El vestido blanco de Pippa

Seis grados de separación es el blog de Sylvia Aguilar-Zéleny y forma parte de los Blogs EP.

Texto de 27/07/21

Seis grados de separación es el blog de Sylvia Aguilar-Zéleny y forma parte de los Blogs EP.

Tiempo de lectura: 3 minutos

Tul, organza, muselina, raso.

Pippa Bacca viajaría de raite, desde Milán a Jerusalem, vestida de novia en 2008. En este performance de arte-acción, la artista italiana quería hacer un llamado a la paz y a la confianza con la idea de matrimoniarles (a la paz y a la confianza) con diferentes personas y naciones. Atravesaría la zona de los Balcanes con su amiga y artista Silvia Moro. Se le llamó el Tour de las Novias. 

Brocado, tafetán, crepé.

Mi hermana tuvo una boda a los 21 años. Se casó con el novio de la universidad, el matrimonio duró poco. Al final, la violencia de la vida doméstica hizo lo suyo. Su vestido estuvo en casa siempre. Mi madre se lo compró en una tienda de Hermosillo que se hizo famosa porque un señor (que había perdido la razón y a su esposa) dormía, vivía, comía frente a esa tienda. También él quería recuperar la fe, la paz, no sé.

Gasa, lamé, piqué.

Pippa organizó una fogata antes de su viaje, le pidió a sus amigues que trajeran lo que quisieran quemar, las cenizas de esa fogata se convertirían en el jabón con el que Pippa lavaría el vestido antes de partir y con el que lavaría los pies de las parteras con quienes conviviría aquí y allá. Pero volvamos al vestido, ella no lo limpiaría durante todo el trayecto, se trataba de que la tela recolectara la confianza, las marcas y las manchas del camino. 

Satín, encaje.

El de mi hermana era un vestido corte princesa, nácar, hermoso. Yo fui su niña de las flores con un vestido del mismo color. No recuerdo detalles de la boda, excepto que desde mi banca imaginaba que la boda era mía, que era yo la que recibía la argolla y el “hasta que la muerte nos separe”. ¿Quién habrá sido la primera niña en soñar con el día de su boda antes de siquiera saber lo que significa el matrimonio?

¿Ya dije tul?

Ambas, mi hermana y yo, fuimos peinadas con una corona de flores de azahar. Las flores, hechas de migajón, las hizo una prima de mi papá:  la tía Cuca. La tía que nunca se casó porque su papá no se lo permitió. Como la única mujer de la familia le tocaba quedarse para siempre al cuidado de sus padres. Una mujer obediente, eso era la tía. ¿Soñaría ella secretamente en casarse algún día? ¿O soñaría solamente en poder vivir donde ella quisiera y como ella quisiera, sin cuidar a nadie?

Seda.

Llegando a Estambul, Silvia y Pippa se separaron. Pippa siguió por su cuenta, el vestido de novia construyendo confianza en su camino. En The White Dress, Nathalie Léger relata detalles sobre la travesía de Pippa vestida de novia y, paralelamente, la travesía de su madre cuya fe en el matrimonio terminó por desplomarla. La escritura de Léger, como las cenizas, restaurando más que un vestido blanco. La escritura de Léger haciendo un repaso de las muchas formas de violencia y las pocas maneras de hablar de ello sin salir lastimada

Shantung.

Cuando me casé con el padre de mi hijo, lo hice con el vestido de mi hermana. El vestido estaba por cumplir los 20 años, yo los 24. Me pareció en el momento un acto de amor, hacia mi hermana, hacia mi madre, hacia la idea ingenua de que un vestido de novia tiene derecho a usarse más de una vez, aunque se crea que es de mala suerte hacerlo. Pero si nuestros matrimonios corrieron con mala suerte, los vestidos no tuvieron la culpa. 

Chifón.

La culpa de la muerte de Pippa no la tuvo Pippa ni su vestido. La culpa es de Murat Kuratas quien la subió en su camioneta y abusó de su confianza, de ella y de su cuerpo. Este hombre, que una semana después se tomaría fotos en una boda familiar, acabó con la vida de Pippa para siempre. 

La prensa anunció el 31 de marzo de 2008, que el cuerpo desnudo, violado y estrangulado de Pippa Bacca había sido encontrado cerca de unos arbustos en las afueras de Gebze en Turquía.

Blanco, el vestido era blanco.

Cuando la poeta Alda Merini se enteró del asesinato de Pippa, escribió un poema del que mal-traduzco una estrofa: “Vestido blanco/Para llevarte y casar tu muerte/ Que es también la nuestra”. 

Encaje, encaje.

Dice Natalie Léger que la muerte de Pippa trajo a los medios a casa de su madre y con ello la pregunta: “¿Cómo pudo usted dejar que su hija hiciera ese viaje?” Cómo no iba a hacerlo, Pippa era adulta y tomaba sus propias decisiones. Además, la madre despidió a su hija de la misma manera que cualquier otra madre “entrega” a su hija en matrimonio, con la confianza de que todo saldrá bien.

Blanco, beige, marfil, perla.

No importa el tipo de tela o el color, un vestido de novia es un vestido de novia y la idea del matrimonio es una idea nada más.

Dupión de seda.

No sé qué le ocurrió al vestido de novia que mi madre compró para mi hermana y que terminé usando también yo. Tampoco sé qué le ocurrió al vestido de Pippa, pero no quiero olvidar lo que le ocurrió a ella mientras lo tenía puesto. EP

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