Nos acostumbramos a hablar solo de películas de novedad y nos olvidamos de algunas otras que dejamos pasar sin preguntarnos si valen la pena. En este texto, Alberto Villaescusa recomienda algunas cintas que salieron en 2022 y que, por alguna razón, no fueron parte de la discusión en distintos medios.
Las películas que nos perdimos en 2022
Nos acostumbramos a hablar solo de películas de novedad y nos olvidamos de algunas otras que dejamos pasar sin preguntarnos si valen la pena. En este texto, Alberto Villaescusa recomienda algunas cintas que salieron en 2022 y que, por alguna razón, no fueron parte de la discusión en distintos medios.
Texto de Alberto Villaescusa 31/01/23
2022 trajo consigo una amplia oferta cinematográfica pero, como ocurre todos los años, algunas películas sonaron más que otras. Los dos blockbusters más grandes del año, Top Gun: Maverick y Avatar: El camino del agua nos recordaron que íconos del Hollywood de los ochentas como James Cameron y Tom Cruise todavía tienen su dedo en el pulso del público en general. Los festivales de cine nos dieron a los cinéfilos más aferrados mucho de qué hablar, así como fuertes candidatas para la presente temporada de premios. Triangle of Sadness de Ruben Östlund fue una controversial ganadora de la Palma de Oro, mientras que Tár de Todd Field, The Banshees of Inisherin de Martin McDonagh y The Whale de Darren Aronofsky seguramente se llevarán algún premio Óscar.
Pero en la abrumadora oferta de la cartelera comercial y los servicios de streaming siempre hay tantas otras que pasan desapercibidas, que por una u otra razón no reciben la atención que probablemente merecen. Con esto en mente, me aventuro a tratar de mencionar algunas películas que considero joyas ocultas de este 2022.
Quisiera hablar de dos películas que llegaron a Mubi, una plataforma de streaming que funge como una alternativa a los principales servicios y que destaca por su curaduría de cine clásico, internacional, pero también estrenos recientes de esa nebulosa categoría que llamamos “cine de arte”. El hoyo en la cerca de Joaquín del Paso es una película mexicana que llegó a cines antes de aparecer en Mubi. Se sitúa en un campamento para los estudiantes de un colegio católico y, a través de los varios juegos de sus jóvenes protagonistas, expone una ideología cruel que se cuece en las élites nacionales: cómo la unidad y obediencia a través de la religión se convierten en miedo hacia lo diferente que se manifiesta finalmente de forma violenta. Aunque no está inscrita precisamente en el género del terror, su tensa atmósfera la vuelve una digna recomendación para fanáticos del género que buscan algo diferente.
Aloners, la ópera prima de la directora surcoreana Hong Seong-eun es la historia de una joven que trabaja en un call-center, y que lleva una rutina solitaria que le impide conectar con otros, sean su padre, sus vecinos o una nueva compañera de trabajo a la que debe capacitar. Aunque no se trata explícitamente de la pandemia, Aloners toca temas cercanos a esta experiencia, fresca en la mente de muchos nosotros: la forma en que nos aislamos y venimos a mediar nuestras relaciones a través de la tecnología.
Por supuesto, también hay películas que llegaron a los servicios de streaming más conocidos y no recibieron la misma difusión que otros estrenos más llamativos. Es el caso de Petite Maman, disponible en Prime Video. Después de su trabajo más aclamado hasta la fecha, Retrato de una mujer en llamas, la directora francesa Céline Sciamma regresó con una película pequeña en escala y simpática en su premisa. En los juegos de dos niñas misteriosamente idénticas que se conocen en un bosque, Petite maman colecciona momentos tiernos y juguetones, capturados con la calidez y detalle que caracterizan a Sciamma. El efecto final es todo menos trivial, pues de manera oblicua igualmente toca temas como el duelo y retrata ese proceso mediante el cual venimos a entender a la madre como alguien que alguna vez fue como nosotros.
La relación entre madre e hija es también un tema importante en The Souvenir Part II, disponible en HBO Max. En la continuación de su película de 2019, la directora británica Joanna Hogg regresa al personaje de Julie Harte (Honor Swinton Byrne), una joven estudiante de cine emprendiendo la película que servirá como su tesis, al mismo tiempo que se sigue recuperando de la reciente muerte de su novio adicto. Como la reciente nominada al Óscar La peor persona del mundo, The Souvenir Part II es un retrato delicado y honesto (con divertidos guiños a la cuarta pared) de la crisis de los veintitantos, alternando entre las frustraciones románticas y profesionales de Julie, al mismo tiempo ofrece una mirada diferente a la figura del director de cine: ya no como visionario, sino como joven atribulada, cuya vida personal la lleva ocasionalmente a pasar por alto la abundancia de problemas prácticos que emergen en un set.
Disney+ no es un lugar donde uno espera encontrar cine propositivo, tanto en su forma como en su temática. Pero es aquí donde aparece el más reciente trabajo de la directora italiana Alice Rohrwacher (producido por Alfonso Cuarón). Ambientada en los días previos a la Navidad, el mediometraje Le pupille sigue a un grupo de niñas que viven en un internado católico en tiempos de guerra. A pesar de las difíciles circunstancias, el mediometraje abraza la rebelión y el juego en los pequeños actos que emergen en su rutina diaria, pero también a través del montaje y la música. Cuando mucho del entretenimiento infantil tiende a lo repetitivo y condescendiente, es refrescante encontrar una alternativa espontánea y llena de imaginación.
Pasando a películas que tuvieron un estreno limitado, ya sea en la Cineteca Nacional en la Ciudad de México, o en unas pocas salas alrededor del país, encontramos a Nona: Si me mojan yo los quemo de la realizadora chilena Camila José Donoso. Encontré su trabajo por primera vez en 2019, cuando tuve la oportunidad de participar en el taller de cine comunitario de Transfrontera. Ahí conocí la “transficción”, el concepto que ordena su obra y distintiva forma de mezclar realidad y ficción. Nona es protagonizada por la misma abuela de la directora, otrora miembro de la resistencia contra la dictadura de Pinochet. A través de múltiples tipos de imagen (video digital y película de super 8), el símbolo del fuego y un misterio, Nona resulta un inquietante retrato de un espíritu luchador que no se opaca con los años.
Competencia oficial puede tener estrellas de talla internacional como Antonio Banderas y Penélope Cruz, pero si se dirige a un nicho muy específico es definitivamente por el sentido del humor de sus directores, los argentinos Gastón Duprat y Mariano Cohn. En esta sátira de la industria del cine, un multimillonario preocupado por su legado se propone financiar lo que espera sea la mejor película de la historia, desatando los caprichos de una directora visionaria (Cruz), una estrella mundial (Banderas) y un actor prestigioso y pretencioso (Oscar Martínez). Sus chistes confunden más veces de las que dan risa, pero es un revelador retrato de lo que pasa cuando se juntan el dinero, los egos y la genuina inspiración.
Un humor inusual también caracteriza a Sobre lo infinito, la más reciente colección de viñetas que el director sueco Roy Andersson hace para explorar la condición humana. Cubriendo desde lo más mundano hasta lo fantástico, Andersson conserva sus características imágenes profundas e inmaculadas, nos confronta —con cierta distancia— a todas esas excentricidades de la experiencia humana, y nos invita a encontrar conexiones entre los contrastes más absurdos que pudiéramos imaginar.
El cine mexicano de este año se vio algo abrumado por la conversación alrededor de Bardo, falsa crónica de unas cuantas verdades. En su esperado regreso a su país natal el ganador del Óscar, Alejandro González Iñárritu, trató de decir algo sobre nuestra realidad e identidad pero, bien logrado o no, su película no fue la única que tocó temas como las raíces indígenas y el desplazamiento.
Es cierto que el cine mexicano continúa produciendo contenido de calidad y, no obstante, la distribución sigue siendo un problema. Las películas que menciono más adelante tuvieron un estreno limitado en cines nacionales. Y salvo una excepción, no se encuentran disponibles en plataformas digitales.
Fauna, la nueva película del mexico-canadiense Nicolás Pereda encuentra el sentido del humor de las interacciones diarias y juegos con la ficción partiendo de una premisa más o menos cómica: una pareja de actores que va a visitar a los padres de ella. A través de imágenes de un pueblo solitario y una historia dentro de su historia que sigue las bases de la novela negra, Fauna encuentra formas novedosas de contar cómo la violencia se ha colado en el imaginario mexicano.
Si bien Fauna tiene elementos documentales en su realización, la siguiente película encaja más claramente en esta categoría. Como espectadores, es razonable que estemos más acostumbrados al cine de ficción que al documental, pues este medio no suele recibir la misma difusión a menos que su tema sea particularmente llamativo. Al asociarse con lo didáctico y explicativo, también podemos pasar por alto la técnica involucrada en su realización. Es una lástima, pues los documentales nos dan muchas historias y experiencias, pero también otras formas de narrarlas.
Pobo ‘Tzu’, dirigido por Tania Ximena y Yollotl Gómez Alvarado, sigue a los habitantes de la comunidad del Nuevo Guayabal en el estado de Chiapas, indígenas zoque que regresan al sitio donde se establecieron originalmente, cubierto de ceniza 38 años antes por el volcán Chichonal. Con preciosa fotografía que inspira asombro ante la naturaleza y hace que los paisajes cobren vida, Pobo ‘Tzu’ es un asombroso y atmosférico acompañamiento a este ejercicio de reconstrucción y reivindicación del pasado.
La gentrificación y el desplazamiento inherente en ella no fueron problemáticas excluidas del cine. A pesar de llegar a cines varios años después de ser completada —tuve la oportunidad de verla en la edición de 2018 del Festival Internacional de Cine de Morelia, pero apenas tuvo su estreno formal en 2022—, Antes del olvido de Iria Gómez Concheiro capturó de manera anticipada ese espíritu de resistencia local. En esta película las vidas e interacciones de los residentes de una vecindad en el centro de la Ciudad de México se subliman en un espíritu de comunidad y acción. Aunque cada uno lleva su propia vida bien delineada por el guión, esas raíces comunes que crecen con el tiempo los llevan a unirse contra los caprichos de la autoridad y el dinero.
La discusión y difusión del cine mexicano tiende a concentrarse en aquel que se sitúa o se hace desde la Ciudad de México. Como bajacaliforniano preocupado por la centralización de la cultura, no sería congruente cerrar una discusión sobre cine pasado por alto sin hablar de la producción del estado que es mi hogar.
Aunque el director Sergio Flores Thorija es oriundo de la Ciudad de México, su retrato de la dinámica entre las ciudades de Tijuana y San Diego se siente específico y fresco. Sus dos historias siguen rumbos opuestos y el tema de la frontera es central: un joven materialista reconecta con su familia mexicana después de un fatídico fin de semana en Tijuana y una joven que deja todo para buscar a su hermano al norte de la frontera. Pero en su estilo contemplativo, la película captura también los detalles de la vida diaria de la región, así como la espontaneidad de su vernáculo.
En el documental Niña sola, el cineasta Javier Ávila retrata los feminicidios no resueltos en el norte de México a través del caso de una joven asesinada por la pareja sentimental de su madre. En su exposición y denuncia de la violencia y el incumplimiento de las autoridades, Niña sola resulta difícil de ver, aunque el director trasciende la manipulación y el amarillismo contrastando el doloroso testimonio de la madre, Arcelia Verduzco, imágenes de su vecindario, sugiriendo también que tragedias como ésta raras veces son solo personales y crean una sombra que pesa sobre su alrededor. Se puede acceder mediante renta digital en Filminlatino, YouTube, Prime Video y Apple TV.
Una de tantas varias películas en la que la pandemia es central, Agua Caliente sigue a Diego Hernández (director de la película) y a su madre Graciela durante este periodo de aislamiento e incertidumbre. A través de su ritmo pausado y sus juegos con la realidad y la ficción, en poco más de una hora construye un retrato de la relación entre madre e hijo que es todo menos sentimental. El cine de Hernández destaca sobre la mayoría de los retratos de Tijuana en que la violencia, el vicio y la frontera nunca están al frente y al centro. Meramente es un entorno para que vidas normales y como tantas se desenvuelvan. Pero el retrato de sus personas es tan atento que se sienten únicas.
Mi intención con esta lista no fue la de ser exhaustivo sino compartir aquellas de las que me gustaría haber escuchado más. El hábito cinéfilo se sostiene en parte por la conversación y espero con estas menciones, darles a estas películas un lugar en dicha conversación. EP
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