Algunos miembros del Centro Tepoztlán Víctor L. Urquidi comparte aspectos sustanciales en los posibles escenarios de las políticas públicas en la Agenda 2023 que le esperan a México.
Texto de Centro Tepoztlán Víctor L. Urquidi 09/01/23
Algunos miembros del Centro Tepoztlán Víctor L. Urquidi comparte aspectos sustanciales en los posibles escenarios de las políticas públicas en la Agenda 2023 que le esperan a México.
En este documento participaron algunos miembros del Consejo Directivo del CTVLU: Susana Chacón, presidente; Claudia Schatan, secretaria; Sheila Breen Ann Urquidi, Fundadora; los vocales: Fernando Cortés, Guillermo Knochenhauer, Manuel Ordorica, Olga Pellicer, Rosa María Rubalcaba, Francisco Suárez Dávila. También Julio Madrazo, amigo del Centro.
El Centro Tepoztlán Víctor L. Urquidi (CTVLU), fundado en 1980, cumplió 42 años. Fue fundado por un destacado grupo de personalidades mexicanas y extranjeras, interesadas e involucradas no solo en la actualidad de sus países, sino en los aspectos fundamentales del mundo. Su primer presidente fue Víctor L. Urquidi, notable economista e intelectual; Eduardo Terrazas, destacado arquitecto y artista, fue el primer director ejecutivo. El Centro cuenta con instalaciones en Tepoztlán, Morelos, lugar donde sus 80 asociados se reúnen para las Reuniones-Diálogo.
Actualmente, es un espacio propicio para el análisis, la reflexión y la discusión multidisciplinarias, relativas a nuestra sociedad, su vida política, económica, social y nuestras relaciones con el exterior, a partir de la problemática actual y con propuestas con visión y perspectiva estratégica de mediano y largo plazo.
En 2022, bajo el presidio del Embajador Miguel Basáñez, sus Reuniones-Diálogos fueron con un formato híbrido, en forma presencial y virtual. Algunos de los temas discutidos fueron la salud mental en México y en el mundo; la crisis alimentaria; México: los obstáculos al desarrollo; las elecciones en EUA y sus implicaciones para México, entre muchas otros temas.
El Centro Tepoztlán como asociación civil considera que una de las cualidades fundamentales para fortalecer una democracia es una sociedad civil informada e involucrada en las cuestiones centrales de su país y del mundo. Eso ha sido durante cuatro décadas, el desafío del Centro y el desafío que la asociación va a seguir persiguiendo en el 2023, ahora bajo la presidencia de la doctora Susana Chacón.
A continuación, señalamos algunos aspectos que consideramos sustanciales para la Agenda 2023, aunque sin duda son muchos más temas y nuestros intereses. Por razones de espacio, les compartimos los más importantes.
—Sheila Breen Ann Urquidi y Susana Chacón
Durante 2022 se fueron sumando problemas en la economía global, como los relativos al bajo suministro de insumos que ralentizaron cadenas de producción, el encarecimiento de hidrocarburos y de alimentos, la explosiva deuda de los países pobres y las sequías que por efecto del cambio climático abarcaron mayores extensiones del planeta, entre ellas el norte de México.
No hay unanimidad entre los expertos acerca de cuál es el escenario 2023 más probable; si se agudizarán los problemas y provoquen una gran crisis —productiva y/o financiera y social— o si se atenuarán y la economía global podrá recuperarse poco a poco.
Dependerá de la evolución de situaciones como la guerra en Ucrania, que afecta la disponibilidad de energéticos de Europa; dependerá también de la reactivación de China, origen de insumos para múltiples cadenas de actividad globales, y de las tensiones entre China y Estados Unidos debido a que Washington trata de bloquear los avances de Beijing en semiconductores y otros campos tecnológicos.
En el ámbito financiero también hay grandes riesgos, asociados a deudas públicas y particulares en todo el mundo que limitan las acciones posibles de los gobiernos, sobre todo de los países pobres; es significativo el señalamiento del Banco Mundial en el sentido de que, desde 2000 a la fecha, los países más pobres han estado destinando la mayor parte de sus ingresos por exportaciones al servicio de su deuda con los países ricos.
El control de la inflación a partir del alza de las tasas de interés que operan los bancos centrales está en duda, porque el alza de precios experimentada se debe más a problemas en el lado de la oferta que a excesos en la demanda y las altas tasas de interés frenan las inversiones que contribuirían a resolver carencias de abasto. A la vez, empeoran los problemas de la deuda que debilitan a todo el sistema financiero.
El derrotero que siga la economía tendrá repercusiones sociales y políticas, considerando que el predominio del capitalismo financiero sobre el productivo y las políticas neoliberales han acentuado desigualdades e injusticias que tienen francamente enojadas numerosas poblaciones en el mundo.
Como escribió recientemente Anat Admati (Project Syndicate 15/12/2022) “El capitalismo financiarizado ha socavado, abrumado y corrompido a los gobiernos democráticos […] y bloqueado reformas […] A menos que diagnostiquemos los problemas correctamente y arreglemos las reglas del juego, nuestro mundo estará en peligro”.
La corrupción neoliberal de los gobiernos —al dejarlos con mínimo margen de acción social— es el mayor de los problemas políticos, al incapacitar a los Estados para responder —inclusive en los países de ingresos altos y medios— a las quejas sociales que provocan las desigualdades y la injusticia.
Todo apunta a que mientras las reglas del juego no cambien —y no se están negociando nuevas—, que permitan ampliar los márgenes de acción de los Estados en favor de una mayor igualdad al interior de los países y de una mayor cooperación internacional ante los desafíos comunes, la economía global, la solución ordenada de conflictos internacionales y la estabilidad social en muchos países estarán en peligro y seguirán dando lugar a la polarización de ideologías y al avance de modelos antidemocráticos.
—Guillermo Knochenhauer
“La corrupción neoliberal de los gobiernos es el mayor de los problemas políticos, al incapacitar a los Estados para responder a las quejas sociales que provocan las desigualdades y la injusticia”.
Con perspectivas poco alentadoras de crecimiento económico en México y en el mundo, en 2023 el país necesitará aprovechar las oportunidades que le brinden la recomposición y reestructuración de las cadenas de valor (CGV) a nivel internacional para impulsar su industria manufacturera. México se ha convertido en un lugar especialmente atractivo para la relocalización de empresas (nearshoring) que quieran evitar la gran longitud de las cadenas de valor prepandemia conectadas con Estados Unidos que se desarticularon desde entonces y han experimentado desabasto, aumento de costos de transporte, embotellamientos en puertos, entre otros problemas. Si a ello se agrega la guerra comercial entre Estados Unidos y China, los mayores requerimientos de valor regional de los productos comerciados en el T-MEC, especialmente en el sector automotriz, las perspectivas de expansión del sector manufacturero mexicano que se inserta en las CGV son alentadoras.
Sin embargo, para que México realmente pueda aprovechar estas oportunidades, necesita contar con un paquete de políticas públicas idóneas. En primer término, éste debe incluir una política energética que concuerde con las reglas del T-MEC, así como con las necesidades de las nuevas inversiones manufactureras. Se necesitará suficiente provisión de energía eléctrica, y dentro de ella la generación de energía renovable. Las perspectivas para 2023 son inciertas pues las posturas de México y Estados pueden no conciliarse y, por tanto, formarse un panel de controversias dentro del T-MEC; o bien, puede llegarse a un acuerdo amistoso entre Estados Unidos y México respecto de este problema.
Al mismo tiempo, se necesitan políticas adicionales indispensables para un desempeño exitoso del sector manufacturero y la atracción de inversiones a ese sector, en especial la conectividad. La nueva industria, o la industria que se reconvierta de acuerdo con las nuevas reglas del T-MEC o en concordancia con sus propios planes de innovación, requerirá de un uso creciente de conectividad más avanzada, como de redes celulares 5G. A pesar de que al menos dos empresas de telecomunicaciones ofrecen esta tecnología, indispensable para las industrias más modernas, no se ha generado la infraestructura necesaria para que la industria 4.0 pueda operar plenamente. El avance de las redes 5G es lento en México. Desde 2021, se planeaba subastar espectro 5G (licitación IFT-12), pero se ha postergado hasta principios de 2023. Este año debería, entonces, llevarse a cabo dicha licitación, pero aun así, como ha sucedido con anterioridad, puede haber una limitada adquisición del nuevo espectro por parte de las empresas debido a su alto costo.
—Claudia Schatan
La situación económica de México ha sido frágil durante este gobierno, en parte debido a los serios efectos provenientes del exterior, pero también agravados por errores propios de política económica.
El gobierno propuso antes de la pandemia de 2019 crecer al 4%, resultó 0.2%; luego, tuvo una de las mayores caídas mundiales, -8% por una de las más débiles políticas de compensación. Ha habido una modesta recuperación en 2022 (2.5%), pero con la probable recesión de EUA, se estima que México crecerá solo entre “0” y 1% en 2023. Así habría un sexenio perdido sin crecimiento y caída en el ingreso por habitante. Además, se alcanzó una inflación histórica de 8%, especialmente en alimentos.
Una de las razones para el “estancamiento” es la inversión total a sus niveles históricos más bajos. Además, la mayor parte de la inversión pública se canaliza a los llamados “proyectos emblemáticos”, con serios cuestionamientos de muchos expertos: Dos Bocas, un tonel sin fondo, “el invento mexicano” de una “refinería subacuática”, que nacerá obsoleta, cuando coches eléctricos sustituyan a los de gasolina. El Aeropuerto Felipe Ángeles, por las limitaciones orográficas del valle de México, no podrá agregar muchos vuelos al de la Ciudad de México, solo puede sustituirlos, sin resolver la saturación imperante, además de la mala conectividad terrestre. Sobre el Tren Maya no queda clara su rentabilidad social frente a su alto costo, ¡sí la destrucción del medio ambiente! El corredor transístmico, anhelo histórico, podría ser el proyecto del sexenio, ¡va muy atrasado!
Lo más rescatable es la estabilidad financiera, lograda con un “peso fuerte”, altas tasas de interés, finanzas públicas sanas, ¡paradójicamente, resultado de la aplicación de las más férreas políticas neoliberales, tan criticadas!1
—Francisco Suárez Dávila
El próximo año será particularmente difícil al estar presentes problemas internacionales de grandes dimensiones y escasas posibilidades para México de participar en su solución.
En el plano internacional, los problemas más graves son las consecuencias del calentamiento global, cada vez más aterradoras y, al mismo tiempo, menos susceptibles de provocar la acción coordinada de los gobiernos del mundo para hacerles frente.
Las sequías, inundaciones, huracanes, incendios, pérdida de biodiversidad, desaparición de islas y tierras bajas ya es una realidad. Como evidenció la COP27 celebrada en noviembre de 2022 en Egipto, el compromiso de los gobiernos para una acción internacional conjunta es muy limitado. Como diagnostican grupos de expertos sobre cambio climático, pronto será imposible revertir el proceso de degradación del medio ambiente, situación a la que nos acercamos aceleradamente.
Con tal peligro en el horizonte, la guerra en Ucrania es el acontecimiento de consecuencias más graves, tanto por la disrupción económica y política que provoca, como por el riesgo de un enfrentamiento nuclear; imposible olvidar que Rusia tiene el segundo arsenal más grande de armas nucleares después de Estados Unidos.
La posibilidad de negociar la paz es, hoy por hoy, muy lejana. La situación en el campo de batalla podría cambiar las circunstancias, pero tal cambio es poco probable; queda la opción de un conflicto prolongado, de altísimo costo en vidas humanas y desestabilización económica y política en varias regiones, principalmente en Europa.
México no tiene los elementos para desempeñar un papel significativo en la arena mundial. El sexenio de López Obrador se acerca a su fin sin que se puedan precisar los logros de una “transformación” que se esperaba con entusiasmo, pero cuyos resultados concretos son poco alentadores. La acción internacional ha recibido muy poca atención; carece de estrategia y objetivos, de cuadros capacitados para ejercer liderazgo regional, de credibilidad o prestigio.
Lo más probable es que el grupo gobernante navegue los próximos meses siguiendo en lo fundamental las líneas que interesen a Estados Unidos, aunque sin perder una retórica nacionalista, en ocasiones exaltada, para consumo esencialmente interno.
Mantener el poder, independientemente de programas de gobierno bien sustentados, es la meta dominante. En ese cuadro, la relación de México con el mundo tiene un espacio muy reducido, casi imperceptible. Luchar por modificar esa situación será tarea de académicos, grupos de pensamiento, personalidades con experiencia en la vida diplomática o empresarios interesados en sus negocios particulares.
—Olga Pellicer
“La acción internacional ha recibido muy poca atención; carece de estrategia y objetivos, de cuadros capacitados para ejercer liderazgo regional, de credibilidad o prestigio”.
La polarización como estrategia política parece funcionar: las semanas pasadas según el #AMLOTrackingpoll del El Economista-Mitofsky, los encuestados de acuerdo con él aumentaron (alcanzaron 61.4%) y aquellos en desacuerdo disminuyeron (36.6%). Lo anterior es reflejo de que el hartazgo con los gobiernos neoliberales del PRI y el PAN y con la “mafia en el poder” sigue ahí, a flor de piel, en amplios sectores de la sociedad mexicana. Y peor aún, los causantes de ese hartazgo han sido incapaces de entenderlo, reconocer sus errores, asumir su responsabilidad y enmendar el rumbo.
Hoy lo más urgente es que nuestros políticos eviten la tentación de trasladar la polarización y confrontación al proceso de selección de consejeros del INE. Y son precisamente los aspirantes a la candidatura de Morena a la presidencia de la República quienes mayor atención deben poner a que este proceso sea imparcial, legítimo, conforme a derecho y que privilegien en él la sensatez y la madurez política.
Hoy parece que estas últimas dos cualidades no existen en ninguno de los bandos. Para muestra un botón: la CNDH nombró, sin tomar en cuenta a su Consejo Consultivo y con toda opacidad, a las dos personas que le corresponde dentro del Comité Técnico de Evaluación para elegir a los futuros consejeros INE. Fue tal el agandalle que los consejeros emitieron un comunicado reclamando que se enteraron de lo sucedido por los medios de comunicación. El pasado 20 de diciembre, el INAI nombró por unanimidad a los dos miembros que le corresponden de dicho comité. Ya son cuatro de los siete que lo conformarán.
Quedan por designar en el comité los tres integrantes que le corresponden a la Jucopo de la Cámara de Diputados. Sería una señal fundamental para nuestra democracia que se dé un proceso de diálogo y construcción de consensos en esta instancia para que las tres personas que se seleccionen sean resultado del acuerdo de todas las partes. Sobran opciones de mexicanas y mexicanos autónomos, independientes, honestos y serios, que puedan ser aceptables para todos. Desde ahí comienza la construcción de la confianza y legitimidad que la elección presidencial del 2024 requiere.2
—Julio Madrazo
En julio de 2023 el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) dará a conocer los resultados de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) levantada en 2022. Pocos días después, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), empleando los datos de la ENIGH, publicará, entre otros resultados, sus estimaciones de pobreza multidimensional y pobreza por ingreso, entre las que destacan las prevalencias y el número de personas en situación de pobreza y pobreza extrema.
Las cifras de pobreza de 2022 informarán sobre la gravedad del problema a los niveles nacional y estatal, y permitirán comparar con las estimaciones de pobreza de 2016, 2018 y 2020. Es probable que el interés de varios actores sociales se centre en comparar la medición 2022 con respecto a 2018, último año de la administración anterior, y con la pobreza estimada de 2020 cuyas cifras cubren los primeros meses de la pandemia provocada por el SARS-COV2.
Independientemente de los resultados que arrojen las diversas contrastaciones de las cifras, la polémica se centrará en la eficacia de la política social de la actual administración para abatir la pobreza. Ante la inexistencia de metas cuantificables y claramente establecidas para cada programa, así como la falta de un sistema de evaluación público que haga uso del de la experiencia y del conocimiento acumulado en el país por casi un cuarto de siglo, no será posible dirimir con bases racionales si los programas han sido efectivos en reducir la pobreza, o si la entrega directa de los apoyos monetarios a los beneficiarios tiene incidencia en las preferencias electorales, o bien, si los programas sociales de la presente administración satisfacen simultáneamente ambos objetivos.
—Rosa María Rubalcava y Fernando Cortés
Hace medio siglo la preocupación del país era el rápido crecimiento de la población, el cual se presentaba principalmente en la población de niños y jóvenes. La atención se centraba en darles educación, vivienda, alimento, salud a esos niños y niñas. La población se duplicaba cada 20 años y las proyecciones indicaban que México tendría 150 millones de habitantes en el año 2000, si no se establecía una política de población orientada a regular el ritmo de crecimiento poblacional. Se estableció una meta en el crecimiento demográfico de uno por ciento al año 2000, la cual se cumplió. Dejaron de nacer 50 millones de niños y niñas. La política planteada fue muy exitosa y un ejemplo para otras naciones.
En 2023, el problema es que la población en edades avanzadas se duplica cada 20 años, como resultado de un proceso acelerado de envejecimiento de la población debido a la rápida caída en los niveles de fecundidad. Otros temas serán prioritarios: las pensiones, la seguridad social, la equidad de género, el trabajo a los jóvenes, la atención a los adultos mayores y particularmente la atención a las mujeres en edades avanzadas que vivirán solas debido a la mayor esperanza de vida al nacer de la población femenina respecto a la masculina.
Estamos en tiempo para enfrentar este problema de envejecimiento acelerado que será de gran relevancia en lo que queda del siglo XXI. Será el problema social de mayor importancia en México y se podría agudizar si somos un país pobre, de viejos y enfermos. Que no nos pase lo que ocurrió hace medio siglo que enfrentamos tarde el problema del rápido crecimiento poblacional. El bono demográfico estamos por perderlo y más bien podrá ser un pagaré poblacional.
“En 2023, el problema es que la población en edades avanzadas se duplica cada 20 años, como resultado de un proceso acelerado de envejecimiento de la población debido a la rápida caída en los niveles de fecundidad”.
—Manuel Ordorica
Hasta aquí algunos de los principales aspectos de lo que podrían ser los escenarios de las políticas públicas en la Agenda 2023. Como se mencionó al principio, en el Centro Tepoztlán Víctor L. Urquidi son muchos más los ejes temáticos de estudio y las preocupaciones e intereses de sus asociados. Los diálogos son siempre plurales, respetuosos y desde diferentes perspectivas que permiten contar con objetividad y racionalidad para sus propuestas. Este año seguiremos los trabajos. Además de los aspectos presentados, la Agenda del CTVLU se centrará, entre otros, en los siguientes temas: cooperación y economía circular, derecho humanos y migraciones; los riesgos para los grupos indígenas y pueblos originarios; democracias en riesgo; avances y límites ante el medio ambiente y cambio climático; salud; cultura; asuntos de género; otras formas de inversión; urgencia de nuevos modelos educativos con visión de vanguardia; urgente necesidad de una nueva política industrial del país; construcción de paz.
Nos encontramos ante retos grandes que nos obligan a tener propuestas y sugerir acciones, independientemente de quien llegue al gobierno en 2024. Serán entregadas a los actores públicos y privados que gestionan las políticas públicas. Siempre con el ánimo de responsabilidad ante el devenir nacional en un escenario global en el que el mundo no puede dejarse de lado, dado que los sucesos internacionales tienen impactos directos en el acontecer de nuestro país. Será muy importante identificar el momento político que atraviesa el país y preparar actividades pertinentes para tal momento y con una visión de largo plazo. EP
—Susana Chacón
DOPSA, S.A. DE C.V
