
DOPSA, S.A. DE C.V
