
A través de un glosario, Ytzel Maya ensaya alrededor de la situación que se vive en las cárceles de México.
A través de un glosario, Ytzel Maya ensaya alrededor de la situación que se vive en las cárceles de México.
Texto de Ytzel Maya 28/04/22
A través de un glosario, Ytzel Maya ensaya alrededor de la situación que se vive en las cárceles de México.
En México se encuentran aproximadamente 220 mil 500 personas privadas de su libertad. El 94.1% son hombres y el 5.6% son mujeres (ENPOL, 2021). Las cárceles como castigo no son una idea o una concepción de los seres humanos más modernos. La cárcel nació como un castigo. Intentar hacer un recuento de la historia de las cárceles en la humanidad parecería un acto quizá de osadía o de ociosidad. La cárcel nació como un castigo porque la idea de castigo implica restricción, imposición, penalización, erradicación. Y el castigo nació con la conciencia del “mal” en la sociedad.
amnistía
Perdón (véase perdón) o extinción de las acciones penales o de las sanciones impuestas por ciertos delitos, concedidos por el Estado. Se establece mediante una ley, lo que implica una legislación en torno a ella. Una iniciativa legislativa del perdón. El Perdón del Estado. Yo, Estado, te perdono. En México, la ley de amnistía a nivel federal entró en vigor el 23 de abril de 2020. Su objetivo era liberar a personas privadas de su libertad injustamente y desahogar el sistema penitenciario. La ley contempla liberar a personas que hayan sido sentenciadas por delitos como el aborto, el robo menor o la posesión de drogas. A un año de entrar en vigor, sólo habían sido liberadas cinco personas.
asistencialismo
Superficialidad. No todo lo superficial es “malo” (véase mal). Ayuda temporal. Momentánea. Necesaria en determinadas situaciones. Sobre todo, una actitud política (y social y partidista, híjole) que pretende solucionar problemas de la superficie sin escarbar ni ahondar en la estructura. Nado en aguas abiertas. Una reflexión: el buceo.
“Ningún ser humano está exento de recibir un castigo.”
castigo
Imponer un castigo a quien haya cometido una falta. U obligar a una persona a hacer cierta cosa fatigosa por haber tenido un mal comportamiento. Estas son las definiciones del verbo castigar, de acuerdo con la primera acepción que arroja una búsqueda rápida en Google. El castigo, ante la reflexión misma del concepto, implica conciencia. Un alguien debe tomar conciencia de que otro alguien hizo algo “mal” y ese otro alguien merece un castigo. Castigar deviene observación, vigilancia constante. Tú, otro, te equivocaste. Yo, otro, te observé. Ningún ser humano está exento de recibir un castigo.
cárcel
Castigo. Pena. Privación de libertad. Lugar donde se concentra a personas sentenciadas y procesadas por algún delito que lo amerita. Esto último no siempre es verdad. Nada amerita un trato cruel e inhumano. En México se privilegia la tortura. Esto último sí es verdad. Algunas cifras: la mitad de las personas que actualmente están privadas de su libertad sufrieron tortura o fueron agredidas durante su detención; tres de cada diez fueron golpeadas; una de cada diez fue electrocutada (ENPOL, 2021).
cárcel de mujeres
Cuando se habla sobre el sistema penitenciario en los feminismos suele decirse que las cárceles no están hechas para las mujeres porque fueron pensadas para los hombres. Esto no es cierto. Las cárceles no fueron pensadas ni para las mujeres ni para los hombres. Las cárceles no están hechas para las personas. Nunca se pensaron así. Morelos es la entidad federativa que proporcionalmente concentra más mujeres (el 23.1% de la población privada de su libertad en esta entidad son mujeres). Tres de cada 10 mujeres sufrieron acoso sexual o algún intento de violación durante su detención. El 4.8% de las mujeres que se encuentran actualmente privadas de su libertad fueron violadas sexualmente (ENPOL, 2021).
delito
Acto u omisión que castigan las leyes penales. Aquellos que se encuentran definidos y delimitados en los códigos penales. En México tenemos un Código Penal Federal y cada entidad federativa tiene también su propio código penal local. La reforma en 2008 al sistema penal pretendía cambiar la forma de hacer e impartir justicia. Uno de los principales objetivos de la reforma era mitigar la impunidad que implicaba el encarcelamiento injusto. Esto, hasta la fecha, no ha mostrado cambios significativos. El 43.4% de las personas privadas de su libertad afirman que fueron implicadas en el delito por el que se les acusa (ENPOL, 2021).
delitos cometidos por mujeres
A las mujeres se les acusa de delitos diferentes que a los hombres. A las mujeres se les sentencia más por delitos relacionados con delincuencia organizada que a los hombres. De las mujeres privadas de su libertad por delitos que conforman la “delincuencia organizada”, el 11.3% están sentenciadas por trata de personas. Sólo el 4.2% de los hombres están sentenciados por este delito (ENPOL, 2021). Algo tiene que ver el género: lo relacionado con el cuidado, el rol de las mujeres en la delincuencia organizada. En su mayoría, son sentenciadas por ser “la amante de”, “la esposa de”, “la hermana de”, “la hija de”. Mujeres siempre con preposiciones por delante, nunca con nombres propios.
“¿Cómo se demuestra la inocencia frente a un Estado que insiste en la criminalización, el aumento de las penas y engrosamiento de los códigos penales?”
inocencia
Sin culpa. Sin pecado. Sin maldad (véase mal). El 10.1% de los hombres privados de su libertad afirma que está en reclusión porque no ha podido demostrar su inocencia. El 15.5% de las mujeres privadas de su libertad no ha podido demostrar su inocencia. El 43.4% de los hombres privados de su libertad aseguran que fueron implicados en la comisión del delito. El 57.2% de las mujeres aseguran haber sido implicadas en la comisión de un delito (ENPOL, 2021). Más de la mitad de las mujeres privadas de su libertad están recluidas injustamente (véase amnistía). ¿Cómo se demuestra la inocencia frente a un Estado que insiste en la criminalización, el aumento de las penas y engrosamiento de los códigos penales? Pareciera un eterno sin retorno. Creemos demasiado en la cárcel. Le apostamos muchísimo al sistema penal. Ningún ser humano está exento de recibir un castigo (véase castigo).
libertad
Estado o condición de la persona que es libre, que no está en la cárcel ni sometida a la voluntad de otro, ni está constreñida por una obligación, deber o disciplina. Para que una persona sea libre no debe estar en la cárcel. ¿Qué es estar sometidx a la voluntad de otrx sino vivir sobre/ante/a pesar de un Estado punitivo (un Estado sin entrañas, diría Cristina Rivera Garza)? Para pensar a futuro (si es que existe algo como tal): sentencias que no involucren la privación de la libertad, la justicia restaurativa, las alternativas al castigo, la abolición de las cárceles.
mal
Lo no-correcto. Lo no-adecuado. Lo no-esperado-para-alguien-que-vive-en-una-sociedad. Pero también: lo incompleto, lo insatisfactorio, lo imperfecto. El mal es la rebaba de las personas, resquicios adányevanescos. Alcanzar el bien parece lejanísimo. Permanecer del lado del bien parece, incluso, imposible.
pena
Sentimiento de honda tristeza. La pena fluye de una a otra persona. Se intercambia de una manera en la que puede compartirse al mismo tiempo. Un sentimiento de vasos comunicantes. Pero también: castigo (véase castigo) impuesto conforme a la ley por los jueces o tribunales a los responsables de un delito o falta. Además: dolor, tormento o sentimiento corporal. Un sentimiento del cuerpo. La pena se siente en el cuerpo. Impacta en los cuerpos. La pena es un afecto. Al cuerpo lo hienden las emociones que le afectan en el mundo. Estas profundas afectaciones son una intensificación del cuerpo.
perdón
Remitir, erradicar, quitar la pena (véase pena), el delito (véase delito) o el castigo (véase castigo). Más que perdón, deberíamos hablar de restauración. El perdón implica redención, verticalidad. El perdón viene de arriba hacia abajo. La restauración es horizontal. Implica el reconocimiento del otro ante la falla.
reinserción
Adaptar, volver a insertar. La reinserción conlleva un regreso. Pero esto último es mentira. En palabras de las personas privadas de la libertad con las que he trabajado: “nosotras nunca nos hemos ido, nosotras siempre hemos estado aquí”. No hay reinserción ni posibilidad de reinserción porque las personas siempre forman parte de la sociedad, nunca “se van”. Aquí están. El Estado las relega a la nada. Aproximadamente, sólo la mitad de las personas considera que al salir de reclusión podrá encontrar algún trabajo. Tres de cada diez considera que podrá reencontrarse con sus amigues, “reintegrarse” a su familia o continuar estudiando (ENPOL, 2021). Personas-marginalia.
“La vida dentro de un centro penitenciario no es vida”.
suicidio
El horror. La desolación. La desesperanza. Horror de Estado. Desolación de Estado. Desesperanza de Estado. El 11.8% de las personas privadas de su libertad en México han pensado en quitarse la vida. La vida dentro de un centro penitenciario no es vida.
intento de suicidio
Una cifra más alarmante: el 34.3% de las personas privadas de su libertad en México ha intentado quitarse la vida. Las cifras a nivel estatal son, incluso, más desoladoras. Poco más de las personas privadas de su libertad en Yucatán ha intentado quitarse la vida, seguidas de entidades como Colima (el 49% lo ha intentado), Hidalgo (el 47.9% lo ha intentado) y Michoacán (el 44.7% lo ha intentado) (ENPOL, 2021). Las cárceles no están hechas para las personas. EP