Gabinete de política exterior

El grupo México en el Mundo presenta una serie de textos que abordan la actual política exterior y el debilitamiento institucional.

Texto de 20/07/22

El grupo México en el Mundo presenta una serie de textos que abordan la actual política exterior y el debilitamiento institucional.

Tiempo de lectura: 4 minutos

Existen muchas maneras de formulación de una política exterior estratégica. Una de ellas es con la conformación de un gabinete de política exterior que favorezca el interés nacional y que considere diferentes temas, perspectivas, actores y agendas. Un gabinete de política exterior permite, además de obtener una buena coordinación, lograr una congruencia, como a continuación se señala. En la trayectoria de la política exterior mexicana se ha contado en diferentes momentos con esta figura. Dos de los más recientes fueron durante los sexenios del presidente Luis Echeverría Álvarez (1970-1976) y en el de Carlos Salinas de Gortari (1988-1994). Dos de los periodos en los que mayor presencia ha tenido México en el mundo.

Con un gabinete de política exterior, el señalamiento básico es el de obtener la congruencia entre política interna y política exterior. Se parte de la base de que lo esencial es contar con un proyecto de desarrollo, con un proyecto de nación. La dinámica de un gabinete facilita una política exterior al servicio de los intereses de México. Considera los intereses nacionales sin ignorar que deben tenerse en cuenta los intereses y puntos de vista de los países, de los organismos regionales o multinacionales, de los actores con los que se trata. Sin embargo, su eje central es el interés mexicano. Esta figura debe contar con tres elementos sustanciales: un secretariado ejecutivo, una agenda, y la coordinación y congruencia de la misma.

Secretariado ejecutivo

Para el buen funcionamiento del gabinete, el secretariado debe ubicarse en el nivel más alto de gobierno. Con el liderazgo de un representante de la oficina de la presidencia, en los momentos en los que el mismo presidente no pueda asistir, en coordinación con el secretario de Relaciones Exteriores. Son ellos quienes deben definir la dinámica de gabinete. Serán responsables de convocar reuniones temáticas con los funcionarios de otras dependencias que llevan la agenda de temas específicos como lo son los de seguridad, migración, ciencia y tecnología, energía y comercio, por mencionar algunos. En una primera instancia, es importante que en estas reuniones participen además, expertos de dichos temas con el fin de presentar contextos y fotografías completas de cada problemática. La toma de decisiones para cada caso variará. En algunas circunstancias podrá ser muy rápido pero otras requerirán de varias sesiones antes de proceder a las decisiones y acciones subsecuentes. Si el gabinete no se sitúa directamente en presidencia, difícilmente logrará su objetivo. Desde ahí se debe coordinar la relación con el exterior junto con la Cancillería, dada la diversidad de temas de la agenda.

Agenda

La agenda internacional de un país puede definirse de varias maneras, y de hecho vale la pena tener agendas organizadas a partir de diversos ejes. Los dos más claros para México serían: un enfoque geopolítico que examinara opciones, oportunidades y riesgos en los países con los que mantenemos una relación bilateral significativa por razones geográficas, históricas, económicas, y el otro sería tomar los grandes temas que preocupan a la comunidad internacional (aspectos políticos, económicos, ambientales, financieros y culturales), y, también ahí, buscar oportunidades, medir riesgos, detectar posibilidades de acción y de alianza con países de pensamiento afín al de México.

En el caso del eje geopolítico de la agenda externa, tendríamos dos perspectivas sustanciales: nuestra relación como país de Norteamérica y vinculado por el tratado de comercio que cuenta con un alcance mucho mayor que solo el comercial con nuestros vecinos del norte, ambos países desarrollados, y, por otra parte, el eje hacia el sur con América Latina y el Caribe, la región también de pertenencia tradicional de México. En el caso de los ejes temáticos, en los foros mundiales cuestiones como transición energética, cambio climático, migración y crimen organizado, tendrán una enorme importancia, pero también otras, como la reorganización del sistema global una vez terminada la guerra de Rusia en Ucrania, nuestra participación en organismos multilaterales y, posiblemente, la búsqueda y la creación de nuevas instituciones que respondan a los nuevos problemas o a los nuevos desafíos. Cuando se participe en grupos ad hoc hay que garantizar su legitimidad, su institucionalidad y su representatividad formal. Sería conveniente para México tener clara su agenda definida en dos o más ejes, con el fin de que las opciones se diversifiquen para responder a los acontecimientos y a la actual incertidumbre del sistema internacional.

Coordinación y congruencia en la agenda de política exterior

Tan importante el elemento de congruencia como el elemento coordinación en la formulación de política exterior. Congruencia en el sentido de que lo que realmente daña los intereses nacionales es que, la multiplicidad de actores que intervienen en cuestiones de actividad y presencia internacional del país persigan objetivos encontrados, divergentes, y que, como resultado, no puedan alcanzarse y sean opuestos para la forma en que el país es visto en el exterior y para las posibilidades de cooperación. 

En los diversos niveles de la administración, los tres niveles de gobierno (ejecutivo, legislativo y judicial), en el ámbito de los gobiernos locales y, por supuesto, en las empresas privadas, existe la necesidad creciente de participar en cuestiones internacionales. Con una coordinación básica y un máximo de congruencia en la orientación, el que haya una multiplicidad de actores deja de ser grave, al contrario, puede ser un factor positivo. 

Existe en la legislación mexicana el instrumento para conseguirlo, el programa sectorial de política exterior (entrevista de Susana Chacón a Jorge Eduardo Navarrete en Foreign Policy, edición mexicana, marzo 2012) que debe elaborarse en consonancia con programas sectoriales de otras áreas de la actividad gubernamental, particularmente en el área económica, en el área financiera y en el área cultural, tres de las esenciales, y dentro del Plan Nacional de Desarrollo. Además, un gabinete de política exterior podría ser una de las respuestas para facilitar la congruencia. Esta es una figura que se da en muchas partes del mundo. Sería esencial que se rescatara en México en el mediano y largo plazos. EP

Documento completo: Política exterior y debilitamiento institucional

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