Crónica de Luis Mendoza en la que narra un día con los jóvenes integrantes del partido político Futuro, encabezado por Pedro Kumamoto. (Parte 1)
Caminos a Futuro
Crónica de Luis Mendoza en la que narra un día con los jóvenes integrantes del partido político Futuro, encabezado por Pedro Kumamoto. (Parte 1)
Texto de Luis Mendoza Ovando 16/03/20
Durante el 2019 fuimos testigos de cómo el proceso para creación de nuevos partidos políticos llegó a los medios de comunicación. Particularmente, la iniciativa de Margarita Zavala y Felipe Calderón por crear México Libre y las Redes Sociales Progresistas de Elba Esther Gordillo han robado la atención.
Sin embargo, este tema no es sólo federal, a nivel local también se han dado esfuerzos por crear nuevas opciones de cara a las elecciones del 2021. Jalisco, en concreto, resguarda una de las iniciativas más interesantes: Futuro, el proyecto de partido político liderada por Pedro Kumamoto.
Durante
agosto del año pasado tuve la oportunidad de pasar varios días con el equipo de
Futuro y con el propio Pedro. Tengo que describir la experiencia en primera
persona porque yo fui en su momento parte de Wikipolítica[1]
y tengo un sesgo –no decido si a favor o en contra– que no puedo evitar cuando
trato de entender este nuevo intento de hacer política.
Confieso que tras acercarme al proyecto nunca creí que lo lograrían, nunca creí que alcanzarían las 84 asambleas en distintos municipios y las 15 389 afiliaciones que la ley les exigía. Medio año después de haber visto de cerca la construcción de Futuro, el 29 de enero celebraron su asamblea constitutiva, producto de 87 asambleas realizadas en distintos municipios del estado y con casi 18 524 personas afiliadas al partido. Pensar que esta victoria se debe únicamente al capital político de Kumamoto, cultivado desde que llegó al Congreso de Jalisco en 2015, sería negarse a ver el trabajo que hay detrás.
Futuro es una realidad porque su motor es un grupo de personas de mi edad, promedian los 25 años, y por eso sé que cargan con las contradicciones y sobresaltos de la juventud, que muchas veces no saben lo que hacen, que vienen en su mayoría de contextos de privilegio, que fueron los únicos que no vieron la locura en la que se metían y que si la vieron, la hicieron de todas formas. En suma, acarrean en el nombre del proyecto parte de su destino: el futuro es por definición incierto.
Mapas y rutas
Las “oficinas” de Futuro –por llamarlas de algún modo– se reducen a dos espacios dentro de una casa cerca de la Minerva que mutó a cowork. Un cuarto podría pasar por cualquier Starbucks de Zapopan: invade el ruido del tecleo concentrado y se funde con ecos de llamadas por teléfono. Platican, se distraen, se vuelven a concentrar y se repite el ciclo. Todo el proceso recuerda a la temporada de exámenes en la universidad. En el otro cuarto están las coordinaciones. Un mapa gigante de Jalisco se extiende sobre la pared en la que topa el escritorio de Daniel Íñiguez, coordinador de la estrategia de territorio.
Es un mapa dividido en municipios, en blanco y negro, y pareciera que le ha dado una enfermedad porque le brotan puntos verdes, rojos y amarillos. Daniel me explica que es la codificación de avance de las asambleas realizadas. Las verdes son las que ya ocurrieron o están próximas, las amarillas pendientes y las rojas son las que no se harán, principalmente por motivos de seguridad. Cerca de la recta final varios de los puntos rojos tendrían que ceder su color para poder llegar a la meta.
El Informador, uno de los periódicos locales más importantes en Jalisco, publicó que 2019 fue el año con más homicidios desde 1997. La tasa por cada 100 mil habitantes superó la media nacional por segundo año consecutivo.
Daniel me señala donde está Tenamaxtlán siguiendo con su dedo una ruta imaginaria entre Guadalajara y un municipio pequeño casi al centro del estado. Iré con Kuma –como lo dicen en sus equipos cercanos, desde la Wiki y ahora en Futuro– y otras tres personas a este lugar para buscar celebrar una asamblea. Íñiguez me insiste que no deberemos tardar más de dos horas y media en llegar al municipio.
Punto de partida
El proyecto de Futuro marcó el fin del nodo de Wikipolítica en Jalisco y, en cierta medida, de la red nacional de Wikipolítica. Durante las elecciones del 2018 había en activo nodos de la Wiki en Baja California Sur, Chihuahua, Nuevo León, San Luis Potosí, Estado de México, Ciudad de México, Yucatán, Quintana Roo, Jalisco y Michoacán. De estos, cuatro presentaron proyectos electorales que se agruparon bajo el slogan de #VamosAReemplazarles.
[Esto puede ir como nota al pie. Wikipolítica fue un esfuerzo realizado en varios estados de la república por participar en la política a través de candidaturas independientes a congresos locales y a nivel federal, pero también presentando iniciativas de ley y apoyando otros grupos activistas locales.]
Ninguna candidatura de la Wiki consiguió ganar, y a un año de las elecciones sólo sobrevivían los nodos de Michoacán, San Luis Potosí, Quintana Roo, Baja Sur y Chihuahua. Sólo este último conserva una presencia política relevante en su estado.
La mayor parte de los integrantes de Futuro nunca estuvieron en Wikipolítica o tuvieron un paso efímero por la organización. De los 13 candidatos que se presentaron en 2018, sólo cinco continuaron en Futuro. El resto regresó a la Sociedad Civil e incluso hubo alguno que se integró a otro partido político, como fue el caso de Rodrigo Cornejo que ahora está en MORENA.
En el cuarto de las coordinaciones, que también sirve como sala de juntas, platico con Cristóbal Álvarez y Clara Leal. Los dos estudian en el ITESO; él tiene 20 años y ella 22, él estudia Gestión Pública y ella Derecho. Ambos hablan con seguridad y agilidad y, quizás por las formas de operar de la juventud, son también algo atrabancados en sus respuestas.
“Yo era muy crítico en redes de Wikipolítica. No me gustaba cómo funcionaba. Era excesivamente asambleario, eran torpes, había dinámicas de grilla muy infantiles, bajo nivel de institucionalización”, me explica Cristóbal Álvarez sobre su experiencia en Wikipolítica.
Él supo del movimiento desde 2015, pero al no vivir en el distrito por el que contendía Kuma no le prestó demasiado interés. En 2018 se involucró con #VamosAReemplazarles y por interés personal y porque nadie más le quiso entrar, terminó coordinando el programa político de Futuro.
Clara viene de un involucramiento político más tradicional en términos de las clases medias que van a universidades privadas. Es vicepresidenta de la Sociedad de Alumnos del ITESO (grupo que también presidió Kumamoto en su paso por la Gestión Cultural), coordina el financiamiento de Futuro y fue pieza central en la elaboración del protocolo interno de género, asunto de vida o muerte para el proyecto del partido después de varias denuncias a miembros de Wikipolítica en el #MeToo.
“Nos encargaron esto a la chaviza. Si no estuviéramos las personas menores de 25 años, este esfuerzo no existiría”, me contesta Cristóbal cuando le pregunto qué se siente que un grupo de estudiantes tenga la responsabilidad de sacar adelante un partido político.
“No es que ahora haya jóvenes en la política, sino que estamos tratando de desafiar el rol del joven en la política”, y añade:
“Se nos ha dado la oportunidad de demostrar que somos capaces de resolver las cosas, aun cuando no hemos acabado la carrera, y lo hemos hecho. Hemos demostrado que podemos estar a la altura de cada circunstancia que se nos ha presentado” responde y no puede ocultar el orgullo –y algo de vanidad– en cada una de sus palabras.
Clara lo interrumpe. “Yo voy a diferir y a estar de acuerdo con Cristóbal”, dice con voz firme.
“Se puede dudar de nosotros. Yo también dudo de un montón de morros haciendo política, pero yo quiero que la gente nos cuestione tanto como a sus políticos, y nos exijan tanto como a sus políticos”. Después de su respuesta, insisto en por qué no continúa haciendo política desde el activismo.
“Si te soy honesta es muy entretenido el activismo, me gusta, te llena de un sentimiento de democracia. Es padrísimo estar en las calles gritando y exigiendo, pero los cambios son muy chiquitos y yo ya estoy hasta la verga de los cambios chiquitos”. Mientras habla no me despega los ojos y mantiene un tono contundente.
“Pero éste no es un partido más –y no son los sound bites– no somos partido de nadie y a mí me consta porque yo procuro el dinero. Lo hace más difícil, pero nos hace independientes. Seguimos siendo nuestros y seguimos decidiendo nosotras qué queremos hacer” finaliza.
Fijar destino
“Yo he entendido que en este tipo de movimientos el que una persona esté al frente y otra atrás haciendo cosas no significa que una chamba vale menos que la otra” me dice Mariana Hernández cuando le pregunto si alguna vez ha pensado que la pudieran estar usando para que otros ganen capital político.
A sus 24 años puede responder con conocimiento de causa. En el 2015 aplicó a una convocatoria para realizar sus prácticas profesionales en el Congreso junto con Pedro y su equipo en el área de comunicación. En el 2018 Mariana fue la responsable de llevar la relación con la prensa en la campaña de Kumamoto y dentro de Futuro coordina toda el área de comunicación.
“En los momentos más críticos siempre hay una persona está atrás. Que no seamos visibles no le resta valor a nuestro trabajo” me responde con un acento tapatío ineludible. Mariana no sólo es tapatía, es de Tonalá , uno de los municipios ubicados “del otro lado de la calzada”, donde abundan los problemas y escasea el interés gubernamental.
“Una de las cosas que más me emociona de este proyecto es que empiece a ser de otras personas. Yo tengo un concepto claro de eso porque me ha tocado ver lo que es vivir en un municipio alejado: nadie los quiere escuchar, nadie quiere hacer política por allá”.
Mariana comparte edad y liderazgo en la estructura de partido con María José Zazueta.
“Me dicen Macko”, me comenta y le pido que me ayude a escribir su apodo. Macko es de Sinaloa y estudia gestión cultural en el ITESO. Me cuenta que se unió a Futuro porque Pedro le dio una clase y en ese tiempo era –insiste en que ya no– toda una kumafan.
Macko es la Coordinadora Operativa de Futuro. Es la encargada de que las cosas pasen, de que haya trabajo de campo. En sus palabras “es una chinga”, pero a su edad tiene una claridad envidiable sobre qué la mueve:
“Somos adultos jóvenes que apenas están empezando este cotorreo de las deudas y de no poder pagar renta y aceptar que los sueldos son insuficientes y que no vamos a tener un retiro digno, una pensión. Estamos enfrentando que los servicios de salud son muchas [veces] insuficientes o de mala calidad y encima yo tengo que enfrentar como mujer que no puedo salir a la calle segura y muchas otras cosas más”, me cuenta y pienso que, si ella se siente así, qué le espera a las mujeres de su edad que no pueden ir a la universidad.
En la entrevista con Macko me acompañan Annie Martínez, de 21 años, y Jimena Cisneros de 23. Ellas también tomaron una clase con Pedro en el ITESO, eso las vinculó con Futuro, y apoyan a Macko con las tareas operativas. Me confiesan entre risas que las apodan “las chicas superpoderosas” y se echan a reír. En un proyecto así de joven –y un tanto ñoño, hay que admitirlo– hay una inocencia que no se puede disimular.
Cuando le pregunto a Annie, la más joven, cómo fue que se interesó en la política me cuenta que fue porque estando en el último año mataron a un compañero de su escuela en un asalto a mano armada y que además supo que la familia no pudo ni siquiera levantar una denuncia en forma porque había rumores de corrupción por parte de la policía.
“Fue mucho el darme cuenta de que cualquier cosa me podía pasar a mí. Debemos de tener incidencia política en la vida porque todo es político y si no me preocupo yo por lo que me rodea nadie más se va a preocupar”, añade Annie.
Vemos a Kumamoto salir con prisa por la puerta de la oficina con una caja de plástico en las manos donde se alcanzan a asomar folletos de Futuro, post-its y más materiales de papelería. Tengo que interrumpir en ese momento la entrevista porque Íñiguez nos dice a Macko y a mí que es momento de irnos, nos esperan poco más de dos horas de viaje para llegar a Tenamaxtlán. EP
[1] Wikipolítica fue un esfuerzo realizado en varios estados de la república por participar en la política a través de candidaturas independientes a congresos locales y a nivel federal, pero también presentando iniciativas de ley y apoyando otros grupos activistas locales.
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