
El primer paso para erradicar la violencia sexual es comenzar por visibilizarla. Helga Jáuregui y Monserrat López, de Impunidad Cero, presentan algunos datos que reflejan el panorama en México.
El primer paso para erradicar la violencia sexual es comenzar por visibilizarla. Helga Jáuregui y Monserrat López, de Impunidad Cero, presentan algunos datos que reflejan el panorama en México.
Texto de Monserrat López and Helga Jauregui 06/06/22
El primer paso para erradicar la violencia sexual es comenzar por visibilizarla. Helga Jáuregui y Monserrat López, de Impunidad Cero, presentan algunos datos que reflejan el panorama en México.
En México, 4 de cada 10 mujeres han vivido violencia sexual a lo largo de su vida.1 La violencia sexual se refiere a cualquier acto sexual cometido sin el consentimiento de la persona y afecta principalmente a mujeres, niñas, niños y adolescentes. Existen diferentes tipos de violencia sexual que van desde el acoso verbal, hasta la penetración sin consentimiento. Dependiendo del caso, este tipo de agresiones puede causar en las víctimas daños físicos y psicológicos, como la sensación de vergüenza, miedo, temor a ser culpadas o revictimizadas, lo puede llevarlas a no sentirse con la confianza de platicar con alguien lo sucedido, acudir a una consulta médica o denunciar al ministerio público. Esto incide en que la violencia sexual sea perpetrada en silencio. Por esta razón, buscamos darle luz a esta violencia con las fuentes de información disponibles en el país.
Para visibilizar la violencia sexual con datos contamos con tres fuentes principales: la información sobre las carpetas de investigación iniciadas que reporta el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), las encuestas de victimización publicadas por el INEGI y los datos de la Secretaría de Salud del subsistema de lesiones y causas de la violencia. Estas piezas de información en conjunto pueden ayudar a alumbrar las características de la violencia, sus víctimas y perpetradores.
Delitos sexuales registrados en la carpetas de investigación
El SESNSP publica mes con mes información sobre delitos y víctimas registradas en las carpetas de investigación iniciadas por las procuradurías y fiscalías estatales. La base de datos de víctimas2 permite conocer características de las personas afectadas, como su sexo o rango de edad, pero no desagrega los delitos sexuales. La base de datos de delitos sí lo hace, pero no desagrega por características de las víctimas ni de los delitos.
De acuerdo con la base de delitos registrados en las carpetas de investigación,3 los delitos contra la libertad y la seguridad sexual se han más que duplicado en los últimos años, con un aumento de 121% de 2015 a 2021. Durante 2021, los delitos sexuales más registrados fueron el abuso sexual (40%), violación (30%),4 acoso sexual (10%) y hostigamiento sexual (3%).
Llama la atención el incremento en los delitos sexuales registrados, ya que muchos de ellos no se denuncian. De acuerdo con la ENVIPE,5 durante 2020 ocurrieron 1,620,486 delitos sexuales a nivel nacional.6 Sin embargo, durante este mismo año, las fiscalías registraron 54,308 delitos contra la libertad y la integridad personal, lo que significa que la cifra negra fue de 96.6% para estos delitos.
Aunque en general los delitos sexuales cuentan con niveles altos de no denuncia, podemos observar diferencias por tipo de delito. Para 2020, los delitos por violación fueron el segundo tipo de delito con menor cifra negra, con un 78%.7 Sin embargo, otros delitos sexuales como hostigamiento y agresión sexual son de los delitos que menos se denuncian, con cifra negra de 96.8%.
A diferencia de las bases publicadas por el SESNSP, los registros de atenciones por violencia y/o lesión de la Secretaría de Salud8 nos permiten conocer con mayor detalle el fenómeno de la violencia sexual.9 Gracias a que incluyen un apartado de variables sociodemográficas podemos identificar las características de las personas agredidas, así como variables que ofrecen contexto sobre la ocurrencia del evento y que tienen el potencial de guiarnos hacia un mayor entendimiento de este tipo de violencia. La información, de cobertura nacional, proviene de unidades médicas de primer, segundo y tercer nivel de atención y es recabada directamente por el personal médico tratante.
Con estos datos podemos observar que la mayoría de las víctimas de violencia sexual son mujeres. Durante 2020, la secretaría de salud registró 11,885 atenciones por lesiones asociadas a violencia sexual,10 de las cuales 95% corresponden a casos donde la paciente fue mujer.
Además, a pesar de que las mujeres experimentan este tipo de violencia en mayor medida, en general niñas, niños y adolescentes son los que más atención médica han recibido por violencia sexual. En el caso de los hombres, la mitad de los pacientes atendidos eran niños entre 1 y 12 años y entre las mujeres, 12.5% de los casos corresponden a niñas y, el 40% a adolescentes.
Los registros por lesiones también reflejan que la violencia sexual se perpetúa principalmente en los hogares, ya que 76% de las mujeres y 62.5% de los hombres fueron atacados dentro de su vivienda. Además, en la mayoría de los casos se registró a una sola persona agresora (88.7%).
Por su parte, existe otra cifra negra en los casos que conocen las instituciones de salud. Hablamos de otra cifra negra, porque los estigmas asociados a la violencia sexual y las condiciones de vulnerabilidad económica y social pueden influir en el acceso a servicios de salud, lo cual limita el alcance de la información disponible. Aunado a esto, no todos las atenciones registradas son derivadas al Ministerio Público.
La NOM-046-SSA2-2005 es una norma de observancia obligatoria para las instituciones de salud, y establece los criterios a observar en la prevención, detección y atención médica proporcionada a las personas que experimentan violencia familiar o sexual.11 Esta norma establece que en los casos donde las lesiones sean presuntamente vinculadas a la violencia familiar o sexual, el personal de salud deberá dar aviso al Ministerio Público para que se inicie una carpeta de investigación. Sin embargo, durante 2020 únicamente en la mitad de los casos (55.2%) se dio aviso al Ministerio Público.
El primer paso para erradicar la violencia sexual es comenzar por visibilizarla. De forma aislada, las bases de datos disponibles sobre violencia no cuentan la historia completa sobre su incidencia, los contextos en los que sucede y las características de las víctimas. Sin embargo, si se utilizan de forma complementaria, es posible armar el rompecabezas y conocer información relevante para entender y atender la violencia sexual.
Gracias a los datos es posible conocer que las mujeres, niñas, niños y adolescentes son las personas más afectadas por este tipo de violencia, y que en su mayoría, la violencia sexual se comete en los propios hogares de las víctimas, por una misma persona. También podemos observar que las instituciones de salud no están cumpliendo ni aplicando debidamente la NOM-46 respecto a dar aviso al Ministerio Público en los casos de violencia sexual que conocen, ya que solo en la mitad de los casos dieron aviso al MP. Además, los delitos sexuales se reportan de forma distinta, ya que las violaciones tienen una mayor probabilidad de ser denunciadas. Esto puede estar asociado a los daños físicos que pueden enfrentar las víctimas de este delito.
Es urgente visibilizar la violencia sexual para exigir una mejor atención por las instituciones encargadas de prevenir y atender este tipo de violencia. Es necesario que tanto las instancias de salud como de procuración de justicia, cuenten con información y protocolos diferenciados para atender este tipo de casos, proteger a las víctimas, evitar la revictimización y procurar que los casos no se mantengan en silencio y en completa impunidad. EP