Poema

para Felipe Garrido El olor del mezcalese dulce ácidoque nos invadecomo lava difícilmente contenidaen el pozo de cristal que la impulsay estalla en la faz del oxígenozarpas velocísimas que rozan el olfatocon la flor de su cataclismo Es un símbolode épocas oscurasen las que todo existíaconfundiéndose en marejadasde aquel magma indistintoel reino primitivo del sol […]

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para Felipe Garrido

El olor del mezcal
ese dulce ácido
que nos invade
como lava difícilmente contenida
en el pozo de cristal que la impulsa
y estalla en la faz del oxígeno
zarpas velocísimas que rozan el olfato
con la flor de su cataclismo

Es un símbolo
de épocas oscuras
en las que todo existía
confundiéndose en marejadas
de aquel magma indistinto
el reino primitivo del sol en ebullición

Es la contraseña
un recuerdo diluvial
la premonición de lindes que no atravesaremos
el salvaje ácido en el olfato
festines excesivos que no toleraríamos
un maná que no desciende beatífico
sino que rasga la tierra
desde las pozas minerales del planeta
paraíso ctónico anterior a nosotros

Es entonces que deslizamos
carne adentro de nuestras entrañas
el salobre meteorito subterráneo
que se impregna en la sangre pulsante
para mostrarle al corazón sediento
imágenes ciertamente incomprensibles
y torturantes
pero sin cuya visión
el desierto sería intolerable. ~

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ALBERTO PAREDES es profesor titular de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Ha sido colaborador de la revista Este País desde 2008. Sus libros más recientes son Las voces del relato (Cátedra, 2015), Y todo es lengua (Siglo XXI, 2016) y Rubén Darío: Retrato del poeta como joven cuentista (FCE, 2016).