La posición del Partido Republicano hacia México

El grupo México en el Mundo presenta una serie de textos que abordan los desafíos para la política exterior de México en 2024 | Las relaciones México-Estados Unidos en 2024: tensiones políticas oportunidades económicas.

Texto de 07/02/24

Desafios política exterior México 2024

El grupo México en el Mundo presenta una serie de textos que abordan los desafíos para la política exterior de México en 2024 | Las relaciones México-Estados Unidos en 2024: tensiones políticas oportunidades económicas.

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En 2024 coincidirán las elecciones presidenciales en México y Estados Unidos, lo que sucede cada 12 años. Habrá elecciones también de una tercera parte de la Cámara de Senadores, ahora bajo control demócrata, y de la totalidad de la Cámara de Representantes, bajo control republicano. Las primarias presidenciales iniciarán a principio de año y para el 5 de marzo, con el Super Tuesday se tendrán los candidatos que serán confirmados en las convenciones partidistas de julio y agosto.

Hay un claro favorito en el Partido Republicano, el expresidente Donald Trump, quien a pesar de las 91 acusaciones judiciales en su contra y de no haber participado en los debates con los otros precandidatos republicanos, les lleva una ventaja de cerca de 40%. Solamente el dictamen de culpabilidad del juicio que se le sigue en Georgia podría inhibir su participación en las elecciones de noviembre.

De acuerdo con las encuestas al cierre de 2023, entre ellas las de The Wall Street Journal y Real Clear Politics, el expresidente Trump ganaría por 4% al presidente Joseph R. Biden. Pero, dado el sistema electoral estadounidense, es probable que pierda el voto popular y que la presidencia se decida, como sucedió en 2020, en seis estados clave: Arizona, Florida, Georgia, Michigan, Ohio y Pensilvania.

El Partido Republicano de hoy no es el que durante años favoreció el libre comercio y se encontraba dispuesto a una reforma migratoria que atendiera las necesidades laborales de Estados Unidos. Tampoco es el partido tradicionalmente cercano a la empresa privada. Es un Partido Republicano muy diferente al de George W. Bush o al de Ronald Reagan.

El Parrido Republicano del Estados Unidos de hoy, polarizado al extremo, está dominado por la visión de Trump, con tendencias claramente autoritarias. Los llamados “moderados” del partido lo critican, pero en momentos decisivos se alinean con el Expresidente. El caso más emblemático es el de Kevin McCarthy, legislador por California, quien fue defenestrado de su posición como speaker o Presidente de la Cámara de Representantes por sus colegas conservadores cercanos a Trump, y pese a ello acaba de anunciar su apoyo al Expresidente. Si Trump gana las primarias, el Partido Republicano en su conjunto se alineará con él.

Los precandidatos presidenciales republicanos apenas si han criticado al Expresidente. De hecho, sus propuestas en materia de política exterior y con relación a México han sido igual o más radicales que las de Trump.

Así, moderados y radicales republicanos defienden posiciones extremas en relación con México que se sintetizan en los siguientes puntos:

Frontera

Consideran que la frontera es un caos y está fuera de control. Por lo tanto, han presentado diversas iniciativas para reforzar la seguridad de esta, entre las que se cuentan la continuación de la construcción del muro fronterizo, el uso de la Guardia Nacional para detener la migración, la colocación ilegal de boyas en el río Bravo y el cierre parcial de puertos de entrada. Trump ha dicho que recomenzará la construcción del muro y que sería dictador por un día, para cerrar la frontera con México y prohibir que los hijos de indocumentados adquieran la nacionalidad estadounidense al nacer en Estados Unidos. Trump ha propuesto también redadas y deportaciones masivas.

Migración

Arguyen, falsamente, que el gobierno de Biden mantiene una “frontera abierta” y que Estados Unidos está sufriendo una invasión de “ilegales”. Buscan criminalizar a los migrantes mediante leyes estatales y federales. En diversos proyectos legislativos y en las negociaciones con el gobierno de Biden sobre el otorgamiento de ayuda militar a Taiwán, Israel y Ucrania, han insistido en la adopción de medidas restrictivas en materia de asilo y migración, que tendrían un efecto negativo sobre México. La propuesta republicana contempla recursos adicionales a la seguridad fronteriza. Incluiría, además, la reducción de la figura jurídica de parole (una especie de libertad condicional), que permite otorgar visas temporales; el establecimiento de centros de detención de migrantes en instalaciones militares de Estados Unidos; la detención prolongada de familias solicitantes de asilo, y la ampliación de los países considerados como “tercer país seguro”, México entre ellos. Los republicanos promueven la reimposición del nefasto programa Quédate en México, negociado y aceptado por el excanciller Marcelo Ebrard. Una posible reforma migratoria que incluyera una posible regularización de indocumentados que han vivido por años en Estados Unidos o la ampliación de cauces legales para la migración temporal, no está entre sus prioridades.

Tráfico ilícito de drogas y fentanilo

El combate al tráfico de drogas y su consumo es parte de la agenda bilateral desde hace años. Los republicanos señalan que hay un “cambio de reglas del juego” en el flujo y la naturaleza de las drogas (de naturales a sintéticas), sus efectos en la sociedad (más de 70 000 muertos por sobredosis de fentanilo) y la percibida inacción del gobierno de México. En ese contexto, tanto fiscales estatales republicanos como congresistas se han manifestado a favor de que se declare a los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas o “narcoterroristas”. Otras propuestas, como la de los republicanos Dan Crenshaw (Texas), exveterano de guerra, y Matt Gaetz (Florida), titulada “Resolución para la autorización del uso de la fuerza militar para combatir, atacar, resistir, identificar, eliminar y limitar la influencia de los cárteles”, permitiría el uso de la fuerza militar contranueve cárteles mexicanos, entre ellos el de Sinaloa, el Cártel Jalisco Nueva Generación, la Familia Michoacana y el Cártel del Noreste. En los debates de los precandidatos republicanos, el Gobernador de Florida, Ron DeSantis, señaló que utilizaría la fuerza en contra de los narcotraficantes, aún sin autorización del gobierno mexicano. Nikki Haley se alineó con una posición similar. Aunque últimamente las han matizado, puesto que dañarían la relación con México. En síntesis, los republicanos endurecerían la posición de Estados Unidos en las negociaciones con México con la amenaza del uso de la fuerza contra los cárteles, sin autorización del gobierno mexicano, asimismo, insistirían en declararlos organizaciones terroristas.

Seguridad

Los temas anteriores son centrales en la cooperación bilateral en materia de seguridad. Pero no son los únicos. Los republicanos continuarán con las presiones para exigir la detención y la extradición de los involucrados en el tráfico de drogas. Continuarán la presión en materia de cooperación financiera para el congelamiento de cuentas del crimen organizado y mayor libertad para la actuación de sus agencias en México.

Otros temas

Fuera del radar de la campaña presidencial, pero no así de las campañas al Congreso, hay otros temas importantes para los republicanos relacionados con intereses regionales específicos, como es el caso de la empresa estadounidense Vulcan Materials, apoyada por senadores republicanos del sur y sureste de Estados Unidos.

Conclusión

En 2024, lo relacionado con la migración y el tráfico de fentanilo será central en la campaña de los republicanos tanto en la presidencial como al Congreso. México será de nuevo “piñata”, como lo fue en 2016 y se logró evitar que sucediera en 2020. El manejo del gobierno de México, el saliente y el que se elija en junio de 2024, se verá presionado por las críticas. Si los republicanos ganan la elección presidencial y el control de las Cámaras del Congreso estadounidense, le esperan tiempos muy difíciles a México. Habrá que prepararse y tener una estrategia para identificar los seguramente pocos amigos que podamos encontrar en el Partido Republicano. Además, hay que insistir con el éxito del Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), negociado y ratificado con un gobierno republicano.

Si, como señalan las tendencias de las encuestas, Trump gana un segundo periodo presidencial, tendremos que negociar con un gobierno más radical que el de su primer periodo, integrado por leales, más que por profesionales. Según el sitio Axios, el posible secretario de Seguridad Interior o Fiscal podría ser Stephen Miller, el asesor de Trump que ha propuesto las medidas más xenófobas y radicales contra los migrantes. También se ha mencionado como posible secretario de Estado a Jared Kushner, quien, hay que reconocerlo, tuvo un efecto moderador en los temas relacionados con México. EP

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