El cielo de los peces gato

Poesía

Texto de 10/12/19

Poesía

Tiempo de lectura: 2 minutos

28/12/12. Crucé seis ríos y dos lagos.

Las mamuts enfilaban la tormenta

igual que los coches en el puente.

La radio transmitía la señal del 100.3 FM.

El Mississippi se me imponía

y el cielo de los peces gato se abría.


29/12/12. El reflejo del aceite en el agua

era calma y decadencia.

En el muelle, un veterano de Vietnam

besó mi mano.

Perdió las piernas en combate,

igual que el trompetista de St. Peters

en Irak.

Un gumbo también fue calma.


30/12/12. Mademba es de Senegal,

importa chácharas hindúes.

En St. Charles, le compré aretes por 5 dólares:

St. Charles era el paraíso de los alcohólicos,

el paraíso de los albañiles,

los migrantes

sin casa.


31/12/12. El acento de Alfredo Ga-lin-do,

el exbailarín cubano,

me pidió fuego en Bourbon.

Señorita, usted también baila, ¿cierto?

También habla español, ¿cierto?

Ah, México —suspiró—, yo vendí boletos de Metro

en México.

  Me gusta más México que esto…

  si estuviera con los amigos míos de Wyoming.

Su nostalgia era tan crónica como la de los poetas

de pre-pago en Calle Real.


Se coreaba ya el nuevo año.

Un hombre lobo disfrazaba su ácido

mientras compartíamos dedos de lagarto

y el cielo de los peces gato se abría.


2013. “The ass crack of dawn”, pensé.

El taxi llegó a las 5:30 a.m.

Jacobo, pequeño, me ayudó con la maleta.

Sintonizó la radio. Era día de noticias.

Los espectaculares de la avenida

anunciaban despachos especializados en divorcios.


¿De dónde es?, pregunté.

Nigeria, contestó a secas.

¿Le gusta Fela Kuti?, continué.

Su voz cambió.

¡Conoces a Kuti!

Cuando era niño estuve en un concierto

de Koola Lobitos. In-cre-í-ble.


Su mamá aún vive en Nigeria.

Él resiste el racismo

porque así es el sistema,

            así es, repitió.

La avenida profunda nos silenció

cuando el cielo de los peces gato se abrió.


Motion

Bien cantan que nadie va a Durango

y sólo con piedra arde la arena

que del Mapimí nunca pisamos,

pero contigo fui centella.

What can I hold you with?

Te dedico un Borges,

con el eco de Lee Konitz,

entre sábanas que dilaten nortes,

todo lo que no

de las carcajadas

y este salto al vacío. EP

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