Poema: To-mar

Me estás mareando martillándome los oídos con tus ritmos marciales casi, o marcianos… Sorda, marca mi amargura marital: primero con María ¡y en marea alta! Luego con Moisés hasta te partiste, ahora con un cura Marista y con Marisol —y al mismo tiempo— ¡marrano! ¡No marches! Mármol amarillo y plano tu cuerpo, andas tendida, marmórea […]

Texto de 19/04/19

Me estás mareando martillándome los oídos con tus ritmos marciales casi, o marcianos… Sorda, marca mi amargura marital: primero con María ¡y en marea alta! Luego con Moisés hasta te partiste, ahora con un cura Marista y con Marisol —y al mismo tiempo— ¡marrano! ¡No marches! Mármol amarillo y plano tu cuerpo, andas tendida, marmórea […]

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Me estás mareando

martillándome los oídos con tus ritmos marciales casi, o marcianos…

Sorda, marca mi amargura marital:

primero con María ¡y en marea alta!

Luego con Moisés hasta te partiste,

ahora con un cura Marista y con Marisol

—y al mismo tiempo— ¡marrano!

¡No marches!

Mármol amarillo y plano tu cuerpo,

andas tendida,

marmórea tu espuma,

tú todo.

No sabes si ser masculino o femenina.

Ya ni yo sé tampoco, maricón.

(Y con tus lobos, arañas, tus zorras

y tus elefantes, estrellas y caballitos,

pareces cirquero, mariposa maromera)

Me marchitas:

amárrame con tu thalasso o me escapo

con otro, o sea no, que sea más pacífico que tú caribe

menos menor que tú,

menos muerto menos rojo y negro

menos de media tierra

menos caspioso,

que tenga más oro que tú plata.

O sea que no sea

marinado enano

ni enmarcado

como un lago

como tú

que eres un sí perpetuo en boca de los marineros gringos,

que eres como la madre de los capitanes franceses,

que eres, en tu casa, puro martirio:

estás arbolada (pareces parque

con piel de amaranto),

te pones gruesa,

pero de vez en cuando estás en bonanza,

estás en leche, sabrosa,

estás alta (ni modo que baja),

también estás en todas partes atrapada:

y cuando lloro tu amaromar, crece un tú de mis lágrimas.

¡Maravilla! te metes hasta en un pozo,

deshacerme de ti es como tapar el sol con un dedo

(¡si te me apareces hasta en la marmita! …y también en Marruecos y Marquelia).

Te picas

te quiebras

te rizas

te calmas

te abres

me tragas

me asfixias

me ahogas

me escupes

me hundes

me meces

me arrullas

me cargas

me impulsas

me mueves

me marcas los días.

¿Cómo te voy a dejar de amar? EP

DOPSA, S.A. DE C.V