Prólogo: Enormes desafíos e incertidumbres

El grupo México en el Mundo presenta una serie de textos que abordan los desafíos para la política exterior de México en 2024.

Texto de 31/01/24

Desafios política exterior México 2024

El grupo México en el Mundo presenta una serie de textos que abordan los desafíos para la política exterior de México en 2024.

Tiempo de lectura: 6 minutos

El Grupo México en el Mundo, creado en 2021, ha venido elaborando anualmente un documento sobre los desafíos de la política exterior de México en el año que se inicia. Esa tarea es particularmente pertinente en estos momentos por las circunstancias tan complejas y difíciles que enfrentarán las relaciones exteriores de nuestro país en 2024.

Tres motivos contribuyen a semejante situación: los problemas que atraviesa la política internacional, los momentos electorales que se viven tanto en nuestro país como en Estados Unidos, y la herencia tan desdibujada que deja la política exterior del gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

El mundo atraviesa momentos de grandes turbulencias. En primer lugar, la invasión de Rusia a Ucrania ha dado lugar a una cruenta guerra, cuyo final no se vislumbra cercano. En segundo lugar, la guerra entre Israel y Hamás, que está produciendo miles de muertos, ha despertado conocidos reclamos para la creación de un Estado palestino y amenaza con extenderse a lo largo de la convulsa región del Medio Oriente.

 Como parte de la problemática internacional, en 2023 se profundizó el fenómeno de la migración. En el caso de México, país de tránsito, expulsión y recepción de migrantes, el fenómeno ha adquirido rasgos de extrema gravedad. Por una parte, las situaciones internas en algunos países de Latinoamérica han empeorado, como es el caso del Triángulo del Norte en Centroamérica (El Salvador, Guatemala y Honduras), Cuba, Haití y Venezuela. Ello ha precipitado la determinación por parte de numerosos sectores de jóvenes y familias enteras de dirigirse a Estados Unidos en búsqueda de niveles de bienestar, oportunidades de trabajo y reunificación familiar.

Por otra parte, el control de la frontera sur ha adquirido dimensiones muy importantes para el gobierno del presidente Joseph R. Biden debido a la posición del Partido Republicano que ha otorgado a dicho control un papel central en la narrativa de su campaña electoral.

El asunto ha tenido un impacto notorio en temas centrales para la política exterior de Estados Unidos, como la ayuda militar a Ucrania y a Israel. Las decisiones al respecto han sido bloqueadas en el Congreso por la exigencia republicana de que, previamente, se tomen las medidas necesarias para asegurar el control de la frontera con México. Se mezclan así, de manera inesperada e insólita, el tema de la migración, que interesa para el buen entendimiento con México, y el destino de acciones militares en Europa del Este y en el Medio Oriente.

Semejante situación tiene lugar en medio de una campaña electoral que no pronostica buenos resultados para el Partido Demócrata, cuyo candidato, Biden, tiene bajos índices de aprobación. Entre los motivos de esa baja aprobación se coloca, según las encuestas, el mal manejo para controlar la situación en la frontera sur.

No es sorprendente, pues, que Biden esté modificando su política hacia la migración acercándose, cada vez más a la seguida por su antecesor, Donald Trump, de cuya posición en materia migratoria había prometido alejarse. El aumento y la mayor rapidez en el número de deportaciones, la negativa a conceder asilo, la separación de familias y el incremento de requisitos para conceder estancia temporal en Estados Unidos son, entre otras, las políticas que están teniendo lugar.

A lo anterior cabe añadir la compleja situación interna de Guatemala donde, en medio de grandes dificultades, en enero de 2024, asumió como presidente Bernardo Arévalo, el primer dirigente liberal y de izquierda desde la época de Jacobo Árbenz. Las presiones que acompañaron su toma de posesión son una muestra de lo difícil que será gobernar con un Congreso dividido y una vieja oligarquía decidida a impedir que se toquen sus privilegios.

México se encuentra, así, entre dos polos. Al norte, elecciones presidenciales que apuntan al triunfo de Trump. Al sur, un país con un gobierno frágil y una realidad compleja que propicia la migración hacia el norte pasando por México.

Lo anterior se entrecruza con el crecimiento del crimen organizado que se extiende a través de varios estados fronterizos, al norte y al sur, de México, al mismo tiempo que las acciones de los cárteles más conocidos, como el de Sinaloa y el Jalisco Nueva Generación, que multiplican sus actividades transnacionales, convirtiéndose en uno de los retos más difíciles para la política interna y externa de México.

El amortiguador de los problemas políticos que se avecinan en 2024 es la parte económica. A pesar de los temores sobre una crisis de fin de sexenio, como las vividas en otras épocas, México se acerca al final del gobierno de López Obrador con datos económicos alentadores.

El fortalecimiento del peso, la elevación de los salarios mínimos, la confianza de los inversionistas, que si bien no se traduce en aumentos significativo de sus inversiones, no hay, sin embargo, salida de capitales. También crece el entusiasmo por la relocalización cercana (nearshoring), que puede convertirse en un salto adelante, cualitativo y cuantitativo de la economía mexicana. Todo ello contribuye a conformar un panorama optimista.

Esto no significa que las inversiones extranjeras van a llegar automáticamente. Para que se conviertan en realidad se requiere, de una parte, obras de infraestructura, entre las que se encuentra el aprovisionamiento de agua y la mejoría de las vías de comunicación, y, de la otra, la creación de confianza mediante el fortalecimiento del Estado de derecho y la disminución de la violencia en el país.

Por lo demás, hay serios problemas pendientes, como las interrogantes sobre la violación, o no, de las estipulaciones del Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), el acuerdo de mayor importancia para la economía mexicana. Interesan, en particular, los temas relacionados con la energía eléctrica y con la importación y la producción de maíz transgénico. Estos asuntos son delicados porque, en 2026, tendrá lugar la revisión del acuerdo. Para entonces, las posiciones de México deben ser muy claras respecto a las divergencias que existen sobre el T-MEC. Sería muy peligroso tener dudas que, de no resolverse, amenazarían la permanencia misma de México en el acuerdo.

Los temas a los que nos hemos referido no agotan los asuntos a resolver para las relaciones exteriores de México. Al terminar el periodo de gobierno de López Obrador quedan muchas asignaturas pendientes. La decisión del ejecutivo de otorgar poca importancia a las relaciones con el exterior ha debilitado significativamente la imagen internacional de México. El Presidente casi no ha salido del país, no ha participado en foros multilaterales, con excepción de la Organización de las Naciones Unidas, no ha llevado a cabo visitas más allá del hemisferio occidental, ha dejado en el abandono las relaciones con Europa, Asia y África.

Por lo que toca a los foros multilaterales, la ausencia en el G-20, la Alianza del Pacífico, la Organización de los Estados Americanos y muchos otros exigen ahora de una nueva estrategia para recuperar espacios para finales de 2024, al tiempo que se define cuál es el lugar que se quiere para México en el mundo.

Los mayores retos se encuentran, sin duda, en la relación con Estados Unidos: migración, seguridad, narcotráfico y desencuentros en materia de comercio. Seguidamente, están la relación con los países del sur, con atención especial a la región centroamericana.

 Las relaciones exteriores no ocupan un lugar importante en las campañas electorales. No captura votos el referirse a ellas. Sin embargo, la situación geopolítica de nuestro país, la imbricación económica tan profunda que tenemos con Estados Unidos y el grado en que las relaciones con el exterior repercuten en la vida nacional obligan a colocar en primer plano la reflexión y la planeación de la política exterior. Es tarea imprescindible de grupos de pensamiento, académicos, formadores de opinión, jóvenes y ciudadanos que se interesen por el futuro de México.

El presente documento se divide en cinco secciones. La primera y más extensa se refiere a las relaciones con Estados Unidos, las graves tensiones políticas y las buenas oportunidades económicas, y cuenta con artículos de Roberta Lajous, Martha Bárcena Coqui, José Luis Valdés Ugalde, Carlos A. Pérez Ricart, Luis Herrera Lasso M., Carlos Heredia Zubieta, Susana Chacón, Francisco Suárez Dávila, Antonio Ortiz-Mena e Isidro Morales. La segunda sección se refiere a las relaciones con Latinoamérica y los retos para la política exterior hacia una región fragmentada, y está conformada por un par de artículos de Guadalupe González González. En la tercera parte, Miguel Ruíz Cabañas aborda las prioridades en los organismos internacionales. En la cuarta sección, Eugenio Anguiano, Cassio Luiselli F., Martha Bárcena Coqui, Jorge Álvarez Fuentes y Héctor Cárdenas Rodríguez, analizan la difícil pero necesaria diversificación. Y, finalmente, en la quinta parte, Jorge A. Schiavon aborda las debilidades y la urgente revisión de las instancias gubernamentales que conducen la política exterior.

Los textos aquí reunidos no son estudios académicos. Son textos cortos que, bajo el formato de “lluvia de ideas”, buscan resumir los puntos más relevantes de los desafíos a enfrentar por la política exterior desde 2024.

El Grupo México y el Mundo espera que este documento sea un punto de partida para la necesaria reflexión sobre un aspecto fundamental de la política nacional que llevará a cabo el gobierno que tome posesión, cualquiera que sea su signo ideológico, a partir del 1 de octubre de 2024. EP

Este País se fundó en 1991 con el propósito de analizar la realidad política, económica, social y cultural de México, desde un punto de vista plural e independiente. Entonces el país se abría a la democracia y a la libertad en los medios.

Con el inicio de la pandemia, Este País se volvió un medio 100% digital: todos nuestros contenidos se volvieron libres y abiertos.

Actualmente, México enfrenta retos urgentes que necesitan abordarse en un marco de libertades y respeto. Por ello, te pedimos apoyar nuestro trabajo para seguir abriendo espacios que fomenten el análisis y la crítica. Tu aportación nos permitirá seguir compartiendo contenido independiente y de calidad.

DOPSA, S.A. DE C.V